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Por orden del Comité Central</p>
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Incluso la mujer... se ríe.</p>
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¡Por orden del Comité Central!</p>
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Por primera vez en mucho tiempo, el severo comandante de Alpha-Stealth se rió de buena gana.</p>
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Sí, es gracioso, pero en serio. De alguna manera también tuvimos ejercicios sobre el emparejamiento de unidades de combate. También separaron a nuestros soldados y mujeres, y los obligaron a copular, todos a la vez en un mismo lugar. Quien no esté de acuerdo, cortado con láser por la mitad. También buscaron anomalías, midieron las proporciones de orgasmos y luego declararon su absoluta superioridad genética sobre la humanidad.</p>
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Iván se torció el dedo en la sien:</p>
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- A cada uno lo suyo, pero ¿alguna vez has tenido sexo con sus hembras?</p>
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Igor respondió con fervor en su voz:</p>
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- Un par de veces, por supuesto. Por supuesto, son mujeres condenadamente atractivas y muy calientes, pero... Realmente les encanta burlarse de la gente, pueden freír, romper, morder, cortar. Regañan a la gente tan pronto como la fantasía lo permite. Es bueno que, de acuerdo con el rango de mi servicio, me esté prohibido aparearme con ellos, de lo contrario no evitaré lastimarme o morir... Pero en sueños es lindo, y lo más importante, es justo, especialmente si atas una stalzanka, de hecho, una bonita "Mulpa" y levanta un látigo de neutrones ... - Entonces el comandante de las fuerzas especiales se dio cuenta: una hermosa melodía está sonando suavemente. Echó un vistazo a su comp-pulsera, que llevaba como un reloj viejo. - Probablemente, nos están llamando, la señal está parpadeando, habla rápido, ¿qué nos dijo esta chica?</p>
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-El hecho de que su nave esté siendo transferida a otra galaxia, y este es su último mensaje, estará fuera del alcance de recepción. Ella también cree que su niño mesías estrella está vivo y espera encontrarlo. - advirtió Iván, tirando la pasta del tubo, que en el aire se convertía en figuras de divertidos animales.</p>
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-¿Tú mismo crees en ello? Igor frunció el ceño.</p>
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- Creo que desconfías de un competidor en la lucha por el trono terrenal. Espero que se pierda en el espacio. Los corazones de los enamorados son la mejor brújula. - Hermano habló y, en broma y en serio. En general, si sucede algo bueno, el mesías podría unir a la humanidad... Aunque la mayoría de la gente no sabe nada de él. Además, no se cree en absoluto en la capacidad de una persona para cambiar radicalmente todo.</p>
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Iván cruzó dos dedos.</p>
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-Sabes cuantas veces su imperio es más grande que el planeta Tierra.</p>
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-¡No! - Igor respondió honestamente.</p>
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Iván mostró un cero con los dedos. Los dos hermanos se rieron ensordecedoramente como elefantes tocando la trompa.</p>
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"Falso Jelabido" también se burló alegremente cuando le dijeron que tenían que pelear. Una chica modesta que recibió una educación religiosa ya está bastante cansada tanto de las enseñanzas sadomasoquistas como de los experimentos sexuales. Más bien, al contrario, físicamente (qué desvergonzado traidor de carne modificada con bioingeniería) incluso me gustaba cada vez más. Cuando las parejas son diferentes o hay varias a la vez, es inusual y crea una paleta única de orgasmos. Esos son solo los tormentos de la conciencia, no puedes burlarte de los sentimientos sagrados como un animal. El sentimiento del pecado, monstruoso y doloroso, la persigue. Durante breves sueños, el inframundo está soñando, donde Elena, recibiendo un castigo cruel, trae el arrepentimiento al Dios Todopoderoso. Afortunadamente, los stalzans, debemos rendir homenaje, los soldados excelentemente organizados y entrenados tienen prohibido cualquier acción que reduzca la capacidad de combate del ejército, lo que significa que durante las hostilidades será mucho más tranquilo. ¡Al menos en términos de una maldita conciencia!</p>
