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– No es un individuo, no son las iniciales de costumbre. Sólo la P, que podría ser por qué me falta él. -

– También puede ser porque Peredyne aparece en la lista como un brazo de Iris Sommer Memorial-.

– Es inteligente. Bueno, tú eres más inteligente ya que lo encontraste. Tengo que correrlo para asegurarme de que no es…

– Ya lo estoy haciendo-, le dijo. -Y… no está incluido en Nueva York como una empresa. Se trata de un caparazón dentro de un caparazón. -

Se volvió, salió corriendo al bullpen. -Baxter-.

– Buen trabajo, Dallas.- Él le dio un guiño, un saludo. -Me encanta ir a la cabeza del rollo.-

– Tú no vas al rollo. Sala de conferencias, en cinco minutos. Trueheart, con Baxter. -

– Pero…

Ella simplemente se volvió y sacó su nuevo comunicador de su bolsillo mientras se movía. -Feeney,- dijo. -Hemos encontrado el agujero del bastardo. Sala de conferencias. Ahora. -

– Yo quiero jugar-, le dijo Roarke.

– Te lo has ganado.- La tomó antes de que ella lo agarrara, la besó, justo en frente de un pasillo lleno de policías. En cambio, ella le envió una sonrisa feroz. -Tráeme un tubo de Pepsi, ¿si?-

En menos de noventa minutos, Eve tuvo la bonita casa de ladrillo en el West Village cubierta. Policías vestidos de civil estaban sentados en una mesa frente a un restaurante pequeño, encorvado en los vehículos, paseando por las aceras. Eve compró un perro de soja de un carro de deslizamiento manejado por Jenkinson.

– Algunos de ellos dan consejos-, dijo. -Yo mantengo lo de los consejos-.

– No quiero oír hablar de eso.-

– Tal vez él escapó, Teniente.- Él le dio el perro.

– No hay razón para hacerlo. El hijo no hizo una llamada, no le habló todavía. Si lo piensa, hace la demanda, lo podemos aplazar. Por lo que Pauley sabe, el fruto de sus lomos de mierda está ocupado matando a una anciana. -

Roarke tomó el segundo perro, caminó alejándose con Eve. -Yo podría entrar fácilmente en el lugar.-

– Sí, y eso es lo que vamos a hacer si no se muestra en una hora. Tenemos nuestra orden. Pero como los sensores muestran que el lugar está vacío, prefiero esperar-.

Mordió al perro. -Esperamos hasta venga, hasta que la zona esté más cerrada. Que no tenga ningún lugar para correr. Jesús, la casa de Louise está sólo una cuadra de distancia. Yo prácticamente pasé por este lugar hace unos días. Podría haber pasado al hijo de puta en la calle. -

Roarke le tomó la mano, entrelazó los dedos con los de ella. -Parte de nuestra cubierta,- dijo él con facilidad.

– Claro. Él no está en casa porque está en algún lugar donde puede ser visto, donde pueda comprar algo, pedir un recibo con la hora marcada. Por si acaso. Siempre ha estado cubriendo su propio culo. -

Un tema difícil para una bonita noche de verano, pensó Roarke, pero necesitaba hablar de ello. -¿Por qué moldear el muchacho como un asesino?-

– Tal vez no tenía que moldearlo tanto. No tengo ni idea. Eso es para Mira o alguien como ella. Yo supongo que tal vez se lo comió él un poco. Tal vez fue su manera de darle vuelta, no sólo para ser un héroe para Darrin, sino para que él pudiera creer lo que estaba vomitando. Todos los demás tiene la culpa, todo el mundo tiene la culpa. Hay que castigarlos. -

– ¿La razones son importantes para ti?-

– No. No creo que lo sean. -

– ¿Dallas?-

Se dio la vuelta, vio a Charles Monroe, el futuro novio, sonriendo mientras corría hacia ellos. -Mierda-.

– ¿Qué demonios están haciendo por aquí? Salí de su casa hace menos de una hora. Pensé que había grandes planes para las damas esta noche. -

– Hay. Debería estar haciendo algunas cosas… ahora. -¿Qué demonios, pensó, era una buena cobertura. Sólo algunos amigos hablando en la calle. -No es tu cuadra.-

– No. Estoy caminando un poco por algunos nervios. Mañana… es-.

– No te ves nervioso para mí-, comentó Roarke.

