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El corazón casi se le detuvo en el pecho. La habitación pareció estar repentinamente en silencio; todos los sonidos del hospital se habían apagado.

Los dedos se separaron de los suyos, y la ráfaga de aire volvió a levantarse, acariciando sus mejillas, como si alguien le hubiera dado un gélido beso sobre la piel.

El perfume flotaba a su lado… el mismo cautivador aroma que Jennifer se ponía cada vez que hacían el amor…

¡Jennifer!

Sus ojos se abrieron de golpe.

Su aliento se hacía vapor en el frío. Pestañeó varias veces, preguntándose cómo era aquello posible. No podía mover la cabeza, pero, por el rabillo del ojo, vio la entrada a la habitación y, a un lado, una silla. En ella, Kristi dormía con su cabeza inclinada hacia delante.

En el umbral, iluminada por la luz del exterior, había una mujer con un vestido negro.

Era alta.

Delgada.

El cabello color caoba le caía sobre la espalda.

¡Oh, Dios! No podía ser cierto…

Ella miró por encima del hombro y sonrió.

Aquella mirada, atractiva y seductora que él conocía tan bien se dibujó sobre sus labios rojos.

Se sentía como si hubiera vuelto atrás en el tiempo. Su corazón se sobresaltó.

– Jennifer -susurró, pronunciando por primera vez en muchos años el nombre de su difunta ex mujer-. Jennifer. Pestañeó.

Se había marchado.

– ¿Papá?

Movió sus ojos hacia la única silla de la habitación. Kristi lo miraba, con tensión en sus ojos, y una arruga de preocupación sobre su tersa frente. ¡Jesús, se parecía a su madre!

– ¡Estás despierto! -Kristi se levantó de la silla en un instante, con los ojos cargados de lágrimas-. ¡Oh, Dios, estás bien! -exclamó, de pie junto al borde de la cama, cogiendo su mano y apretándola-. Viejo chiflado, ¡me has dado un susto de muerte!

– Tu madre -dijo él ansiosamente, preguntándose si estaba perdiendo el juicio-. Estaba aquí.

– ¿Mamá? -Kristi sacudió su cabeza-. Vaya, ¿qué clase de drogas te están dando?

– Pero ella estaba aquí.

– Te digo que eso es por la morfina. -Kristi reía a través de sus lágrimas.

– ¿No la has visto?

Kristi volvió a sacudir la cabeza.

– Aquí no había nadie, he estado todo el rato. Sí, me he dormido, pero… ¡Jesús, qué frío hace aquí! -Estaba tiritando-. Pero me alegro de que hayas vuelto -confesó-. Estaba tan asustada… quiero decir, pensaba que no lo conseguirías… Pero eres más duro que la mayoría.

Bentz no estaba atemorizado.

– Pero estaba aquí… tu madre… yo la vi… saliendo por la puerta…

– No, papá, soy yo. Estás confuso. -Lo miró con un poco más de seriedad, entonces miró hacia la puerta. El umbral vacío-. Ya sabes -dijo volviéndose hacia él -, has estado en coma durante casi dos semanas y yo sé lo que es eso. Es de lo más extraño. A veces, cuando finalmente despiertas, tienes un enorme embrollo en la cabeza.

– ¿No la has visto? -Hizo un vano esfuerzo por sentarse. Sus brazos estaban débiles y sus piernas… Diablos, todavía no respondían. Ni siquiera podía sentirlas, no como sentía sus brazos y hombros.

– No estaba aquí -insistió Kristi nerviosa y rápidamente. Como si ella también supiera que había ocurrido algo extraño-. Mira, tengo que llamar a la enfermera y al doctor. Y a Olivia. Ya está de camino hacia aquí, pero me mataría si no la llamase. Y al personal. Tengo que hacerles saber a todos que estás despierto. -Ya se dirigía hacia la puerta, el umbral en el que Jennifer había estado hacía tan solo unos segundos.

– Ella estaba aquí, Kristi -afirmó Bentz, seguro de estar en lo cierto. No era una alucinación. Ni un efecto de las drogas. Ni confusión debido a su medicación. Tanto si le creían como si no, él sabía la verdad.

Jennifer Bentz había regresado.

Lisa Jackson

Lisa Jackson nació en una pequeña ciudad al pie de las Cascades, en el estado de Oregon en 1970, y no se dedicó por completo a la escritura hasta que su hermana la animó a ello y a llevar a un editor su primer libro. Desde entonces, Jackson escribe novelas de suspense romantico contemporaneo para Kensington Books y de suspense romántico medieval para Onyx Books. Más de cincuenta libros publicados por esta autora, la han converido en la dama de la novela romántica de suspense presente en las listas de best-sellers más prestigiosas.

Vive con su familia en el Noroeste del Pacífico. Le gustan las actividades al aire libre con su familia y amigos…

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