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– No es lo mismo-.

– No, nunca es lo mismo. Y, por el contrario, es precisamente lo mismo. Es lo que necesito saber antes de discutir el caso, acerca de tus pesadillas y flashbacks. Es lo que necesito saber-, repitió Mira, suavemente, cuando la cara de Eve se puso pálida. -Si este caso, las exacerba-

– No lo es. No lo hará. No son tan malas. -Arrastrando una mano por el pelo, Eve luchaba para poner su molestia por las preguntas personales a un lado. Mira estaba en lo cierto, admitió, la pregunta debía ser formulada.-Todavía las tengo, pero no son tan graves…-, decidió. -No son tan frecuentes o intensas. Creo que he llegado a un punto -no sé- que pasaron, y nada puede cambiar lo que él me hizo. Pero lo detuve. Si regreso, a las pesadillas, podré detenerlo de nuevo, si tengo que hacerlo. Él no tiene más el poder. Lo hice. -

– Sí.- la sonrisa de Mira era tan brillante como la luz del sol, y de nuevo puso su mano sobre Eve. -Lo hiciste-.

– No puedo parar las pesadillas, pero puedo manejarlas mejor ahora. No son un baile en un prado, el cual no me parece bueno de todos modos. ¿Por qué estar bailando en un prado con todo lo que la hierba alta oculta alrededor escabulléndose en ella, y con insectos que vuelan alrededor de su cabeza como un grupo tan divertido? -

– Hmm-, fue lo mejor que Mira pudo pensar.

– Lo que quiero decir es que no confío en haber quitado todo de mi subconsciente, pero no me patean el culo todas las noches, ya no.-

– Me alegro de oírlo. Me alegra mucho. -

– Tuve un momento, mirando a Deena, a lo que le hizo a ella, que me puso un poco inestable. Pero creo que pasé a través de él. No va a afectar mi capacidad para dirigir la investigación. -

– Me preocuparía tu capacidad para dirigir la investigación si no fueras tocada de alguna manera por lo que se hizo con ella.-

Eve no dijo nada durante unos instantes. -Y trajo esto, lo empujó, para que pudiera salir. Así que no tendría que tenerlo escondido en el fondo de mi mente. -

Mira dio a la mano de Eve una palmadita rápida. -¿Funcionó?-

– Al parecer-.

– Bien, bien por mí. Y por ti. Y Deena. -

– Está bien.- Hecho, pensó Eve. Por ahora. -¿Revisó el video?-

– Sí. Particularmente cruel, ¿no? Por forzar a la niña a decir esas cosas, con la intención de que el padre las escuchara, por mostrar gráficamente al padre el resultado. -

– No hay duda que fue un mensaje para MacMasters-.

– No, ninguna. Era todo un mensaje. La ubicación, el uso de esposas de la policía, el método, e incluso la longitud de tiempo que el asesino se tomó. Horas. -

– Él lo disfrutó-, comentó Eve. -disfrutó en extenderlo.-

– Sin lugar a dudas. Pero más, es una forma de alardear. Un gesto en su cara. Hice esto a lo que amabas, en tu propia casa, y me tomé mi tiempo. -

– La hizo sufrir, quería que MacMasters supiera que había sufrido, que había tenido el poder total sobre ella.-

– Las violaciones son otra forma de poder, y de mensaje. La violé, la lastimé, la humillé, la aterroricé, tomé su inocencia antes de quitarle la vida. -Mira se movió, mirando hacia Eve. -Y así lo hizo, en primer lugar con encanto y deslumbrándola, haciéndola sentir algo por él, creer que él sentía algo por ella.-

– Le hizo más daño de esa manera.- Eve estudió a los alumnos caminar o correr por el campo. -Le hizo más daño cuando ella entendió que él no sentía nada.-

– Se suma a ello, a ese poder. La engañó primero, desarrolló una relación con ella que tomó tiempo y esfuerzo -y otra vez se tomó su tiempo. Gozó con la planificación, el engaño, su enredo romántico con él tanto como con la muerte misma-.

