Выбрать главу

— Gracias, Haut. La mantendrй informada. — El ghemcoronel asintiу y desapareciу de la pantalla.

— Quй era todo eso? — preguntу Miles en tono alegre, tratando de no parecer demasiado un predador.

Rian frunciу el ceсo.

— Un asunto interno y antiguo del hautgenoma. No tiene nada que ver con usted, ni con Barrayar, ni con la crisis, se lo aseguro. La vida sigue…

— Cierto. — Miles sonriу con amabilidad, como si estuviera totalmente satisfecho por la respuesta. Mentalmente, archivу la conversaciуn. Tal vez pudiera servirle como cebo para Simon Illyan. Tenнa la sensaciуn de que iba a necesitar alguna excusa de peso para Illyan cuando volviera a casa.

Rian puso el Gran Sello del Criadero Estrella en su lugar, dentro del armarlo cerrado, y volviу a la silla.

— Le parece posible? — siguiу diciendo Miles-. Podrб conseguir una dama de confianza, mandarla conmigo disfrazado de ba, ID reales, el cilindro falso y algъn medio para asegurarme de que la Llave que encuentre es la real? Y algъn pretexto vбlido para que ella vaya a la nave del prнncipe Slyke… conmigo como acompaсante? Cuбndo?

— No… no estoy segura del momento.

— Esta vez tenemos que fijar la reuniуn por adelantado. Si voy a escaparme de la supervisiуn de mi embajada durante varias horas, no puede llamarme cualquier dнa a cualquier hora, seсora… tengo que cubrirme las espaldas… y preparar una historia para venderla a mi propia Seguridad. Tiene usted copia de mis citas oficiales? Supongo que sн, ya me ha localizado usted varias veces. Tambiйn considero conveniente que nos veamos fuera del Jardнn Celestial. Maсana por la tarde iremos a un lugar llamado Exhibiciуn de Bioestйtica. Creo que podrнa inventar alguna excusa para escaparme… tal vez con ayuda de Ivan.

— Tan pronto?

— No me parece tan pronto, seсora. No nos queda mucho tiempo. Ademбs tenemos que prever la posibilidad de que haya que anular el primer intento por alguna razуn. Usted… Supongo que es consciente de que la prueba contra el prнncipe Slyke es… sуlo circunstancial. No concluyente.

— Pero por ahora es lo ъnico que tengo.

— Entiendo. Pero necesitamos todo el margen que podamos darnos en caso de que sea necesario un segundo intento.

— Sн… tiene razуn… — Ella respirу hondo, frunciу el ceсo con ansiedad-. Muy bien, lord Vorkosigan. Le ayudarй.

— Tiene alguna idea del lugar de la nave en que puede estar la Gran Llave? Es un objeto pequeсo y la nave, muy grande. La primera opciуn es el camarote privado del prнncipe. Una vez a bordo, hay alguna forma de detectar la Gran Llave? No creo que tengamos la fortuna de contar con un circuito de ruido… O sн?

— No tanto. Pero el sistema de energнa de la Llave tiene un diseсo muy antiguo y muy poco frecuente. A corta distancia es posible detectarlo con un sensor apropiado. La dama que vaya con usted tendrб uno y si se me ocurre alguna otra cosa ъtil, la mandarй con ella tambiйn.

— Todo es importante. — Por fin, habнa llegado. Por fin, estaban en movimiento.

Miles suprimiу un impulso salvaje de rogarle que lo dejara todo y huyera con йl a Barrayar. Podrнa sacarla del Imperio de Cetaganda por conductos legales? No parecнa una tarea menos milagrosa que la que le esperaba al dнa siguiente. Cуmo afectarнa a su carrera, por no mencionar a la de su padre, la instalaciуn de una hautmujer cetagandana y pariente cercana del emperador Fletchir Giaja en la casa Vorkosigan? Cuбntos problemas acarrearнa? Aquel asunto le recordу la Guerra de Troya.

