Quiero una conducta suficientemente sólida como para afirmarse por sí misma y suficientemente elástica como para no ser estática y adecuarse a la realidad.
Diría que me gustaría tener una conducta plástica. La sociedad ama las «conductas pétreas". Dicen: "¡Qué carácter fuerte tiene ese tipo!" y lo que yo escucho es «Siempre reacciona igual frente a la misma situación". Claro, cómo no va a ser deseable que el otro sea así… A mí me viene bárbaro; él es previsible, puedo contar con la respuesta de él y reasegurarme con que jamás "me defraudará".
¡Qué manejo éste de querer conductas pétreas en los demás!, ¿no?
Cuando en verdad intimo con vos, entonces comprendo que tu conducta sea hoy una y mañana otra diferente, o más aún… ahora una y dentro de un instante la opuesta (difícil, ¿eh? Sí, muy difíciclass="underline" me gustaría conseguirlo).
Resulta que es diferente ser contradictorio que ser incoherente.
Soy contradictorio cuando digo hoy que sí y mañana que no. (Como me dijo una vez Alejandro: «hoy se escribe con hache y ayer se escribía sin hache".)
En cambio, soy incoherente cuando aquí y ahora digo sí y hago no.
La contradicción es parte de mi salud, de mi actitud plástica, de mi capacidad de cambio, de mi posibilidad de modificarme a través del tiempo.
La incoherencia es parte de mi enfermedad, de mi propia falta de claridad; es un intento de trasladar mi confusión al otro, es un perro que se muerde la cola, es una disgregación de mi persona; es, finalmente, una falta de respeto al otro y a mí mismo.
No hay que confundir ninguna de estas dos cosas: contradicción e incoherencia, con delirio.
¿Qué es un delirante? Adjunto foto del suscripto.
CARTA 34
Claudia:
Acabo de terminar de leer por séptima vez Palabras a mí mismo de Hugo Prather.
Comentarios:
sí, sí, sí, Sí, Sí, Sí, Sí!!!
CARTA 35
Claudia:
Gracias por mandarme las copias de las cartas anteriores. ¡Qué placer! Hay muchas cosas que me gustan mucho.
Entre nosotros… me gustaron tanto, que por momentos dudé de haberlas escrito yo… (Esto es grave, ¿me estaré poniendo humilde? Lo dudo…)
Interesante punto el de la humildad, aunque detesto las metas, siento que nunca llegaré a ser humilde.
Cuando desde afuera de mí, contemplo algunas de mis actitudes, me veo tan engreído, tan exigente, tan preciado de mí mismo…
El Diccionario de la Real Academia, dice: ”Humilde: Bajo, de poca estatura’.
No soy humilde.
Además… ”bajo, de poca estatura”… ¿comparado con qué? Se infiere que con los demás… Evidentemente, no soy humilde.
Cuando me jacto de mi egoísmo, cuando siento que soy la más importante persona en el mundo (con dos hermosas excepciones: mis hijos), cuando me creo el centro de mi EL mundo, cuando busco todas las respuestas adentro mío. no, no soy humilde.
¿Y los demás? ¿los otros? ¿los que quiero? ¿Acaso no hago cosas por ellos?
¡NO!
Siento que a veces me da placer complacerte, y entonces lo hago. Cuando te digo que es por vos, te miento. En realidad, todo es por mí; a mí me sirve elegir renunciar a lo que yo quiero para darte. ¡Qué egoísta!…
…Sí. Después de todo, si alguien me dice: ”¡Egoísta! ¿qué me está diciendo?: ”No pienses en vos, pensá en mí”. ¿Quién es el egoísta?
Desde hace tres o cuatro mil años, el Talmud dice:
Si yo no pienso en mí, ¿quién lo hará?
si pienso sólo en mí, ¿quién soy? si no es ahora, ¿cuándo?
Hay tres clases de personas.
Una, la que cuando tiene frío regala toda su ropa de abrigo. Otra, que cuando siente frío se pone su ropa de abrigo. Y una tercera, que cuando siente frío prende un fuego, para calentarse a sí misma y a todos los otros que quieran disfrutar del calor.
La primera persona es suicida: se morirá de frío. La segunda es miserable: se morirá sola. La tercera es un ser humano normal, adulto y egoísta (enciende el fuego porque él tiene frío).
Yo quiero ser el que encienda miles de fuegos y, más aún, quiero ser el que enseñe a miles de hombres a encender fuegos.
Definitivamente, no soy humilde.
CARTA 36
Claudia:
Parece que el aprendizaje cultural consiste en hacernos creer…
… que mentir es malo
… que trabajar es bueno
… que ganar mucho dinero es lo mejor
… que el sexo es malo (o moderadamente… ”a menos que sea por amor”)
… que obedecer es bueno (si es sin pensar, mejor)
… que los comunistas (o los fascistas, o los judíos, o los negros) son malos (o… son lo mejor si yo soy comunista, fascista, judío o negro)
… que ser materialista es malo… que ser idealista es peor
… que aguardar el futuro sin esperanzas es lo malo… que ser bueno es bueno
… que ser inteligente es de lo mejor… que el ocio es malo
… que las serpientes son malas (o venenosas o peligrosas)
… que el orden es lo mejor
…que la agresión es mala
… que el hombre es un animal superior
…que el autocontrol es lo mejor
… que tener objetivos claros es bueno… que actuar por impulso es de lo peor… que lo mejor es programar
… que las palomas son buenas y los cuervos son malos… que ser egoístas es malo
…que amar es mejor que odiar… que estar triste es malo
… que la muerte es lo peor
… que el camino más fácil nunca es el mejor… que la fe es buena
… que la locura es mala
… que los extremos son malos
… que ser un profesional es lo mejor…
… para ser amados.
CARTA 37
Claudia:
Es cierto, la carta anterior fue un golpe bajo.
A todo eso, yo lo llamo ”Moral en latas”. Aquello está bien, esto otro está mal… ¿Qué carajo querrán decir bien y mal?
Suelo decir a mis pacientes que nunca he matado a nadie -y agrego-… porque nunca he tenido un buen motivo.
¿Qué sería un buen motivo?
Entro a mi casa, un desconocido amenaza a mis hijos con un cuchillo en la garganta. Al verme, se abalanza sobre mí. Tomo a mi vez un arma cualquiera: otro cuchillo, un revólver, un palo, un cañón… ¡no importa!, lucho por mi vida y la de mis hijos. En la lucha, lo mato. Ese es un buen motivo.
Entonces sigo: si puedo cuestionarme la infalibilidad del preconcepto de ”no matar”… ¿cómo no cuestionarme todo lo demás?
¿Y la ley? ¿Qué pasa con la ley?
Hablando con Antonio, abogado, sobre este tema, él me hizo una aclaración que me pareció valiosísima: la ley no dice qué hacer o qué no hacer.
Tomemos un ejemplo: La policía detiene por estafa a un individuo y el juez lo condena a equis meses en prisión o determinada cantidad de dinero de indemnización.
La ley no dice: “No estafar" La ley dice: “A aquél que estafe a otro, en ciertas y cuales condiciones, le corresponderá -$*, al o cual pena”. ¡Punto final para la ley!