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– No me siento intimidada por el Oscuro -negó Ivory-. Sólo deseo seguir mi camino.

La mujer la tentaba con su oferta. La curación ciertamente sería larga hasta volver a recuperar la fuerza, pero si tomaba la sangre del Oscuro, él podría rastrearla más fácilmente. La sangre llamaba a la sangre. Y sería muy vulnerable. Él podría tomar fácilmente su sangre y entonces siempre tendría que preocuparse porque él pudiera encontrar su guarida. De cualquier forma, Sergey sabía que estaba viva. Quizá consiguiera entrar en su cabeza e intentaría encontrarla.

Suspiró y sacudió la cabeza.

– Lamento no poder aceptar tu generosa oferta, pero gracias -le dijo a Sara.

Rajá gruñó una advertencia y ella se dio cuenta de que Gregori se había acercado más. El Oscuro se detuvo cuando ella balanceó la espada hacia él, orientando la hoja hacia las partes más suaves de su cuerpo.

– Serías verdaderamente muy insensato, Oscuro, intentándolo.

– Te tambaleas de fatiga -dijo Gregori-. Si he dicho algo para hacerte pensar que deseo hacerte daño, me disculpo. Seguramente puedes ver que mi única preocupación es tu salud. Mientras estamos aquí de pie, los parásitos han tenido más oportunidad de esparcir su veneno por tu cuerpo.

– Sé muy bien lo que los parásitos pueden y no pueden hacer.

Se estiró hacia Razvan, desesperada ahora. El sanador estaba demasiado cerca para sentirse cómoda, quizás muy cerca. Ivory no era lo suficientemente insensata para ignorar la reputación del hombre. Era conocido a lo largo y ancho de la comunidad como un peligroso y despiadado defensor del Príncipe y del pueblo Cárpato.

A menos que le permita darme sangre, no tengo más elección que abrirme paso luchando.

No tendrás que luchar. Doy mi vida por la tuya. Sigue mi ejemplo. Habla con la mujer, les distraerá durante otro par de minutos.

Había algo tranquilizador en su tono. Había dejado un guerrero roto y caído, pero él se había levantado como algo enteramente diferente. Había confianza en su voz. Razvan era un Buscador de Dragones, uno de los más antiguos y más poderosos linajes Cárpatos, y había soportado tortura y sufrimiento durante cientos de años sin sucumbir a la oscuridad. Ella había estado en su mente, y sus recuerdos eran muchos. Él había absorbido habilidades de lucha, técnicas y estrategias. Sabía más acerca de Xavier que cualquier otro ser viviente y tenía más razones para destruirlo que cualquier otro. Quería creer en él. Conmocionada y débil, necesitaba creer en él.

El sanador está intentando retrasarme. Sabe que no puedo aguantar.

Aguantarás.

Una fuerza se vertió en ella.

– Sara -dijo suavemente-. Apelo a ti. Pídele al Oscuro que de un paso a un lado. No he hecho daño a nadie aquí y sólo deseo irme en paz. Has señalado la necesidad de compensarme por salvar la vida de tu hijo. Esto es lo que pido. Que simplemente hagas que vuestro sanador se aparte.

Sara alzó la mirada hacia Falcon y luego a Mikhail.

– Creo que suena razonable. Por favor, Gregori, apártate.

Todos miraron a Sara, que se acercó más, en actitud más protectora, hacia Ivory.

La tierra saltó hacia arriba bajo los talones del Príncipe y un cuerpo se materializó detrás de él, un brazo se cerró apretadamente alrededor del cuello de Mikhail, la hoja de un cuchillo presionó contra el corazón del Príncipe. Unos ojos tempestuosos y despiadados se centraron en la cara del Oscuro con resolución absoluta.

Capítulo 5

Nadie se movió. Nadie respiró, permaneciendo como estatuas congeladas en el tiempo, como si un pequeño error fuera a comenzar un baño de sangre, y a juzgar por la muerte en los ojos de Razvan… y en los de Gregori… había poca duda de que así sería.

Gregori soltó el aliento en un largo y lento siseo.

– Amenazar la vida del Príncipe es una sentencia de muerte

Razvan se encogió de hombros, una ondulación casual de poder.