Pero habrнa sido agradable que ella intentara sobornarlo, que lo hubiera intentado un poquito mбs. No habнa levantado ni siquiera un dedo para seducirlo, ni una ceja para hacerle una invitaciуn falsa. Su sinceridad era tan expuesta que a la mente de Miles, entrenada por SegImp y ya retorcida de natural, se le antojу ingenua. Cuando alguien se enamora desesperada, profundamente de otra persona, esa otra persona deberнa tener la cortesнa de notarlo…

La palabra clave, muchacho, es desesperadamente. Recuйrdalo.

Йl y Rian no compartнan amor, no compartнan la posibilidad futura de un amor. Ni compartнan objetivos. Lo que sн compartнan era un enemigo. Tendrнa que conformarse con eso.

Rian se levantу como para dar por terminada la reuniуn. Miles tambiйn se esforzу por levantarse mientras decнa:

— Ya vino a verla el ghemcoronel Benin? Tiene a cargo la investigaciуn de la muerte de Ba Lura.

— Eso me han dicho. Ha solicitado una entrevista dos veces. Todavнa no lo he recibido. Parece… persistente.

— Gracias a Dios. Todavнa tenemos la posibilidad de coordinar nuestras declaraciones. — Le resumiу rбpidamente su entrevista con Benin con йnfasis especial en la supuesta conversaciуn que habнan mantenido йl y Rian durante el primer encuentro-. Tenemos que pensar en una historia coherente para esta vez. Creo que Benin piensa seguir con esto. Lamento decir que yo lo alentй un poco. No supuse que el prнncipe Slyke se pondrнa tan pronto en evidencia.

Rian asintiу, caminу hasta la pared-ventana y seсalу varios lugares dentro del laboratorio. Explicу brevemente la visita que habнa hecho el prнncipe Slyke el dнa anterior.

— Con eso es suficiente?

— Sн, gracias. Puede decirle que hice muchas preguntas mйdicas sobre… la correcciуn de problemas fнsicos y que usted no pudo ayudarme mucho y me dijo que habнa acudido al lugar equivocado. — No pudo evitar agregar-: Mi ADN es completamente normal, sabe usted? Son daсos teratogйnicos. Fuera de su campo de experiencia y todo eso.

La cara de ella, siempre bella e inexpresiva como una mбscara, se hizo todavнa mбs frнa. Asustado, йl agregу:

— Ustedes, los cetagandanos, se pasan tanto tiempo pensando en las apariencias… Seguramente, usted ha visto falsas apariencias antes.

Basta. No digas ni una sola palabra mбs.

Ella abriу la mano en un gesto de aceptaciуn sin compromiso y volviу a su burbuja. Agotado, sin confianza en su propio control, Miles caminу en silencio junto a la burbuja hasta la entrada principal.

Salieron a un crepъsculo artificial luminoso. Unas pocas estrellas pбlidas brillaban en el hemisferio azul oscuro y aparentemente infinito del cielo. Sentados en un banco fuera del Criadero Estrella estaban Mia Maz, el embajador Vorob'yev y el ghemcoronel Benin, sumidos en una charla intrascendente. Todos levantaron la vista cuando apareciу Miles y las sonrisas de Vorob'yev y Benin adquirieron cierta acritud. Miles estuvo a punto de dar media vuelta y escapar corriendo al interior.

Rian seguramente sintiу lo mismo porque la voz en la burbuja murmurу:

— Ah, su gente lo estб esperando, lord Vorkosigan. Espero que la visita le haya resultado educativa, aunque no haya encontrado lo que esperaba. Buenas tardes. — Y se deslizу rбpidamente hacia el santuario del Criadero Estrella.

Ah, todo este asunto es una experiencia educativa, milady. Miles esbozу una sonrisa amable y trotу hacia el banco donde sus guardianes se levantaban para recibirlo. Mia Maz tenнa su amable hoyuelo de siempre. Era su imaginaciуn, o la afabilidad diplomбtica de Vorob'yev habнa adquirido cierta tensiуn? La expresiуn de Benin era menos fбcil de interpretar tras los remolinos del maquillaje.

— Hola — dijo Miles en voz alegre-. Usted… me ha esperado, seсor… No era necesario, gracias, gracias. — Las cejas de Vorob'yev se alzaron en un gesto de desacuerdo irуnico.

— Le han otorgado un honor sumamente inusual, lord Vorkosigan — comentу Benin, haciendo un gesto hacia el Criadero Estrella con la cabeza.