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– Lo vamos a comprobar.-

– Sí. Sí. Pero… esto no es su estilo. -MacMasters se frotó las manos por la cara. -Él iba por mí, o los otros policías. Él me rajaría la garganta, o me cortaría en un abrir y cerrar de ojos, si él pensara que podía salirse con la suya, pero yo no lo veo haciendo esto, u ordenarlo. Además, si iba por mi familia, él querría que yo supiera quién lo hizo. -

– Vamos a verlo de todos modos, y a mirar el resto de su archivo. Voy a necesitar una copia. -

– Usted la tiene. Sé que nunca se puede estar seguro -Se interrumpió un momento, pareció luchar. -No estamos seguros de si, o cuando algo podría volverse contra nuestra familia por el trabajo, pero sé que no me han acechado. Este es un buen vecindario, y hemos mantenido todo a nombre de Carol, en los registros públicos. Corre la voz, lo sé, pero la casa está asegurada, y le inculcamos la seguridad y la conciencia a Deena desde que era niña. -

– ¿Algo más cerca de casa?-, Sugirió Eve. -¿Una discusión o disputa con un vecino?-

– No. Nada-. MacMasters extendió las manos. -Todo el mundo se lleva bien. Deena, especialmente Deena, era muy querida. Ella, -ella hacía los recados para la señora Cohen, una vecina, cuando estaba en cama con un tobillo roto. Le daba de comer al gato de Rileys cuando se fue de vacaciones. Ella…-

– ¿No ha notado a nadie desconocido rondando en la zona?-

– No. No. En todo caso, nunca le habría abierto la puerta a un extraño, especialmente cuando estaba sola en la casa. Miré, mientras esperaba a los uniformados. No pude encontrar ningún signo de robo. No hay nada perdido o alterado. No fue un robo que salió mal. Fue directo y deliberado en contra de mi niña. Y fue alguien que ella conocía. -

– En este punto de la investigación tengo que estar de acuerdo con usted, capitán. Aún no cubrimos todo el suelo. Voy a hablar con sus amigos. Si había un muchacho que le llamó la atención -, prosiguió Eve utilizando la frase de Carol-, puede haber sido más suelta con ellos. -

– No fue… una cita que salió mal. No fue un impulso. -

– No, señor, no creo que fuera. -

– Entonces dime lo que crees.-

Eve miró a Whitney, recibió una inclinación de cabeza. -En esta primera etapa creo que ella puede haber tenido una cita, planeado entretener a un amigo, -alguien que pudo haber conocido fuera de su círculo. Alguien a quien pudo haber traído. Creo que él la incapacitó. Hay un vaso, la única cosa fuera de lugar en la cocina, que llevamos como prueba. -

– La drogó-. Las emociones rasparon las palabras crudas.

– Es posible. Capitán, todavía no puede sacar conclusiones, y no estoy del todo cómoda delineando la especulación. Le prometo que lo mantendremos informado. Le prometo que mi pareja y yo, y el equipo que ya he empezado a montar, vamos a trabajar diligentemente para encontrar las respuestas. -

– La pedí a usted, teniente, porque no tengo ninguna duda de eso-. Apretó los dedos a los ojos. -Para el registro, y para repetir la declaración que di al comandante: Mi esposa y yo regresamos temprano de unas vacaciones de dos días. Las cerraduras estaban aseguradas. Las cámaras, lo descubrí más tarde, estaban apagadas. No me di cuenta de inmediato. Fuimos directamente arriba. Llevé el equipaje a nuestra habitación, mientras que Carol se fue a la habitación de Deena para ver si estaba despierta. Ella gritó. Mi mujer gritaba, y corrí directamente a ella. La encontré tratando de levantar a Deena de la cama. Pude ver… -

– No hay necesidad, capitán. Puedo referirme a la declaración que dio al comandante. -

– No, todos sabemos que necesita ser repetido. Pude ver que Deena se había ido. Vi la evidencia de abuso sexual y física -la sangre, los moretones, las esposas. Aparté a mi esposa fuera de nuestra niña porque… Sabía que tenía que hacerlo. Luchó, pero fui capaz de sacarla de la habitación y llevarla a nuestra habitación en la que utilicé tanto la fuerza como la intimidación para mantenerla allí mientras me puse en contacto con el comandante. Me doy cuenta de que ese no es el procedimiento. Debía haber llamado a los uniformados, pero… -

