– Puedo despejarlos de forma rápida. Los miembros de pandillas, traficantes de ilegales, drogadictos…
– Él no es ninguno de esos. Ella habría reconocido las señales. -
Esperó, dándole tiempo para negar o confirmar.
– Sí.- Él se frotó el centro de la frente. -Sí. Tiene razón. Ella sabía qué buscar. Ella era prudente. Ella era… -
– Él está limpio-, continuó Eve, interrumpiéndolo para darle tiempo a recobrar la compostura. -Él es inteligente, y puede ser encantador. Ambos testigos se refirieron a él como un chico guapo. Chico, capitán. No está en el archivo de amenazas. Una persona relacionada con él, posiblemente. Usted no arrestó a este chico. Pero usted puede haber arrestado a su padre, su hermano, su mejor amigo, madre, hermana. Y para este tipo de venganza estamos hablando de una detención grave, terminación o tramo a largo plazo-.
Se pasó las manos por la cara. -Teniente, he sido jefe desde hace algunos años, y rara vez trabajé en las calles. En raras ocasiones trabajo los casos. Yo los superviso. Esa fue una elección deliberada de mi parte. Ayudo, aconsejo, coordino. He sido primario en una investigación no más de una docena de veces en los últimos seis años. -
– Usted está a cargo y por lo tanto es responsable. Esa es la realidad y la percepción. -
– ¿Estás diciendo que esto podría haber llegado a través de cualquiera de los casos que alguno de mis hombres trabajó?-.
– Sí. Creo que tuvo una parte activa, un poco de visibilidad o ganó algo de crédito. No ha, por lo que sabemos, buscado venganza contra alguno de sus hombres. Pero si en usted. Y la venganza fue promulgada poco después de que su promoción fue anunciada. -
Ahora su cara estaba herida. -¿La mató por mis barras?-
Ella le dio el disparo, insegura de si lo iba a sorprender o revivir. -Capitán, siempre pensó en matarla. Lo siento, pero esa es la realidad-.
Él se levantó, se tambaleó hacia las ventanas para mirar hacia fuera.
– Vamos, teniente -ordenó Whitney.
– El momento puede ser importante. Fue promovido, capitán, y Deena estaba sola en la casa por un período de tiempo. En esa parte, creo que se apoderó de una oportunidad. Me parece que la opinión de la Dra. Mira y su teoría será de gran valor, pero hasta que converse con ella, vamos a abordar este camino. Vamos a volver diez años atrás para empezar, y empezar con terminaciones y/o detenciones y encarcelamientos con resultado de muerte. A continuación, las detenciones o encarcelamientos que resultaron en lesiones graves. A continuación, tramos de vida. -
Hizo una pausa cuando MacMasters se quedó donde estaba, no dijo nada. Whitney le indicó que continuara.
– Este no era un trato pequeño. Para asesinar, para planificar, para arriesgarse, tuvo que importar mucho. Buscamos una conexión con el autor, que se corresponda con la zona de edad de nuestro sospechoso.
– Usted me los consigue-, agregó, -y yo voy a Investigo. En este momento, me importa lo que sus tripas le dicen. ¿Quién sale? -
De espaldas a la sala, MacMasters respiró, se estremeció. -Leonard y Gia Wentz. Manejaban un negocio de drogas, utilizando principalmente menores de edad para las distribuciones, haciendo el comercio alrededor de las escuelas y casas de videos. Yo tenía cuatro detectives en eso. Manejamos una operación que les reventó en enero. Leonard cayó, y hubo un breve tiroteo. Dos de mis hombres fueron heridos. Está cumpliendo una dura condena de veinticinco años, y ella está en quince años. -
– Me acuerdo de eso. A mediados de enero. Es demasiado cercano. Nada de este año. Se robó la identificación la víspera de Año Nuevo. Él ya lo estaba planeando. Se remontan a más. -
MacMasters se apartó de la ventana caminó. -Mis hombres hacen un buen trabajo. Es como tratar de contener la marea, pero hacemos un buen trabajo. Tenemos arrestos sólidos y una buena tasa de condenas. Bajo porcentaje de terminación-.
