Выбрать главу

— ЎAj! — exclamу Miles-. Quй suponнan ustedes? Creнan que al ser mбs alto, y… y mбs guapo… tenнa que estar moviendo todos los hilos? Asн funciona entre los haut, eh? ЎEstъpidos, estъpidos…! Yo soy el cerebro. — Caminу hacia el otro lado, mientras seguнa farfullando-. Yo lo entendн todo desde el principio, sabнan? ЎPero no! ЎNo! Nadie me toma en serio… — Ivan moviу los ojos, la ъnica parte de su cuerpo que todavнa controlaba-. Han metido la pata con este secuestro… ЎHan puesto todo el plan en peligro para secuestrar al hombre mбs prescindible…! — De pronto, Miles temiу que la haut Pel no hubiese ido a buscar ayuda. Habнa ido al baсo a arreglarse el pelo y pensaba tomarse todo el dнa…

Bueno, sin duda habнa conseguido captar la atenciуn de todas las presentes: asesina, vнctima, hautpolicнas y demбs. Y ahora quй?

— Siempre ha sido asн, desde que йramos niсos, sabe? Cada vez que estбbamos juntos, le hablaban a йl primero, como si yo fuera un idiota de otro planeta, alguien que necesitaba un intйrprete… — La haut Pel reapareciу en el umbral y levantу la mano, la voz de Miles se convirtiу en un chillido-: Bueno, pues ya estoy harto, harto, harto, entiende?

La haut Vio se retorciу como si se diera cuenta de todo justo en el momento en que Pel hacнa zumbar el bloqueador. La mano se tensу sobre el cuchillo cuando la tocу el rayo. Miles se lanzу hacia delante, vio una lнnea roja en el borde de la hoja y alcanzу a sostener a Ivan cuando ella cayу hacia atrбs, desmayada. El borde del rayo tambiйn habнa tocado a Ivan y se le pusieron los ojos en blanco. Miles dejу que la haut Vio golpeara el suelo sola, con toda la fuerza de la gravedad. A Ivan lo bajу lentamente.

Era sуlo una herida superficial. Miles respirу de nuevo. Sacу el paсuelo del pantalуn y lo puso sobre las gotas de sangre, despuйs lo presionу contra la herida.

Levantу la vista hacia la haut Rian y la haut Pel, que flotaban cerca para examinar a la prisionera.

— Lo atrapу con una droga. Y ahora el rayo… corre algъn peligro?

— No lo creo — dijo Pel. Desmontу de la silla, se arrodillу y buscу en las mangas de la inconsciente haut Vio. Sacу varios objetos que colocу en el suelo, en una ordenada hilera. Habнa un recipiente de plata, pequeсo, con un bulbo en la punta. La haut Pel lo sacudiу bajo su graciosa naricita-. Ah, eso… No, no corre peligro. El efecto pasa enseguida. Pero cuando despierte se encontrarб muy mareado…

— Podrнa darle una dosis de sinergina, milady? — rogу Miles.

— Sн, claro.

— Me alegro. — Miles estudiу a la haut Rian. Sуlo la Seсora Celestial tiene el control. Pero Rian habнa usado el aparato como si estuviera en su pleno derecho y nadie habнa parpadeado, ni siquiera la haut Vio. Lo entiendes ahora, pequeсo? En este momento, Rian es la emperatriz de Cetaganda y todo lo que ha hecho hasta ahora ha tenido autoridad real y completa. Autoridad imperial. Doncella…, sн, claro… Otro de esos hautнtulos impenetrables y confusos que no decнan lo que significaban; habнa que saber para entenderlos.

Seguro de la recuperaciуn de Ivan, Miles se incorporу y preguntу:

— Quй estб pasando ahora? Cуmo han encontrado a Ivan? Tienen los bancos de genes? Quй…?

La haut Rian levantу una mano para detener el alud de preguntas. Hizo un gesto hacia la silla-flotante.

— Es la silla flotante de la Consorte de Sigma Ceta, pero como puede usted ver, no es la haut Nadina quien la ocupa.

— ЎIlsum Kety! Sн? Quй ha pasado? Quй ocurre con la burbuja? Cуmo lo han detectado? Cuбnto hace que lo sabe?

— Ilsum Kety, sн. Empezamos a sospechar anoche, cuando vimos que la haut Nadina no volvнa con el banco genйtico. Todos los otros bancos llegaron aquн antes de medianoche. Pero al parecer, Kety pensу que nadie advertirнa la ausencia de su consorte hasta las ceremonias de esta maсana. Asн que enviу a la haut Vio para engaсarnos. Nosotras sospechamos de inmediato y la vigilamos.

— Y por quй Ivan?

— Eso, no lo sй. Kety no puede hacer desaparecer a una consorte sin que se produzcan enormes repercusiones. Sospecho que pensaba usar a su primo para echarle la culpa de alguna forma.

— Sн, eso estб dentro de su modus operandi. Se da cuenta de que seguramente la haut Vio matу a Ba Lura siguiendo las уrdenes de Kety?

— Sн. — Los ojos de Rian, fijos sobre la forma postrada de la mujer de cabello castaсo, estaban frнos como el hielo-. Ella tambiйn es una traidora. Ha traicionado a los haut. El Criadero Estrella la juzgarб por eso.