– Es joven. Si pasó de diecinueve años, no puede haber pasado los treinta años. -Ella miraba a la gente que camina por allí, calculando su edad por la apariencia, tono de piel, movimiento, gestos, vestuario. -Y yo diría que más joven. Mediados de los veinte. Pero él es organizado, controlado y centrado. Él no tiene una mente joven, no cede a los impulsos -o ciertamente, no con esto. El acechó, estudió e investigó a su objetivo. Sabía exactamente cómo acercarse a ella. -

– Tendencias sociopáticas, con un propósito-, confirmó Mira. -Es una combinación peligrosa. Aunque el video no fue un impulso, fue indulgente. Necesitaba que MacMasters entendiera: Esto es tu culpa. Incluso la crueldad, la violación, el asesinato no era suficiente, a menos que MacMasters comprendiera que era el culpable de ello. No quería que el padre acabara sólo destrozado, quería que entendiera que esto era el resultado de un acto previo o un delito. -

– Vamos a través de sus casos. Tengo un par de líneas a tirar. -

– Va a estar enterrado allí.- Mira negó con la cabeza. -Nada y nadie obvio. Aunque es difícil creer que este sea su primer asesinato, puede ser. Fue un fin, por lo que puede muy bien haberlo impulsado desde hace algún tiempo. En todas las pruebas que has reunido me indicas que él sabe cómo adaptarse, mezclarse, comportarse del modo en que una sociedad considera normal o aceptable-.

– Ha pasado el tiempo en este campus, y tiene competencias electrónicas.-

– Él tiene educación. Su víctima fue una estudiante brillante, y ella esperaba que él tuviera educación ya que se hizo pasar por un estudiante universitario. Él haría lo que se espera, por lo tanto, aclimatarse. Él tiene un trabajo o una fuente de ingresos. Pero yo creo que él trata con personas. Tendría que hacerlo, para observarlos, para ejercer su oficio de ser lo que se espera. Es probable que viva solo y es considerado por sus vecinos, sus compañeros de trabajo, como un joven agradable. Amable, servicial. Detesta la autoridad, pero tiene cuidado de no demostrarlo. Hace lo que se le dice, y si es necesario, encuentra una manera de devolver cualquier ofensa o delito.

– La policía es el enemigo,- continuó Mira, -pero es poco probable que vaya a tener una hoja. Cosas de menor importancia, tal vez, antes de que él hubiera desarrollado plenamente el control y la concentración. Más que eso, este policía es el enemigo, alguien a ser aplastado. Pero no directamente. Él entiende que es más doloroso tomar a un ser querido. -

– Al igual que MacMasters le quitó uno suyo-.

– Creo que sí. Sí, eso sería mi conclusión. Si se tratara de MacMasters y él, el castigo habría sido más directo. Pero este castigo -es tu culpa- indica un tipo específico de pago. Usted tomó algo mío, yo tomo algo tuyo. -

Pero, ¿quién? Eve se preguntó, frustrada. ¿O qué? -MacMasters estuvo en un escritorio durante mucho tiempo. Él no trabaja en las calles. Él tiene un representante para cerrar los casos, o para supervisar a los policías que lo hacen. Pero es metódico, no llamativo. Es una flecha recta, y él no tiene ningún tipo de terminaciones. Nunca ha bajado a un sospechoso en el trabajo. -

– Hay otras formas de llevar a un ser querido, además de la muerte.-

– Sí, y he pensado en eso. Pero, la violación y la muerte, pasar por todo eso dirigido a él, porque un policía tuvo una parte en enviar a tu hermano, tu padre, lo que sea, a una jaula. Es ojo por ojo. Muerte por muerte. Su propósito, como usted ha dicho. -

– Me inclino a estar de acuerdo, pero la gente muere en la cárcel, son asesinados o se auto terminan. O salen y hacen lo mismo. Los testigos son asesinados para evitar que declaren, y es trabajo de la policía convencerlos de declarar. Las víctimas no reciben siempre justicia. -

– Sí, estuve allí, también. ¿Cómo encontramos a un ser querido de este bastardo, que murió, -murió, fue asesinado, – en los archivos de casos de un policía con más de veinte años en el trabajo? -

– Él va a creer o haberse convencido de que esta persona era o es inocente. Como Deena era inocente. Tú podrías considerar la posibilidad de que esta conexión con el asesino fue víctima de abuso, herido, violado, asesinado dentro o fuera de la cárcel. O uno que se auto-terminó después de la liberación, o después de un ataque. Yo empezaría buscando a alguien que fue estrangulado o ahogado. El método fue otro mensaje. Pudo haberla golpeado hasta la muerte, utilizado un cuchillo, dado una sobredosis. Hay varias maneras de matar a una niña indefensa. Él eligió el método-.