– Yo hubiera hecho lo mismo.-

– Gracias.- Su pecho se estremeció mientras luchaba por controlarse. -Le expliqué la situación al Comandante. Le pedí su ayuda. Los uniformados que envió llegaron. No, eso no es exacto. Volví a la habitación de Deena primero. Tenía que ver… yo tenía que estar seguro. Convencí a Carol de que viniera abajo, y en ese tiempo comprobé la seguridad y busqué indicios de robo. Luego llegaron los uniformados. El comandante y la señora Whitney llegaron poco después. En ese momento, el comandante y yo fuimos de nuevo a… a la escena. Luego la pedí como primaria. -

– Gracias, capitán. He enviado dos uniformados para hacer el puerta a puerta. Con el permiso del comandante voy a hacer una copia en todos los informes. -

– Permiso concedido. El equipo forense está aquí -, agregó Whitney cuando vio el coche que se detenía afuera.-Sería mejor si mantenemos a Carol en la cocina.-

– Voy a volver con ella.- MacMasters se paró. -Si usted ha terminado conmigo, por ahora, teniente.

– Sí. Los barrenderos estarán por toda la casa pronto. ¿Hay algún lugar donde usted y su esposa puedan ir por el momento? -

– Vas a volver a casa con nosotros-, dijo Whitney.

MacMasters asintió con la cabeza. Eve pensó que el policía estaba comenzando a desvanecerse. Sus manos temblaban, e incluso mientras observaba, las líneas en las esquinas de sus ojos parecían más profundas.

– Voy a estar en contacto, capitán. Una vez más, estoy muy apenada por su pérdida. -

Cuando MacMasters salió era un hombre aturdido. Whitney se volvió hacia Eve. -¿Conclusiones?-

– Especulaciones es más preciso. Ella lo dejó entrar, tenía previsto hacerlo. Imposible decir en este momento si ella lo trajo a casa con ella o si él vino aquí por su cuenta. Ella ordenó comida del AutoChef. Lo más probable es que comieran. Si él la drogó, dejó el vaso sobre el mostrador, fue deliberado. -

– Él quería que nosotros lo supiéramos-, concluyó Whitney.

– Sí, señor. Fue personal, planificado y deliberado. Las violaciones fueron muy violentas, los hematomas faciales se ven como una idea tardía, como espectáculo. Creo que la ahogaba, la sofocada, tal vez llevándola dentro y fuera de la conciencia para prolongar lo que estaba haciendo, su dolor y su miedo. Quería el dolor y el miedo. La hora de la muerte es después de las tres de la mañana. Todo lo que he sabido hasta aquí indica que la víctima no habría dejado a nadie, incluso a un chico del que estuviese medio enamorada, quedarse por la noche. -

– No. No, no creo que hubiera hecho eso. A menos que… si ella creyera que alguien necesitaba ayuda. Alguien que conocía. -

– Es una posibilidad. Lo más probable es que estuviera aquí durante algún tiempo, una cantidad considerable de tiempo. A menos que las barredoras encuentren pruebas de lo contrario, creo que toda la violencia tuvo lugar en su dormitorio, y después de que él le había esposado. Él no corrió ningún riesgo. Él vino aquí para realizar una cosa específica, y así lo hizo. -

– Comprueba con otros crímenes-, comenzó Whitney, luego se detuvo. -Te estoy diciendo cómo hacer su trabajo. En su lugar, debería dejarte hacerlo. -

– Yo voy a empezar con sus amigos. Podemos tener suerte, conseguir un nombre, una descripción. Tengo el vaso que Peabody embolsó enviado directamente al laboratorio. He solicitado a Morris como médico forense. Feeney, McNab, y el que asigne Feeney de EDD se encargarán de la electrónica. También vamos a hacer un barrido del parque donde corría. Si conoció a su asesino allí, alguien podría haberlos visto juntos. Vamos a echar un vistazo a García, aunque estoy de acuerdo con el capitán en eso. -