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”Ahora me gusta el arte. Lleva algún tiempo encontrarle la vuelta. Lo que tienen que hacer es decirse a sí mismos: “En realidad esto no me llevará a ninguna parte”, y así no tendrán problemas. Es extraño. Sus científicos no sabían qué buscar ni dónde buscarlo, pero a veces tuve la impresión de que sus poetas divinizaban lo universal… Discúlpenme. Mi inmersión en la historia de ustedes, en particular en estos últimos diez mil años, aunque a menudo estuvo envenenada por un ineludible (y obligatorio) desprecio, me ha hecho… ¿Por qué he pedido disculpas?

Y en realidad el campo de fuerza que se propagaba desde el portero de Marte pareció debilitarse. El metal de que estaba hecho había perdido el brillo de lo meramente metálico. Su cabeza inclinada hacia adelante por un momento adquirió la curva de la cabeza de un bebé.

– Digan algo, excelsos DNA. Seres humanos, adelante, desengañen al portero de Marte. Tengo una teoría contraintuitiva. Creo que es una tontería pero no puedo sacármela de la cabeza. Es más o menos así: sé que estoy a mitad de camino con el tema de la religión. Seguramente así tiene que ser. Es como un tapiz empapado en sangre, ¿no? Ustedes tuvieron que hacerla así, por el arte. Pero, díganme. ¿Va más allá? Como Guernica, que sucedió para que Picasso pudiera pintarla. No hubiera existido Beethoven sin Bonaparte. La Primera Guerra Mundial en cierto modo fue representada por Wilfred Owen, entre otros. Los acontecimientos en Alemania y en Polonia a principios de la década del 40 tuvieron lugar para Primo Levi y Paul Celan. Etcétera. Pero ya me está pareciendo que no fue así. No es así, ¿verdad, Miss Mundo?

– No, señor -respondió Miss Mundo-. No es así.

– Ya me parecía. Bien, en cierto modo -dijo el portero de Marte demostrando interés-, esto facilita mi último trabajo. Me alegro de que nos hayamos conocido. ¿Saben cuánto tiempo me llevó darme cuenta de cómo hacen las cosas ustedes? Técnicamente soy un sobreviviente de un mundo Tipo V disciplinado, y por lo tanto tenía acceso directo a ciertas fuentes de información. Figuraba en un mailing. Por mis estudios llegué a pensar que los otros mundos eran siempre rápidos y fluidos, y sobre todo que siempre respondían en su impulso hacia la complejidad. Pero ustedes no. Ustedes siempre tenían que hacerlo a su propia velocidad. Eran un tormento para los observadores, pero ésa era la modalidad de ustedes, y cada vez que yo trataba de sacar conclusiones era un fracaso total.

– Perdón, señor. -La que hablaba era Incarnacion Buttruguena-Hume. -¿Nos está diciendo que usted influía en los acontecimientos de la Tierra?

– Sí, y le daré un ejemplo. Sí, de vez en cuando trataba de animar un poquito las cosas. Por ejemplo con Aristarco. Hace casi exactamente veintitrés siglos aparece este caballero griego que estudia las fluctuaciones en el brillo de los planetas. Yo hice que él…

– ¿Usted hizo que él…?

– Sí. En el radio neural. Cuando ustedes los científicos hablan sobre sus grandes momentos de revelación… una sensación de agradable vacuidad seguida por montones de matemática… están describiendo una asistencia telepática desde Marte. Este Aristarco aparece en un sistema heliocéntrico completamente coherente. Hace correr la voz por todo el país. ¿Y qué sucede? Ptolomeo. El cristianismo. Ustedes no estaban preparados. De manera que tuvimos que sentarnos y esperar dos mil años a Copérnico. Cosas así sucedían todo el tiempo.

Los murmullos se apagaron en la fría oscuridad. Pioline (conteo de los neutrinos solares) dejó escapar una mezcla de suspiro y gemido con componentes de enojo pero con todavía más componentes de tristeza. Cuando se instaló el silencio el portero de Marte tuvo un pequeño estremecimiento de sorpresa y dijo:

– ¿Les molestó eso? ¡Vamos! Eso es lo de menos. Bienvenidos al mundo estercolero.

