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– Lo aprecio-.

Lapkoff se echó hacia atrás, sonrió un poco. La sonrisa suavizó su rostro, pero los ojos se mantuvieron firmes y agudos. -Está enojada por ser convocada aquí, por así decirlo. Lo entiendo. Somos mujeres de posición y autoridad, y ser convocada no es grato. -

– El asesinato no es grato, Dra. Lapkoff, un infierno de mucho más.-

– Sí, sí. Yo no le pedí que venga sólo para satisfacer mi curiosidad. Aunque admito que yo quería echar un vistazo a la policía de Roarke. Y de Jamie Lingstrom. Yo he tomado un interés en Jamie, ya que él nos trajo a Roarke-.

Los penetrantes ojos azules brillaron con diversión por un momento. -Una vez más, por así decirlo.-

– Roarke tiene un interés personal en Jamie.-

– Así me lo han dicho. Y se por Darian que Jamie también estaba relacionado con esta chica. -Ella ladeó la cabeza.-Otra cosa que me imagino que compartimos es la capacidad de interrogar y obtener información.- Ella esperó un momento. -Y mantener la información para nosotros mismos. Aprecio su discreción, teniente, pero…

Se inclinó de nuevo hacia delante. -Esto no es sólo mi trabajo. Esta universidad y todo lo que ello conlleva son mi responsabilidad. Y mi pasión. La conclusión obvia es que esta universidad puede estar conectada a la muerte de Deena MacMasters. Eso me molesta. -

Hizo una pausa, sacudió la cabeza como si estuviera impaciente. -No, eso no es exacto. Me cabrea. Si la persona que mató a esa chica se asocia con Columbia, puede estar segura que lo quiero saber. Quiero ofrecer toda la ayuda que pueda. -

– Le agradezco su cooperación.-

– Mi abuelo paterno era policía-.

Eve levantó las cejas. -¿Sí?-

– En San Pablo. Sus historias me fascinaban cuando era niña. Se retiró como Detective Inspector. Estábamos muy orgullosos de él. Teniente. -Peach cruzó las manos sobre el escritorio. -Yo creo en la ley y el orden -y en un martini muy seco. También creo en esta universidad, lo que representa. Darian y Jamie es lo que representa. Darian está enfermo por la culpa y la preocupación. Jamie, aunque no he hablado con él, está enfermo de dolor. Usted, teniente, tiene fama de conseguir las cosas, y patear todo culo que sea necesario patear para hacerlo. Así que yo, esta oficina, y cualquier oficina o laboratorio en esta universidad están a su disposición. -

– Esa es absolutamente una buena oferta.-

Ahora Peach se inclinó hacia adelante y sus ojos eran un vidrio helado. -He visto los informes de la mañana sobre el asesinato.-

– Así que ya salieron.-

– Ellos no tienen mucho, pero suficiente. Mostraron su foto. -

– Espero tener la representación de un artista del sospechoso al final del día. Eso puede dar lugar a un nombre y ubicación, pero a menos que esté ya en el sistema, algo así puede tomar una gran cantidad de tiempo. ¿Tiene programas de imagen? -

– Lo tenemos.-

– Es posible que él fuera estudiante aquí en un tiempo, o empleado aquí. Es posible que si ejecutamos la imagen del artista a través de su base de datos de identificadores de estudiantes y personal, podría conseguir una coincidencia antes que nosotros. -

– Voy a arreglarlo.-

– No lo puede hacer cualquier persona del personal. Necesito un policía para hacerlo. Tendría una orden con su permiso y aprobación de la historia. -

– Va a tener ambas cosas.-

– Esto reduce ciertamente el tiempo.-

Esta vez Peach le dedicó una sonrisa brillante. -Una de mis mejores habilidades y ocupaciones favoritas.-

– Pues bien, cuando tengamos el boceto tendré un hombre de EDD aquí para esa tarea-.

– Voy a prepararlo-.

