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– Esto es clásico en Xavier -dijo Razvan-. Siempre tiene una puerta trasera para escapar y generalmente es una trampa de algún tipo. No es un hombre que luche a muerte. Escapa para luchar otro día. Los cuadrados indican su patrón. En los últimos años ha tenido problemas de memoria, así que utiliza el mismo todo el tiempo. -Examinó el suelo-. A siete cuadrados de la apertura y a la izquierda es donde está su ruta de escape probablemnte. Este cuarto está bien protegido. El suelo es una trampa. Tendrá una desagradable y pequeña mascota. Y no piseis el agua ni toqueis la que se filtra de las paredes.

Los aplausos los asustaron. Arriba, en la pared más lejana, Xavier apareció, aplaudiendo. Parecía más pequeño de lo que Ivory recordaba de su juventud y su rostro estaba arrugado y envejecido, pero estaba en una forma sorprendente teniendo en cuenta que tenía que haber muerto hacía siglos. Llevaba largos ropajes y su barba era blanca, larga y suelta, perpetuando su reputación de mago tremendamente poderoso. A su lado tenía su bastón de aspecto muy inocente, pero la bola de cristal al fondo resplandecía blanca como la leche y emitía una mancha rojo oscuro en el centro. Sangre de corazón, en forma de ojo, devolviéndole la mirada fijamente, provocando un escalofrío en su espina dorsal.

– Bueno, bueno, chico. Has vuelto a casa y has traído invitados contigo -saludó Xavier. La voz del mago hizo eco y las paredes se abombaron.

Razvan dio un paso hacia adelante, su cuerpo bloqueando parcialmente a Ivory, manteniendo libres los brazos, pero colocándose en una posición que le permitiera detener la fuerza del bastón. Lo había visto demasiadas veces para no reconocer la amenaza real que suponía para todos ellos.

El suelo se inclinó, amenazando con tirarlos al cuarto, pero Ivory, Razvan y Vikirnoff se estabilizaron. Natalya estaba ligeramente inclinada y el repentino giro la hizo tambalearse. Extendió la mano y su palma rozó la pared.

Instantáneamente el hielo se agrietó y el peso de su cuerpo la venció enterrando la mano y el brazo profundamente en la grieta. El hielo se cerró alrededor del miembro brutalmente, atacándolo, aplastándole los huesos, apretándolo. Intento transformarse en niebla, pero el brazo estaba bien agarrado. Luchó mientras Vikirnoff se giraba para tratar de ayudarla, intentando frenéticamente cavar para liberarla mientras Natalya intentaba calentar el hielo que le rodeaba el brazo para fundirlo.

La mirada de Ivory no abandonó nunca a Xavier, observando su próximo movimiento. La complacía que Razvan siguiera mirándolo también. El mago había utilizado deliberadamente a Natalya para intentar distraerlos. Arañas de hielo ya estaban surgiendo de las grietas de hielo, apresurándose hacia Natalya con sus colmillos venenosos.

Lara era amiga de las arañas de hielo, dijo Razvan. Vuélvelas contra Xavier.

Ivory, sin que su mirada se apartara de Xavier levantó inmediatamente las manos, trazando un patrón en el aire.

Arañas, arañas de cristal de hielo,

Nosotros no somos los enemigos que buscais.

Nosotros no buscamos maldad,

Mirad nuestros corazones, ved que son puros

Recordad a Lara, una amiga querida.

Inmediatamente las arañas se detuvieron, luego se giraron bruscamente, arrastrándose rápidamente lejos de Natalya y de vuelta a sus grietas.

Pequeñas de arañas de cristal de hielo

Os invoco a tejer y coser.

Enviad a vuestros acólitos a la guerra

A buscar el mal, para desterrarlo para siempre jamás.

