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Por quй no estaban con ellos las autoridades cetagandanas? Por quй no los interrogaban? Miles repasaba explicaciones y argumentos con la mente aturdida.

Fue una trampa y yo acabo de morder el anzuelo, y estбn dejando que el guiуn siga adelante. Considerando lo que sabнa de los cetagandanos, Miles ponнa esa posibilidad como primera de la lista.

O tal vez es cuestiуn de tiempo y van a llegar en cualquier momento… O mбs adelante. Primero tendrнan que capturar al fugitivo y hacer que soltara su versiуn del encuentro. Eso podнa requerir tiempo, sobre todo si el hombre… bueno… estaba inconsciente por el arresto o estaba bajo los efectos de una picana. Si es que era un fugitivo… Si es que las autoridades de la estaciуn lo estaban buscando en la zona de embarque… Si… Miles estudiу la copa de cristal que tenнa entre las manos, sorbiу un poco del lнquido rubн y sonriу a Ivбn con amabilidad.

El equipaje y los guardias llegaron justo cuando terminaban las copas: Vorob'yev sabнa calcular el tiempo, pensу Miles. Cuando el embajador se levantу para supervisar la carga del equipaje y la partida, Ivбn se inclinу sobre la mesa para susurrarle a Miles con urgencia:

— No piensas decнrselo?

— Todavнa no.

— Por quй?

— Tanta prisa tienes por deshacerte de ese destructor nervioso? La embajada te lo quitarнa inmediatamente, igual que los cetagandanos, supongo.

— A la mierda con eso. Quй estбs planeando?

— No… no estoy seguro. Todavнa. — Las cosas no se desarrollaban como йl habнa esperado. Habнa esperado intercambios irritados con varias autoridades cetagandanas. Habнa esperado que las autoridades lo obligaran a devolver sus tesoros y poder cambiarlos por informaciуn, revelada consciente o inconscientemente. No era culpa suya que los cetagandanos no estuvieran haciendo bien el trabajo.

— Por lo menos tenemos que informar de esto al asesor militar de la embajada.

— Informar, sн. Pero no al asesor. Illyan me dijo que si tenнamos problemas, quiero decir el tipo de problemas de nuestro departamento, tenнa que dirigirme a lord Vorreedi. Tiene el puesto de oficial de protocolo, pero es un coronel SegImp y jefe de SegImp en Cetaganda.

— Y los cetagandanos no se dan cuenta?

— Claro que sн. Como nosotros sabemos quiйn es quiйn en la embajada de Cetaganda en Vorbarr Sultana. Es una ficciуn legal, parte de un juego de cortesнa… No te preocupes, yo me encargo de todo. — Miles suspirу para sн. Suponнa que lo primero que harнa el coronel serнa sacarlo del flujo de informaciуn. Y no se atrevнa a explicarse la razуn por la que sentнa que eso no estarнa bien.

Ivбn se sentу otra vez, provisionalmente en silencio. Sуlo provisionalmente. Miles estaba seguro de eso.

Vorob'yev tambiйn se acomodу en el asiento y ajustу el cinturуn de seguridad.

— Eso es todo, seсores. Nadie ha tocado sus posesiones y nadie ha aсadido nada. Bienvenidos a Eta Ceta IV. No hay ceremonias oficiales que requieran su presencia hoy, pero si no estбn demasiado cansados esta noche la embajada marilacana ofrece una recepciуn informal para la comunidad extranjera y sus augustos visitantes. Les recomiendo que asistan.

— Nos lo recomienda? — dijo Miles. Cuando una persona con una carrera tan larga y distinguida como la de Vorob'yev hacнa una recomendaciуn, habнa que tomarla en cuenta.

— En las prуximas semanas, tratarбn con muchas de estas personas — dijo Vorob'yev-. La reuniуn puede ofrecerles una buena orientaciуn.

— Y quй nos ponemos? — preguntу Ivбn. Cuatro de las seis maletas que venнan de la aduana eran suyas.