No, Eve estuvo de acuerdo. Parecía estúpidamente feliz, al igual que Louise. Y elegante a pesar de la camisa y pantalones casuales.

– Imagino que el ensayo salió bien. Lo sentimos sobre la necesidad de sustitutos-.

– No hay problema, y nos fue muy bien. Por lo que yo puedo decir. -Él se rió un poco. -Yo quiero que sea perfecto para ella. Me sorprendí a mí mismo controlando la previsiones meteorológicas cada diez minutos de camino a casa, y una vez que llegué allí. Así que salí. Deben venir, vamos tomar una copa, sálvenme de mi obsesión por el tiempo. -

– No podemos. Estoy en un operativo, y lo estoy viendo-, dijo. -Mantengan las posiciones. ¡Déjenlo cruzar la puerta, a continuación, muévanse!-

– ¿Qué?-

– Sigue hablando-, le dijo a Charles. -Roarke, habla con Charles.-

– ¿Has hecho tus planes de luna de miel?- Roarke preguntó agradablemente incluso cuando sus ojos seguían al hombre que paseaba por la acera con una bolsa de compras.

– Ah, sí. Vamos a la Toscana-.

– No mires a tu alrededor, Charles. Habla con Roarke-.

– Nosotros… tendremos un chalet allí un par de semanas. Entonces…

– Fue genial verte.- Eve le dirigió una gran sonrisa, alzando la voz cuando Pauley se acercó a su puerta del jardín. -Ojala tuviéramos más tiempo, pero tenemos que… ¡Vamos!-

Ella corrió, cogió la puerta que Pauley dejó para desplazarse y la cerró detrás de él. Y presionó su arma a la parte posterior de su cuello. -Usted no quiere moverse.-

Diez policías armados rodearon el patio, apuntando con sus armas. La bolsa que Pauley sostenía cayó al suelo, rompiendo el contenido.

– ¿Qué está pasando? ¿Cuál es el problema? -

– Las manos detrás de su espalda. ¡Oh, por favor, dude. Por favor, trate de correr o resistir. Dame una excusa-.

– Estoy cooperando.- Puso las manos detrás de su espalda, y Eve le esposó. -No quiero ningún problema. No lo entiendo. -

– Entonces voy a explicar.- Ella se lo tiró todo a la cara. -Vance Pauley, está bajo arresto por conspiración para cometer asesinato, dos cargos, y conspiración con intento de asesinato, un cargo. Usted tiene el derecho a guardar silencio. -

– Yo no-

– Cállese. ¿No le acabo de decir que usted tiene el derecho a permanecer en silencio? -Terminó la versión revisada del Miranda, y luego dio una patada a los fragmentos de vidrio en el suelo. -Compró un brebaje de primera. Creo que planificó una pequeña celebración para cuando su hijo llegara a casa esta noche. Lo que pasa es que no vendrá a casa, por el resto de su vida. Y se volcó sobre ti, papá. -

Él se puso pálido y sus ojos se volvieron oscuros y enojados. -No sé de lo que está hablando. ¿Dónde está mi hijo? Tengo derecho a…

– Le di todos los derechos que usted va a conseguir. De tal palo, tal astilla. Cuando llegó el momento de la verdad, cubrió su propio culo. -

– Eso es mentira. Nunca habría dicho nada contra mí. -

Ella sonrió. -Lleva a este pendejo delirante a la Central. Regístralo en la cuenta cargada y lo meten en una jaula. Hablaremos pronto, Vance. Muy pronto. -

Se volvió hacia Roarke y a un fascinado Charles. -Ahora tú y los e-geeks pueden eludir la seguridad. Por los números, la gente -dijo ella en voz alta. -Quiero que registren de arriba a abajo, por dentro y por fuera. Embólsenlo, etiquétenlo y regístrenlo. -

– Bueno-. Charles le sonrió. -Este fue sin duda un emocionante paseo por el barrio.-

– Hacemos las calles más seguras para los recién casados. Me tengo que ir. Nos vemos a la mañana.

– Voy a estar allí. Ah, dile a Louise, cuando la veas, dile que no puedo esperar.-

– Voy a hacer eso.-

Ella lo tomó sola. Ella no veía ninguna razón para mantener a cualquiera de los equipos en el reloj por más tiempo. Con una caja grande, entró en la entrevista.