Las arañas se dejaron caer por sus hilos desde el techo, envolviendo a Xavier mientras miles de ellas surgían del hielo en una carrera para alcanzarlo. Las redes se elevaron vacías. Xavier apareció en el saliente más próximo, riéndose. Un segundo y un tercer Xavier aparecieron… todos riéndose… los tres idénticos y todos con bastón. Los tres magos levantaron sus brazos y un viento surgió, atravesando rápidamente la cámara. Las arañas se retiraron inmediatamente, buscando grietas en el hielo para ponerse a salvo.

Ivory se negó a estremecerse o a apartar la mirada mientras el aullante viento atravesaba la cámara de hielo directamente hacia ellos, llevando proyectiles de hielo, pequeñas y grandes lanzas con puntas mortales. Busca al vampiro, advirtió a Razvan, sin apartar ni una vez los ojos del mago. Alzó la mano con un movimiento desdeñoso.

Lo que es hielo, ahora está a mis órdenes

De ahora en adelante brinda un escudo para proteger y detener.

Detener y guardar, protegernos,

Desvía estas lanzas, esas llamadas del mal.

Los misiles de hielo se resquebrajaron y cayeron inocuamente al suelo a los pies de Ivory. Ni se movió un milímetro ni miró tras ella para ver si Vikirnoff progresaba en liberar a Natalya.

– Veo que atendías en mis clases -dijeron los tres magos con una reverencia burlona.

Detrás de ellos los lobos rugieron de repente, las cabezas surgiendo de la piel. Vikirnoff oyó el aviso, girándose para encarar a Sergey que se lanzaba a por ellos desde arriba. Su rostro era una máscara retorcida de odio. Vestido con ropa de guerra, llevaba un chaleco de armadura, del tejido más fino y ajustado que Vikirnoff hubiera visto nunca antes.

Natalya dejó de luchar para liberar el brazo atrapado, ignorando el intolerable dolor y agarrando la espada que Vikirnoff le tiró a lamano libre.

– Vikirnoff -gritó ella-. Ten cuidado. Las paredes están avanzando sigilosamente. -Cada poco tenía que dar un pequeño paso mientras la extensión de hielo iba hacia ella, la pared casi rozándole el pie en un esfuerzo por atraparla entera-. Veo dos pequeñas sombras, astillas en realidad. Estáte atento a ellas, todo a su paso se atrofia.

Los fragmentos que Gregori sacó de mí, envió Razvan por la antigua senda. Han debido volver hacia Xavier. Tenemos que destruirlos, también.

Déjaselo a Vikirnoff y Natalia, le dijo Ivory a Razvan. Tenemos que confiar en que mantengan a Sergey lejos de nuestras espaldas. Está preparando el bastón. El de la derecha es realmente Xavier. Vigila adónde apunta el bastón. Ese será el verdadero objetivo.

¿Cómo lo sabes?

El viento. Fluyó por delante de él sin tocarle la barba. Ha erigido algún tipo de barrera a su alrededor para protegerse. Mira los patrones del flujo de viento.

Razvan no cuestionó su juicio. Ella había estudiado la forma de actuar de Xavier con mucho detalle, y esta era justo el tipo de cosas que el mago solía hacer.

El mago agarró su bastón y apuntó, no a ellos, sino a la pared más lejana. Los otros dos magos apuntaron con sus bastones a Ivory y Razvan. Ninguno se movió, manteniéndose firmes mientras la pared cercana a ellos estallaba con una explosión atronadora. Llovieron pedazos de hielo y piedra, los escombros que caían activaron numerosas trampas mientras golpeban el suelo de la cueva. La batalla detrás de ellos era feroz, Natalya intentaba fieramente entrar en acción, Vikirnoff bloqueaaba al vampiro para que no se acercara a ella. Los lobos rabiaban, queriendo saltar libres, pero Ivory los refrenó, ordenándoles esperar… como hacía ella.

Un solo sonido atravesó la caverna. Un rugido de rabia. Detrás de ellos, el cazador y el vampiro vacilaron. Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Ivory. La piel le picó cuando el pelo los lobos se erizó, pichándola con mil agujas afiladas.

No puedo apartar los ojos de Xavier, Razvan. Tendrás que ocuparte tú de eso.