Выбрать главу

– ¿A quién más le dijo acerca de él?-

– Nadie. Ella no iba a decirme, habían hecho una promesa el uno al otro para mantenerlo sólo para los dos, al menos por un tiempo. Pero no podía, estaba tan feliz que sólo quería hablar conmigo, decirme. Tuve que jurar no decir absolutamente nada, ni siquiera a Hilly o Libby. Y no lo hice. No se lo dije. Era tan mag, que tenía que contarle a alguien algo. Y somos las mejores amigas. Tiene que haber un error -, insistió Jo. -¿Por favor? Tiene que haber un error. -

Había sido un error, pensó Eve mientras caminaban de regreso al coche. Y la joven Deena lo había cometido. David de Georgia -o lo que mierda fuera -, había jugado correctamente desde la primera reunión en el parque. Tímido, torpe, dulce, con sólo una sombra en su pasado. Irresistible para una chica como Deena.

Él había recreado el chico de sus sueños.

Pero ¿por qué?

CAPITULO CUATRO

– ¿FUE UN OBJETIVO ANTES DE QUE LA VIERA CORRIENDO en el parque de forma habitual y a continuación preparó el juego?,- se preguntó Peabody, -¿o incluso antes de eso? Me refiero, en concreto a Deena MacMasters y no sólo una adolescente, tal vez una con ciertas características físicas. -

– Es una buena pregunta.-

– Parece que, si era cuestión de suerte, él tendría que dar marcha atrás cuando se enteró de que su padre era policía. Hay presas más fáciles. -

– O puede haber sido parte de su atractivo para él-, dijo Eve. -Ella sería un reto. Sabía lo suficiente acerca de ella cuando se reunieron. Él ya había hecho o por lo menos comenzado la investigación sobre ella. Él sabía que su padre era un policía, cuando organizó la linda reunión. Conocía sus gustos. Chico tímido, torpe, amable. -

– Específicamente ella, entonces.- Peaboby frunció el ceño. -Así que, por qué, es una buena pregunta-

– Debido a que podemos descartar la otra opción. Yo voy a dejarte al próximo amigo, dejar que lo hagas. Creo que Jo estaba en lo correcto cuando dijo que nadie más sabía de este tipo, -pero vamos a pasar eso-.Cuando hayas terminado de entrevistar a los amigos, ve a la Central. Voy a reservar una sala de conferencias. Quiero que EDD venga con un informe preliminar lo antes posible.

– Se fueron de paseo,- murmuró Eve, pensando en lo que Jo había dicho. -Puedes apostar a que no caminaba con ella en su propio vecindario. En ninguna parte donde sería probable que se encontrara con alguien que la conocía. A cines, donde está oscuro. Mantener todo en secreto. Es más romántico, y estoy avergonzado de mi transgresión menor. Soy tímido. Un par de semanas, dijo Jo. Tiempo para ir enredándola poco a poco. Hijo de puta paciente. -

– Joven, si realmente tiene diecinueve años.-

– Tal vez lo es, o tal vez él parece tener diecinueve años.- Ella volvió a la acera. -Vamos a revisar delitos y delincuentes. Voy a empezar en eso después de pasar por el depósito de cadáveres. -

– Dile a Morris… bueno, sólo dale la bienvenida de nuevo.- Peabody salió.

Un demonio de bienvenida, pensó Eve, pero inició su camino de regreso hacia el tráfico. Los atascos, los enjambres de los peatones en tropel hacia la Quinta para el desfile, las mareas de vendedores con los carritos y las cajas con ruedas cargadas de recuerdos atascaban las calles y aceras.

Dentro de las calles su marcha se retrasó debido al avance lento. Ella entrecerró los ojos ante la multitud de turistas y locales que formaban paredes impenetrables y pensaba que si veía una persona más luciendo un signo de la paz o agitando una bandera de flores, podía ser que sacara el arma y les haría salir corriendo.

Aquí tienes tu paz, pensó.

Echó un vistazo, dejó escapar un suspiro, a continuación, utilizó su enlace del tablero para contactar con Roarke.