— Tal vez sea importante como testigo — dijo Miles, inquieto-, para limpiar la culpa de Barrayar y la mнa en la desapariciуn de la Gran Llave. No… se precipite, por favor… hasta que sepamos lo que necesitamos…

— Ah… nosotras tenemos muchas preguntas que hacerle primero.

— … Entonces, Kety todavнa tiene el banco. Y la Llave. Y estб sobre aviso. — Mierda. A quй imbйcil sй, le habrнa ocurrido la idea de los bancos…? Ah, sн… Pero no puedes echarle la culpa a Ivan por esto, compaсero. A ti tambiйn te pareciу que recuperar los bancos era el mejor movimiento tбctico. Y Rian tambiйn cayу. Idiotez por votaciуn unбnime del comitй, la mejor de las idioteces…

— Y йl tiene a su consorte y sabe que no puede conservarla con vida. Tiene que matarla. No pensй… que estaba enviando a la haut Nadina a la muerte. — La haut Rian mirу la pared mбs lejana, evitando los ojos de Miles y Pel.

Yo tampoco lo pensй. Miles tragу saliva. Tenнa ganas de vomitar.

— Puede enterrarla en el caos de la rebeliуn cuando todo se desate. Pero todavнa no… — Hizo una pausa-. Si necesita a Ivan para arreglar su muerte e incriminar a Barrayar artнsticamente… no creo que la haya matado todavнa. La tiene a salvo, en la nave… No estб muerta. — ЎPor favor, que no estй muerta!-. Y ademбs, sabemos otra cosa. La haut Nadina estб ocultando informaciуn con йxito, tal vez hasta lo lleva en la direcciуn equivocada a propуsito. Estoy seguro: йl no habrнa intentado nada de esto si supiera… — En realidad, eso tambiйn podнa significar que la haut Nadina estaba muerta. Miles se mordiу el labio-. Pero el gobernador Kety ya ha hecho unos cuantos movimientos incriminatorios. Todas las pruebas apuntan contra йl, y no contra mн… no es cierto?

Rian dudу.

— Tal vez. No cabe duda de que es muy inteligente.

Miles mirу con los ojos muy abiertos la silla-flotante inerte, levemente inclinada sobre el suelo y poco impresionante sin el halo del campo de fuerza.

— Tambiйn nosotros lo somos. Esas sillas-flotantes… Alguien las relaciona electrуnicamente con sus ocupantes, verdad? Serнa muy tonto de mi parte suponer que la persona que establece la relaciуn es la Seсora Celestial?

— Correcto, lord Vorkosigan.

— Asн que usted tiene el aparato de control… podrнa conceder el cуdigo de esta silla a cualquiera…

— A cualquiera no. Sуlo a cualquier hautmujer.

— Ilsum Kety espera el regreso de esa hautburbuja. Espera a una hautmujer y un barrayarйs prisionero, verdad? — Miles respirу hondo-. Creo… creo que no deberнamos hacerle esperar.

14

— He encontrado a Ivan, seсor. — Miles sonriу a la comuconsola. El fondo que habнa detrбs de la cabeza del embajador Vorob'yev estaba borroso, pero los sonidos de la comida, voces bajas, tintineos de platos y cubiertos, llegaban con mucha claridad-. Estб visitando el Criadero Estrella. Nos quedaremos un rato… no podemos insultar a la anfitriona… ya me entiende. Pero seguramente voy a poder rescatarlo y volver con ustedes antes de que termine la ceremonia. Tenemos un guнa ba.

La cara de Vorob'yev tenнa una expresiуn que hubiera podido definirse de cualquier manera menos con la palabra «felicidad».

— Bueno. Supongo que no queda mбs remedio que aceptarlo. Pero al coronel Vorreedi no le gustan mucho estas transgresiones de la agenda, aunque tengan valor como contactos culturales, y debo decir que empiezo a compartir su opiniуn. No… No deje usted que lord Vorpatril haga nada… inapropiado, eh? Las haut no son ghem. Eso usted ya lo sabe.

— Sн, seсor. Ivan estб bien. Se estб portando mejor que nunca. — Ivan estaba frнo y quieto, en el compartimiento de embarque, pero el color le volvнa lentamente a la cara gracias a la sinergina.

— Y cуmo ha conseguido obtener ese extraordinario privilegio? — preguntу Vorob'yev.

— Ah, bueno, ya conoce usted a Ivan. No podнa dejarme dar un golpe sin probar йl tambiйn. Mбs tarde se lo explicarй todo. Ahora tengo que irme.

— Estarй esperando con impaciencia. Seguro que es fascinante — murmurу el embajador en tono seco. Miles cortу la comunicaciуn antes de que la sonrisa se desvaneciera.

— Fiuuu. Eso nos da algo de tiempo, pero muy poco. Tenemos que actuar enseguida.

— Sн — dijo la haut que lo escoltaba, la consorte morena de Rho Ceta. Hizo girar la silla y lo guiу fuera de la oficina con la comuconsola; йl tuvo que trotar para seguirla.

Volvieron al compartimiento de carga justo cuando Rian y la haut Pel terminaban de codificar la silla flotante de la haut Nadina. Miles dirigiу una mirada ansiosa a su primo, tendido sobre el suelo labrado. La respiraciуn de Ivan parecнa profunda y normal.