Naturalmente, Aguas turbulentas es una obra de ficción totalmente imaginaria y el doctor Kennet Lovell sólo existe en sus páginas.
En junio de 1996 hallaron en la cima del Ben Alder el cadáver de un hombre muerto como consecuencia de unos disparos, cuyo nombre era Emmanuel Caillet, hijo de un banquero francés. Se ignora qué hacía en Escocia y, aunque según el informe de la autopsia, basado en los indicios del escenario del crimen, el joven se había suicidado, había discrepancias y detalles inexplicables que inclinaron a los padres a no aceptar tal conclusión.
Ian Rankin
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