– He estado bajo pena de muerte desde mi decimocuarto verano. No es nada nuevo para mí. No hay nada que puedas imaginar hacerme que no me hayan hecho ya. Acepto que moriré esta noche. -Inclinó la cabeza hacia Gregori, su expresión inmutable, como si le diera al Cárpato licencia para matarlo.

Un hombre con nada que perder, Gregori, a menudo surge vencedor, señaló Mikhail, con un rastro de humor en la voz.

Los ojos plateados de Gregori destellaron, y no había diversión en ellos. Nadie coloca su cuchillo en tu corazón y se va ileso.

– Aléjate de mi compañera. Una vez que ella esté lejos, puedes hacer lo que quieras -instruyó Razvan.

– No -protestó Ivory-. Me quedo contigo. Lucharemos por nuestra libertad.

Sara intentó dar un paso más cerca de Ivory.

– Esto es una locura. Mikhail -apeló al Príncipe-. Detén esto. Deja que se vayan.

– ¿Sabes quién es este hombre? -preguntó Falcon suavemente-. ¿Ivory, tienes alguna idea de los crímenes que Razvan ha cometido contra nuestro pueblo?

Otra vez Razvan ni se estremeció y tampoco lo hizo el cuchillo.

– No sabes nada acerca de él -replicó Ivory-. No tienes derecho a juzgarlo cuando no conoces los hechos.

No hay necesidad de defenderme.

Razvan estaba sorprendido de que lo hiciera. Ella estaba allí tambaleándose, pareciendo tan engañosamente frágil para ser el guerrero que él sabía que era. Su cuerpo era alto y recto, la piel perfecta estropeada ahora por los rastros de sangre del vampiro y las heridas de los dientes en el hombro. Había algo muy íntimo en saber que bajo el exterior perfecto, él conocía a la mujer verdadera, las cicatrices de la muerte y el desafío. La reserva de valor que le debía haber hecho falta para juntar su cuerpo y yacer tan rota en la tierra durante cientos de años mientras la naturaleza intentaba repararla.

Conocía las profundidades y las fuerzas de ella cuando ningún otro en la faz de la tierra lo hacía. El orgullo por ella lo sacudió. Su valor y ferocidad lo humillaron.

– Es verdad -le contestó Falcon, permaneciendo tranquilo en medio de la tensión-. Tú no conoces a este Príncipe. He dado mi lealtad a Mikhail. Él es digno de mi respeto y protección. Me conoces. Más importante aún, conoces a los hermanos De La Cruz. Ellos también han jurado lealtad a Mikhail. Manolito dio su vida por Mikhail y Gregori lo restauró a este mundo. -Su mirada se movió rápidamente a Razvan-. Creo que tu compañero inyectó el veneno en Manolito.

Razvan no se estremeció y la mano que sostenía el cuchillo era firme como una roca.

– Ivory, quiero que vengas a mi lado y tomes mi sangre. Toma la suficiente para que puedas restaurar tu fuerza.

Ella pareció afligida y sacudió la cabeza en silencio.

Es la única manera. Tu propósito y tus preparativos se perderán si no huyes. No podemos detenerlos a todos. Sabía cuando vine que estaría intercambiando mi vida por la tuya. Es un honor.

– Su sangre está infectada con parásitos -dijo Mikhail-. Mantén el cuchillo sobre mi corazón y permite a mi sanador que la deshaga de los gusanos viles de Xavier.

Ivory se estremeció cuando oyó el nombre del alto mago.

La mirada de Gregori fue al Príncipe, observándolo con un brillo plateado. Esto no tiene gracia, Mikhail. Sabemos demasiado poco acerca de este hombre. Puede muy bien empujar ese cuchillo en tu corazón bajo las órdenes de Xavier. No lucirías esa sonrisa afectada entonces.

Estoy seguro de que encontrarás un modo de salvarme.

– Razvan -dijo Mikhail-. No buscamos herir a tu compañera, sólo nos aseguramos de que pueda sobrevivir a un ataque en su camino de vuelta a casa. Os ofrecemos amistad. Tu hermana, Natalya, está aquí con su compañero, Vikirnoff. Lara, tu hija, y su compañero, Nicolás De La Cruz, residen entre nosotros, trabajando para salvar a nuestros niños no nacidos aún. Ella ha sido una ventaja tremenda para nuestro pueblo. Tus tías, Tatijana y Branislava, están a salvo y vivas, en este momento bajo tierra sanando. Os ofrezco salvoconducto para ambos.