"Sólo bromeaba. No soy ninguna diva, pero soy capaz de entonar una melodía."
¿Cuánto dolor podría ocasionar el fingir -aunque sólo fuera por una tarde – que ella podía ser suya, que era suya, que la merecía? Se puso en pie, determinado a saborear, aunque solo fuera durante un breve momento, un pedacito del cielo. "Espero que tengas la amabilidad de no quejarte en voz alta cuando te pise los pies "
"Oh, no se preocupe, milord, me quejare muy bajito." Impulsivamente, se inclinó y rápidamente besó a John en la mejilla, cuchicheándole, "Mis pies son muy resistentes."
"Por tu bien, eso espero. "
"Ahora, ¿qué bailes conoces? "
"Ninguno."
"¿Ninguno? ¿Qué hiciste en Londres? "
"Nunca sentí interés por el torbellino social. "
"Oh." Belle se mordisqueó el labio inferior. "Esto va a suponer un desafío mayor del que esperaba. Pero no temas, estoy segura de que estarás a la altura de la tarea."
"Creo que la pregunta apropiada es si tú estás a la altura de la tarea. "
"Ah, lo estoy." dijo Belle, con una airosa sonrisa. "Creeme, lo estoy. Ahora, me parece que deberíamos comenzar con un vals. Algunos de los otros bailes podrían resultar demasiado para tu pierna. Aunque quizás no. Tu mismo dijiste que eres capaz de moverte con razonable velocidad."
John esbozó una sonrisa torcida. "Un vals sería encantador. Sólo dime que hacer. "
"Pon tu mano aquí así." Belle cogió su mano y la colocó sobre su esbelta cintura. "Y después yo pongo mi mano sobre tu hombro, ¿ves? Hmmm, eres bastante alto."
"¿Es un cumplido? "
"Por supuesto. Aunque no me gustarías menos si fueras más bajo."
"Es gratificante saberlo."
"¿Te estás burlando de mi?"
"Solamente un poco."
Belle le lanzó una mirada divertida. "Bueno, sólo un poco está bien, supongo, pero más no. Soy muy sensible "
"Trataré de refrenarme."
"Gracias."
"Aunque a veces lo hagas muy difícil."
Belle le dio un golpecito en el pecho y reanudó sus lecciones de baile. "Silencio. Ahora, toma mi otra mano así. Maravilloso. Ya estamos listos."
"¿Lo estamos?" John echó un vistazo dudoso a su posición. "Estás bastante lejos."
"Esta es la posición correcta. He hecho esto mil veces."
"Podríamos poner a otra persona entre ambos."
"No se porque íbamos a querer hacerlo."
John despacio incrementó la presión alrededor de la cintura de Belle y la acercó a él hasta que ella pudo sentir el calor de su cuerpo. "¿No es mejor así? " murmuró.
La respiración de Belle se atascó en su garganta. John estaba a unos centímetros apenas de distancia, y su proximidad hacía que su pulso se desbocara. "Nunca nos lo permitirían en ningún salón de baile respetable," dijo, con voz ronca.
"Prefiero bailar en privado." John se inclinó y rozó suavemente con sus labios los de ella.
Belle tragó nerviosa. Disfrutaba de sus besos, pero no podía desprenderse de la sensación de que se estaba metiendo en una situación que no podría manejar. Así que, bastante a su pesar, retrocedió, aflojando la sujeción de John sobre ella hasta que de nuevo hubo una distancia respetable entre sus cuerpos. "No puedo enseñarte a bailar bien el vals si no estamos en la posición adecuada," le explicó. "Bien, la clave del vals es que es un compás de tres por cuatro. La mayor parte de los otros bailes son de compás común."
"¿compás común? "
"Cuatro por cuatro. Los valses son 'un dos tres, un-dos tres, un dos tres.' El compás común es 'un dos tres cuatro.' "
"Me parece que ya comprendo la diferencia. "
Belle levantó bruscamente la cabeza para mirarlo. Diminutas líneas alrededor de sus ojos delataban su humor. Sus propios labios se curvaron hacia arriba en las comisuras cuando trató de suprimir una sonrisa. "Bueno. Por lo tanto, un vals sonaría así." Comenzó a tararear una melodía que había sido muy popular en Londres durante la última temporada.