– Teniente. ¿Puedo entender que esto no es para hacerme saber que estás en camino a casa?. -

– No. Estoy luchando por el maldito caos del Día de la Paz. Si esta gente quiere la paz, ¿por qué demonios no se quedan en casa? -

– ¿Por qué quieren compartir la buena voluntad con sus semejantes?-

– Y una mierda. Porque quieren emborracharse y tener a la policía en la aglomeración. -

– Hay algo de eso. ¿Hacia dónde vas? -

– Al depósito de cadáveres. A un mal sitio. -

– Lo siento. ¿Puedes contármelo? -

– La hija de dieciséis años de un policía condecorado, quien recientemente obtuvo las barras de capitán. Violación y asesinato, en su casa. Sus padres encontraron el cuerpo esta mañana cuando regresaron de unas vacaciones de fin de semana. -

– Lo siento mucho.- Esos ojos azul intenso miraron su rostro buscando, ella lo sabía, las arrugas.

– Estoy bien.-

– Muy bien. ¿Hay algo que pueda hacer? -

Solo lo haces, pensó, con preguntar. -Estoy tratando de encajar las piezas. Una de ellas es Jamie. -

– ¿Jamie? ¿Cómo? -

– Ellos eran amigos.-

– Seguramente tú no crees-

– No, no lo creo. Voy a comprobar su coartada, simplemente porque no quiero dejar ningún espacio en blanco, pero no es un sospechoso. Ella tenía un novio secreto -uno que parece la hizo su objetivo, estableciendo todas las bases. Estoy camino a la morgue para ver si algunas de las piezas de la evidencia toman forma en mi cabeza. Después de eso, voy directa al laboratorio. -

Vio un hueco en el tráfico, aceleró, inició la vertical, salió disparada, – le encantaba este nuevo auto- y giró al oeste.

– Le pedí a Whitney que estuviera Morris en esto. Luego voy a convocar una reunión informativa en la Central. Tenemos que ir mirando delitos, pasarlo por el sistema electrónico, iniciar un barrido en sus áreas de interés, así que -

– Creo que voy a bajar y verte trabajar.-

– Mira-

– Me puedo quedar fuera del camino, si eso es lo que quieres. Pero no mantendrás fuera a Jamie. Puedo ser un poco de ayuda allí. Tú has dicho que sus padres -un capitán de policía-, regresaron a su casa para encontrar a su hija muerta. Pero no mencionaste los discos de seguridad o el sistema. Uno asume que un policía veterano adoptará todas las medidas necesarias, incluida una fuerte seguridad, para proteger a su familia. Hay algo de e-trabajo aquí. -

– Eso es trabajo de Feeney.-

– Voy a estar en contacto con él entonces.-

Sabía que lo haría. -¿No te gustaría tener un buen domingo tranquilo en casa?-

– Si tuviera a mi mujer aquí, si. Pero ella tiene un tipo diferente de día. -

– Haz lo que quieras. Pregunta. ¿Por qué no me dijiste que complementabas la beca de Jamie? -

– Mierda-. Pareció ligeramente desconcertado. -No es un crimen. Bueno, ahora no estoy del todo seguro, de que no se vea como un soborno, para atraerlo a mi empresa.-

– ¿No es así?-

– Maldita sea, de acuerdo, y lo otro también. Pero el niño está decidido a ser un policía. Si todavía tiene esa idea cuando haya terminado la universidad, su ganancia es mi pérdida. Es sangre brillante. -

– ¿Tan bueno como tú?-

Los ojos azules brillaron salvajes. -No, pero bastante más honesta. Nos vemos en la Central-.

– No tomes la Quinta. ¡Jesús! Ojala pudieras ver esto. Hay algunos gilipollas vestidos como un signo de la paz. Es un círculo amarillo grande, con extremidades desnudas. La gente es tan condenadamente extraña. Te veré más tarde. -

Ella había sabido que iba a venir, tal como ella había llegado a conocer lo útil que era tener a un ex- ladrón, ayudando a analizar la derivación de bloqueos y códigos.

Deena podría haber dado a su asesino el código de acceso para la sala de control, si lo hubiera tenido. Pero si él apagó las cámaras, limpió el disco duro, tuvo acceso a los discos, necesitaba más que el código. Él había necesitado excelentes e-habilidades.