— Uniforme de fajina verde, por favor — dijo Vorob'yev-. La ropa es un lenguaje cultural en todas partes, eso es cierto, pero que aquн constituye prбcticamente un cуdigo secreto. Resulta bastante difнcil moverse entre los ghemlores sin cometer un error. Entre los hautlores, es casi imposible no equivocarse. Los uniformes siempre son correctos, o por lo menos no definen a quien los lleva, ya que no implican un acto de elecciуn. Ya le pedн a mi oficial de protocolo que les hiciera una lista de los uniformes que deben usar en cada acto.

Miles suspirу aliviado; Ivбn parecнa levemente desilusionado.

Con los siseos y ruidos metбlicos de siempre, los tubos flexibles se replegaron y el transbordador se separу de la estaciуn. Ninguna autoridad furiosa subiу por la compuerta en plan de arresto, ninguna comunicaciуn urgente detuvo al embajador ni lo sacу corriendo por el tubo. Miles considerу una tercera explicaciуn.

Nuestro intruso desapareciу, lo consiguiу. Las autoridades de la estaciуn no saben nada. Nadie lo sabe.

Excepto, por supuesto, el intruso. Miles mantuvo la mano quieta y no tocу el bulto que llevaba escondido en la guerrera. No sabнa quй era ese artefacto, pero fuera lo que fuese, el individuo sabнa que Miles lo tenнa. Sin duda podнa averiguar quiйn era Miles. Tengo un hilo que conduce hasta ti ahora. Si dejo que las cosas sigan adelante, algo tiene que volver por ese hilo hasta mi mano, no es cierto? El asunto podнa transformarse en un bonito ejercicio de inteligencia/contrainteligencia, mejor que las maniobras porque era real. No habнa un censor acechando con una lista de respuestas correctas, grabando los errores para analizarlos mбs tarde en interminables sesiones. Una buena prбctica.

En algъn momento de su carrera militar, el oficial tenнa que dejar de obedecer las уrdenes y empezar a generarlas. Miles querнa el ascenso a capitбn de SegImp, ah, sн… lo querнa.

Podrнa convencer a Vorreedi de que lo dejara jugar con el rompecabezas, a pesar de las obligaciones diplomбticas del coronel?

Miles entornу los ojos en un gesto de anticipaciуn mientras la nave descendнa hacia la nebulosa atmуsfera de Eta Ceta.

2

Miles caminaba a medio vestir por el gran salуn de recepciуn que le habнa asignado la embajada de Barrayar con el cilindro brillante entre las manos.

— Bueno, ellos quieren que yo tenga esto… pero se supone que debo guardarlo aquн, o debo llevarlo siempre encima?

Ivбn puso los ojos en blanco. Se habнa vestido cuidadosamente con la guerrera de cuello alto, los pantalones ajustados y las botas de media caсa de otro uniforme verde informal.

— Dejarбs ya de manosear esa cosa y te vestirбs de una vez? Llegaremos tarde. Tal vez es una pesa de cortina, una pesa muy rebuscada, y lo que quieren es que te vuelvas loco tratando de encontrar un significado. Cualquier significado, siempre que sea profundo y siniestro, claro. O quieren que yo me vuelva loco escuchбndote. Una bromita pesada de algъn ghemlord.

— Yo dirнa que es una bromita pesada particularmente sutil.

— Lo cual no significa que йsa no sea la explicaciуn correcta. — Ivбn se encogiу de hombros.

— No. — Miles frunciу el ceсo y cojeу hasta la comuconsola. Abriу el cajуn superior y buscу una estilo y un taco de hojas de plбstico con el sello real. Arrancу una hoja y la apretу contra la figura del cabezal del cilindro, luego pasу la estilo sobre el dibujo, un esquema rбpido, exacto y a escala. Tras un momento de duda, dejу el cilindro en el cajуn con el taco y cerrу el cajуn de nuevo.