"No puedo oírte." Comenzó a acercarla a él.
Belle regresó a su posición original. "Entonces cantaré."
La mano de John se apretó suavemente alrededor de su cintura. "Sigo sin poder oírte. "
"Sí, si puedes. Para tus jueguecitos, o nunca conseguiremos terminar nuestra lección de baile. "
"Prefiero una lección de besos."
Ella se sonrojó profundamente. "Ya hemos tenido una de esas hoy, y de todos modos, Emma o Alex podrían venir en cualquier momento. Deberíamos empezar. Yo guiaré primero, y una vez que cojas el ritmo, puedes hacerlo tú. ¿Estás preparado? "
"He estado preparado toda la tarde."
Belle no creía posible sonrojarse aún más, pero pronto comprendió que estaba equivocada. "Bien entonces, un-dos-tres, un-dos- tres." Aplicó una leve presión al hombro de John y comenzó con los lentos giros del vals. Regularmente tropezaba o le pisaba los pies.
John sonrió como un niño. "Imagina mi placer cuando has sido tú la primera en tropezar."
Ella lo miró a la cara con expresión malhumorada. "No estoy acostumbrada a ser quien guíe. Y no es muy caballeroso por tu parte señalar mis defectos."
"No lo vi como un defecto. De hecho, disfruté sujetándote."
"Apuesto a que lo hiciste," refunfuñó Belle.
"¿Quieres intentarlo otra vez? "
Ella asintió y puso su mano sobre su hombro. "Espera un momento. Creo que debemos cambiar las posiciones." Ella deslizó la mano alrededor de su cintura. "Pon tu mano sobre mi hombro. Así, ahora finge que soy un hombre."
John echó un vistazo a la tentadora turgencia de los pechos de Belle. "Eso", murmuró, "va a ser sumamente difícil."
Belle no noto su mirada de deseo, lo cual fue una suerte, porque sus sentidos ya estaban bastante abrumados. "Muy bien," dijo alegremente, "si yo fuera el hombre y tú la mujer, presionaría un poquito así tu cintura, y luego nos moveríamos así." Cuando suavemente ella comenzó a tararear un vals, ambos comenzaron a girar alrededor del salón, la pierna herida de John moviéndose con una soltura que jamás había soñado poseer. "¡Maravilloso!" exclamó Belle triunfalmente. "Es perfecto."
"Estoy de acuerdo," contestó John, saboreando la sensación de tenerla en sus brazos. "Pero, ¿crees que podría ser yo el hombre un ratito?"
Belle trasladó su mano a su hombro mientras sus ojos atrapaban los suyos en una calida caricia. Entreabrió los labios para hablar, pero se le había secado la garganta. Tragando con nerviosismo, asintió.
"Bien. Me gusta mucho más de esta forma." John la agarró por la cintura y la acercó a él. Esta vez, Belle no protestó, atrapada por la calidez y la excitación de su ardiente cuerpo. "¿Lo hago correctamente? " le preguntó él, suavemente, mientras la guiaba.
"Cre-creo que si."
"¿Solo lo crees?"
Belle se obligó a volver a la realidad. "No, por supuesto que no. Lo sé. Eres un bailarín muy armonioso. ¿Estás seguro de que esta es la primera vez que has bailado el vals? "
"Bueno, mis hermanas solían obligarme a acompañarlas mientras lo aprendían. "
"Yo sabía yo que no eras un principiante."
"Solo tenía nueve años."
Belle frunció los labios pensativa, inconsciente de la tentación que representaban para John. "No creo que el vals se bailara cuando tú tenías nueve años."
Él se encogió de hombros. "Eramos un hogar muy progresista. "
Mientras giraron alrededor del salón, John se preguntó si luchaba por una causa perdida. Seguía diciéndose que tenía que alejarse de Belle, pero su resolución hasta ahora había demostrado resultar inútil frente a su calida y brillante sonrisa. Sabía que no podía casarse con ella; de hacerlo tan solo dañaría a la mujer a la que quería proteger y amar.
Se sentía como un fraude simplemente al estar de pie junto a ella después lo que había hecho en España.
John exhaló despacio, su suspiro fue una mezcla de felicidad y frustración. Se había prometido esa tarde que pasaría solamente unas cuantas horas de felicidad sin ningún recuerdo de Ana.