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El archipapa aún no sabía que el enorme ejército de Chirizkhan ya estaba en marcha. El formidable Emperador estaba acumulando fuerzas, y el motivo del discurso era la insidiosa captura del bisnieto y heredero directo de otro gran Emperador, Decibel. Decibel era una verdadera leyenda y, por derecho, sus herederos podían reclamar una parte significativa de las vastas tierras de la iglesia. El Archiduque Dulupula de Grant, un descendiente de sacerdotes monstruosamente rico, claramente quería complacer al Archipapa. Creía que la amenaza de renuncia detendría la invasión, pero Chirizkhan ya no tenía miedo, estaba listo para desafiar el engordado trono de Gideem. Sus numerosas tropas tuvieron que ser divididas en veinte partes, de lo contrario los caminos se habrían obstruido por completo. Además, los mamuts tirano de los "tanques de la Edad Media", que pesaban hasta ochenta toneladas, con cuatro torres de batalla giratorias sobre lomos escamosos, rompieron las carreteras de una manera especial. Criaturas de pesadilla con cinco cuernos redondeados capaces de romper puertas como un ariete. El ejército estaba abigarrado con numerosas divisiones. En los ojos, literalmente ondulados de innumerables banderas y escudos de armas. Los residentes locales huyeron o saludaron a las columnas que marchaban. El primer obstáculo serio en su camino fue el castillo gris del barón Tukhkar. Era una verdadera fortaleza, casi inexpugnable con altas torres y gruesos muros, situada sobre una colina, lo que hacía aún más difícil asaltar la ciudadela. Probablemente era más racional pasar por alto la estructura, pero el comandante, el conde Druvam de Cyr, razonó que los tesoros del barón valían el sacrificio. La fortaleza comenzó a disparar desde catapultas portátiles. Ballestas mecánicas más pesadas entraron en la refriega un poco más tarde. Cargas de fuego volaron hacia el castillo, quemando vivos a los habitantes. Piedras pesadas se estrellaron contra las paredes de basalto, arañando la superficie solo levemente. Sin embargo, fue posible derribar algunos dientes de la pared. Algunos de los defensores del castillo ya habían sido asesinados, otros estaban gravemente mutilados. Con la ayuda de Tyranno-Mammoths y Allosaurs, lograron levantar máquinas de destrucción tan poderosas que su efecto no fue muy inferior al de la artillería más avanzada. Las rocas individuales pesaban hasta media tonelada, el rugido de su caída sacudió las paredes del castillo gris. El fuego de respuesta de los defensores, incluidas las ballestas, cayó principalmente sobre los destacamentos de infantería ligera. Afilados rayos giratorios en vuelo desgarraron los cuerpos de los desafortunados soldados. Incluso un escudo de metal no era suficiente protección confiable. Sin embargo, la necesidad de apretar cuatro o incluso ocho cuerdas de ballestas a la vez afectó negativamente la velocidad de disparo, pero aumentó el alcance con el poder de penetración de la carga. Dejando una pila de cadáveres, los soldados de a pie se retiraron bajo la protección de escudos sólidos y gruesos. Mientras tanto, continuaba el bombardeo implacable. Aparentemente el conde Duvan albergaba la esperanza de agotar al máximo al enemigo, antes del asalto decisivo. Probablemente, este cálculo podría haber estado justificado, pero los defensores lanzaron un bromista inesperado. Una rata voladora con un sólido suministro de sustancias combustibles se elevó por encima del castillo. Luego se zambulló bruscamente y, sentado sobre el monstruo, un luchador pequeño pero fuerte, sin duda muy experimentado con una máscara azul, dejó caer las ollas con una mezcla ardiente. El golpe, que por supuesto es lógico, se infligió a acumulaciones de materiales combustibles. Los convoyes se incendiaron, se precipitaron poderosamente, detonando con un volcán de múltiples cráteres. Las mezclas ardientes quemaron tanto a los soldados como a los mamuts tirano con los alosaurios. Animales monstruosos corrían como un torbellino de fuego, pisoteando a todos los que se interponían en su camino. Muchos de los guerreros fueron quemados vivos, carbonizados en armaduras al rojo vivo. La caballería fuertemente armada fue la que más sufrió. Los caballeros torpes cayeron de los animales furiosos, se inundaron con un fuego violento y los proyectiles voluminosos no les permitieron levantarse. Una muerte dolorosa y de pesadilla en una bandeja de acero esperaba a la glorificada élite de lucha. El culpable del desastre tampoco escapó a la retribución. El volador era como un erizo tachonado de flechas, y algunas de ellas estaban envenenadas. La caída del pájaro palmeado, un monstruo del tamaño de un buen bombardero, fue vistosa. Dejando una cola de humo, el monstruo se estrelló contra una cresta de piedra con un rugido. Hidrógeno, ubicado en el pecho y el estómago del volador: el pterodáctilo explotó. Parecía que la aeronave estalló, los restos de carne humeante cayeron en las filas de los arqueros, aumentando las víctimas. Sin embargo, el propio jinete consiguió saltar e incluso, aprovechando el tumulto, sumergirse en la espesura de las tiendas. Mientras tanto, las puertas del castillo se abrieron y la caballería de élite se abalanzó sobre los soldados aterrorizados. Al frente, sobre un enorme unicornio, estaba el mismísimo Barón Tukhkara. Enorme con una brillante armadura dorada, era majestuoso y terrible. Su espada templada cortó el hierro como el cartón. Era evidente que este guerrero tenía prisa por vengarse del Conde Duvan. El barón estaba furioso, un fragmento de roca mató a su hija y partió la cabeza de una niña de siete años. El cadáver empapado de sangre del niño estaba ante los ojos de Tukhkar, aumentando la fuerza de los ya fuertes golpes. Cortando el bosque de acero, el conde estaba rodeado de caballeros seleccionados, aún así logró abrirse paso hacia el enemigo principal.</p>