– No lo piense, capitán. No lo justifique. Voy a preparar un poco de café. -
Eve se fue a la cocina. No iba a trabajar, pensó. Todavía no de todas formas. Él no podía salir y pensar como policía. ¿Por qué habría de hacerlo? ¿Cómo podría?
Pero ella preparó el café, lo llevó.
– Nosotros arruinamos vidas,- dijo. -Si usted lo mira desde el otro extremo, desde el lado de algún tipo haciendo lo que hace, violar, matar, robar, hacer frente, lo que sea. Es lo que hace, o lo que hizo esta vez por la razón que sea. Llegamos y lo detenemos. Además, hacemos todo lo posible para ponerlo en una jaula por ello. Él pierde su libertad, en principio. Podría perder su casa o su familia si él tiene una. A veces, si las cosas van hacia abajo, pierde su vida. -
Ella bebía café, esperando mientras iba explicándose. -Lo arruinamos. Somos responsables. Usted es responsable. Piense en la vida que ha arruinado. Piense en ello de esa manera, no haciendo el trabajo, sino en los resultados. Desde el otro lado. -
– Está bien.- Tomó el café, la miró a los ojos. -Está bien. Simpson Nattie. Es una contable, de un pequeño lugar agradable en el Upper East, ingresos dignos, esposo, un niño. Nattie trataba ilegales y manejaba los libros para una operación de nivel medio. Cuando lo paramos, la llevamos con eso. Ella está en Rikers haciendo el último de cinco años. Perdieron el lugar poco agradable en el Upper East. El marido se divorció hace dos años, consiguió la custodia total del niño. -
– ¿Qué edad tiene el niño?-
– Él estaría cerca de diez, doce años.-
– Demasiado joven. Tal vez ella tiene un hermano, un amante. Pronto nos ocuparemos de ella. -
MacMasters se pasó la mano por el pelo. Podía verlo agarrar, alcanzar, tratando de volver. -Tal vez esto fue un golpe de contratado.-
– Yo no lo creo. Deme un nombre más, de arriba. -
– Cecil Bancos. Tipo malo. Trataba con Zeus, perseguía fugitivos y los niños que corrían por las calles, los enganchaba, se convertía en su proxeneta. Manejaba un negocio del sexo de menores de edad. Trabajamos con la unidad de victimas especiales en eso. Cuando reventó la operación principal trató de huir. Se fue por la ventana, se perdió por la escalera de incendios, y tomó un cabezazo hacia abajo cuatro pisos. Una gran cantidad de personas perdieron ingresos pesados y el acceso cuando se lo llevaron y cerraron sus operaciones. -
– ¿Cuándo?-
– Hace dos años el septiembre pasado.-
– ¿Familia?-
– Ah, sí. Sí. Había un par de mujeres, adictas. Ambas dijeron ser sus esposas. No era, legalmente. Tenía un hermano, un hermano menor. Hizo algunas vueltas a Cecil, pero aceptó un descargo por rehabilitación y servicio a la comunidad. Risso. Risso Banks. Estaría cerca de los veintidós años, veintitrés. -
– No están en el archivo de amenazas-.
– Yo estaba en el caso, pero no como principal. Las mujeres hicieron mucho ruido, pero nada que me preocupara. ¿El niño, el hermano? Lloró como un bebé, lo que le ayudó con el descargo-.
– Bien. Vamos a comprobarlo. Esto es lo que quiero que haga. Lo que surge, lo escribe, tenga en cuenta las fechas, las circunstancias básicas. Vamos a tomarlo desde allí. -
– Teniente, ¿cuál es la probabilidad de que el asesinato de Deena esté conectado a mí, por el trabajo? Usted tendría que ejecutarlo. -
No había manera de suavizarlo. Y, por ello no lo insultó a él y a su hija. -En este momento, con los datos recogidos, la probabilidad es de noventa y ocho punto ocho.
Se sentó de nuevo, y la taza en su mano temblaba ligeramente. -Es mejor saberlo. Mejor saberlo. ¿Debo decirle a su madre? Tengo que hacerlo, pero ¿cómo? ¿Cómo decirle a su madre? Estamos planeando su funeral. El jueves. Parece demasiado rápido, demasiado pronto. Jueves. Simplemente no podía… lo voy a escribir. Pero, ¿cómo puedo soportarlo? -