– ¿Pero algunas cosas resultaron? -dijo lord Kenrick-. ¿Ustedes nos dieron forma? ¿Es eso lo que quiere decir?

– …Sí, me entretuve un poco con ustedes. Así es. ¿Y qué? Estaba programado para eso. Tenía… consignas. Algunas cosas funcionaron. Otras no. La esclavitud es obra mía, totalmente. Sí, la esclavitud fue mi bebé. Eso sí que funcionó. Es algo que salpica a todos los mundos, en los comienzos de su historia. Es una buena práctica para tiempos posteriores. Porque el Ultraverso está centrado en la esclavitud. Bien, en la Tierra se podría decir que se les fue de las manos. Pero en un planeta que no selecciona parecía un desarrollo necesario. Aun en su época de decadencia la esclavitud tuvo distinguidos aunque a menudo vacilantes sostenedores. Locke, Burke, Hume, Montesquieu, Hegel, Jefferson. Y hay una influyente justificación en el libro sagrado de una de las tribus nómades de ustedes en la Edad de Bronce.

– ¿Cuál?

– La Biblia. ¿Alguna pregunta más?

– ¿Qué carajo es este asunto de “tropezar con el cable”?

– También es parte del programa. No se pudo establecer contacto con la Tierra hasta que ustedes tropezaron con el cable. Lo hicieron el 9 de junio. El día que llamé a Incarnacion desde aquí.

– ¿Qué pasó el 9 de junio? -preguntó Montgomery Gruber (geofisiología)-. Acabamos de mirar, y no sucedió nada.

– Quiere decir que miraron y creen que no sucedió nada. Sucedió mucho. Algún estúpido castor o nutria taponó un tributario menor del río Lee en el estado de Washington… en ciertas altitudes una fracción crítica de vida microbiana experimentó cambios significativos en su metabolismo respiratorio…y hubo ese pequeño incendio en los bosques en Albania… Fue suficiente. No hace falta saber cómo están relacionadas estas cosas, lo seguro es que están relacionadas. Todo esto con un fondo de fósforo movilizado, carbono enterrado y escape de hidrógeno. Todas las sinergias necesarias quedan encerradas.

– Y eso significa que…

– Significa que comienza a crecer la cantidad de oxígeno en la atmósfera de la Tierra. Por fin irreversiblemente. Durante un tiempo no se notará la diferencia. Pero al final de la década del 60 llegará al 27 por ciento. Sí, lo sé: es una lástima.

Incarnacion y Miss Mundo intercambiaron una rápida mirada. Porque ahora los científicos gritaban, gesticulaban, lanzaban exclamaciones. Miss Mundo dijo:

– Por favor, señor, no entiendo.

– Significa que tendrán que ser muy, muy cuidadosos con sus fuentes de calor, Miss Mundo. Con esa concentración, encender un cigarrillo y arrojar el fósforo por encima del hombro provocaría un holocausto. Todo es muy lamentable, porque se trata del tipo de problema muy fácil de solucionar si se lo toma a tiempo. En los próximos años tendrán que trabajar muchísimo en la obturación de los volcanes y el control de las tormentas. Con pocas posibilidades, por desgracia. Parece que de todas maneras el sistema solar se está cerrando. Allá afuera hay un planetesimal con el nombre de ustedes escrito en él. Se espera que un asteroide del tamaño de Groenlandia llegue a la superficie de la Tierra, en la península Ibérica, en el verano desusadamente tórrido de 2069. A doce kilómetros por segundos. Ya. Tal vez hubo una perturbación en el radar por un par de días al comienzo de la década: podrían haber duplicado la cifra de 2037 cuando vieron partir al Spielberg-Robb. Pero el hecho es para entonces necesitarán sus armas nucleares. Un conductor de masas no lo logrará, por el inglés que hay en este asteroide. Sin embargo, desafortunadamente, ahora hay un problema en las armas nucleares de ustedes, que tendrían que haber comenzado a funcionar mucho antes para poder rearmarlas a tiempo. Obviamente un cuerpo de este tamaño que se mueve a dieciséis veces la velocidad del sonido tendrá considerable energía kinética: esa energía será liberada como calor. Y desgarrará el manto y la corteza, arrancando de su lugar a miles de millones de toneladas de magma. Es todo muy lamentable. Marte mismo puede sufrir daños menores con la explosión.