– Creo que el sospechoso pirateó los archivos de sus estudiantes en abril, agregó sus datos o los datos que deseaba, para que cualquier control lo mostrara como un estudiante de aquí. Él quitó los datos en o alrededor del día del asesinato. Un buen e-hombre puede ser capaz de encontrar las señales, y el rastro.-

Peach resopló. -Muy bien. Será un montón de trabajo tedioso, me imagino. -

– Eso es una buena parte de lo que hacemos. Lo tedioso-.

– Entendido. No es tan diferente de lo que hago. Supongo que esperaba algo más inmediato y emocionante. -

– Entonces usted no ha escuchado historias de su abuelo muy de cerca.-

Ella volvió a sonreír. -Sospecho que él las adornó un poco. Aún así eran jugosas. Tengo muchas ganas de leer el libro de Nadine Furst del caso Icove-.

– Mmm.- Eva se puso de pie.

– Teniente. Aunque sí creo en la ley y el orden, en la educación y en ese martini seco, también creo en la juventud, -su potencial y brevedad, su sed maravillosa. Siento mucho lo de Deena MacMasters, lamento mucho su juventud tomada y ese potencial acabado. -

– Así estamos todos-.

Peach entregó a Eve una tarjeta. -Mi información de contacto, incluido el número de mi enlace personal. Por favor, úselo si usted necesita alguna cosa. -

– Gracias, Dra. Lapkoff-.

– Llámame Peach-.

CAPITULO DIEZ

MIENTRAS EVE CRUZABA EL CAMPUS TOMO SU ENLACE de bolsillo 'para comprobar si Mira estaba en el sitio o cerca, y entonces la vio. La psiquiatra de la policía y perfilador superior estaba sentada en un banco blanco a la luz del sol en el borde de una fuente magnífica. Llevaba unas gafas de marca de un audaz color rosa. Eve no estaba segura de que hubiera visto en su vida a la elegante Mira con gafas, y mucho menos con cualquier frivolidad femenina. Con su rostro inclinado hacia el sol, el pelo recogido de nuevo en ondas en la nuca, exponía el colgante multicolor de sus orejas, Mira parecía absolutamente relajada y como en casa con el ritmo casual del verano de la escuela.

Una leve sonrisa suavizaba su hermoso rostro en reposo, mientras que el agua se derramaba musicalmente de piedra en piedra, de nivel a nivel a sus espaldas. Sus piernas excelentes, estaban cruzadas, expuestos por la falda hasta la rodilla de un traje color de crema de vainilla. Sus zapatos de punta abierta en el mismo tono lucían tacones de aguja. A su lado estaba apoyado un bolso parecido a un pétalo de rosa lo suficientemente grande como para tragarse a un niño pequeño.

Eve preguntó si Mira estaba dormida, y si tenía que empujarla o aclararse la garganta. A continuación, con una gran sonrisa Mira suspiró profundamente.

– ¡Dios! ¡Qué día tan hermoso. Yo rara vez puedo aprovechar una mañana tan espectacular como esta. -Mira, se encogió de hombros, y luego los dejó caer en una especie de encogimiento feliz. -Tengo que darte las gracias por sacarme.-

– Bueno, me alegro de que haya un lado positivo. Yo no tenía tiempo para ir al centro y volver. Estamos trabajando duro en esto-.

– Entendido. La edad de la víctima y la conexión a un agente de policía hace que sea una prioridad. ¿Se puede hablar aquí? -

– Sí-. Eve se sentó a su lado. -Pudo leer el archivo.-

– Sí.- Mira tocó brevemente la mano de Eve, un gesto que ambos sabían reconocer por los dolorosos recuerdos de la infancia de Eve.- ¿Hubieras tomado este caso si MacMasters no hubiera pedido específicamente por ti?-

– No elijo las asignaciones para quedarme con la mejor-. El tono agudo, a la defensiva, atrapó a Eve con la guardia baja. Ella se lo quitó de encima. -Si no puedo manejar lo que viene a mí,- dijo, -Yo no merezco la placa. Eso es todo. -

– Para ti, sí, estoy de acuerdo. No con la filosofía, pero si con tu creencia en ella. Ella tiene suerte de tenerte -Deena-, porque tú entiendes a lo que se enfrentó en las últimas horas de su vida. -