El hombre o mujer que hace obra creadora mental o manual, podrá utilizar la energía reproductora en su obra practicando el mencionado ejercicio, haciendo ascender la energía con la inhalación y expeliéndola con la exhalación. En esta última forma de ejercicio, sólo entrarán en acción las porciones requeridas en la obra, y el saldo restante se acumulará en el plexo solar.
Comprenderéis, naturalmente, que no son los fluidos de reproducción los que son llevados hacia arriba y utilizados, sino la energía pránica etérica que los anima como si fuera el alma del organismo reproductor. Es usual tener la cabeza inclinada hacia adelante, cómoda y naturalmente, durante el ejercicio de la transmutación.
10) Para estimular el cerebro
Los yoghis han encontrado muy útil el siguiente ejercicio para estimular la acción del cerebro con el propósito de producir pensamientos y razonamientos claros. Tiene un poder asombroso para aclarar las ideas y tonificar el sistema nervioso, y aquellos que se consagran a trabajos mentales lo encontrarán muy útil, pues no solo los habilitará para hacer mejor su trabajo, sino que también les proporcionará un medio de refrescar y despejar la mente después de una ardua labor intelectual.
Sentaos en una postura erguida, manteniendo recta la columna espinal, con la vista bien al frente y las manos descansando sobre la parte superior de las piernas. Respirad rítmicamente, pero en vez de hacerlo por las dos fosas nasales como en los ejercicios ordinarios, oprimid con el dedo pulgar el conducto izquierdo de la nariz e inhalad por el conducto derecho; entonces sacad el pulgar, cerrad el conducto derecho con una dedo y exhalad por la fosa nasal izquierda; después, sin cambiar los dedos, inhalad por el conducto izquierdo, y cambiando los dedos, exhalad por el derecho. Luego inhalad por el derecho y exhalad por el izquierdo, y así sucesivamente alternando las fosas nasales, como se ha indicado más arriba, cerrando el conducto no usado con el pulgar o índice. Esta es una de las formas más antiguas de respiración yoghi, muy importante y valiosa, y muy digna de ser adquirida. Para los yoghis es sumamente divertido saber que este método es frecuentemente presentado en el mundo occidental como el secreto completo de la Respiración yoghi. Para la mente de muchos lectores occidentales, la respiración yoghi no les sugiera nada más que el cuadro de un hindú sentado erguido y alternando los conductos de la nariz en el acto de respirar. Esto sólo y nada más. Confiamos que esta pequeña obra abrirá los ojos del de la Respiración yoghi y los numerosos métodos por los cuales puede ser empleada.
11) La gran respiración psíquica yoghi
Los yoghis tienen una forma favorita de respiración psíquica que practican de vez en cuando, a la que se dio un término sánscrito cuyo equivalente es, de un modo general, el mencionado arriba. Lo hemos dado al final porque requiere que el estudiante esté práctico en la respiración rítmica y formación de imágenes mentales, lo que ahora habrá adquirido por los ejercicios precedentes. Los principios generales de la Gran Respiración pueden ser resumidos en el antiguo dicho hindú: Bendito es el yoghi que puede respirar a través de sus huesos. Este ejercicio llenará de prana el sistema entero y el estudiante saldrá de él con cada hueso, músculo, nervio, célula, tejido, órgano y parte, vigorizado y armonizado por el prana y el ritmo de la respiración. Es un purificador completo y general del sistema, y el que lo practica cuidadosamente sentirá como si se le hubiera dado un nuevo cuerpo recientemente creado, desde la coronilla de la cabeza hasta la punta de los dedos de los pies.
Dejemos que el ejercicio hable por sí mismo.
1) Acostarse en una posición perfectamente cómoda y sin tensión muscular.
2) Respirar rítmicamente hasta que esté perfectamente establecido el ritmo.
3) Entonces, inhalando y exhalando, formar la imagen mental de que la respiración es absorbida a través de los huesos de las piernas y expelida a través de los mismos; luego a través de los huesos de los brazos; después a través de la superficie del cráneo; en seguida a través del estómago; luego a través de los órganos de reproducción; después como si estuviera viajando hacia arriba y hacia abajo, a lo largo de la columna espinal y, finalmente, como si la respiración se inhalara y exhalara a través de cada poro de la piel, llenando todo el cuerpo de prana y vida.
4) Luego (respirando rítmicamente) enviar la corriente de prana a los siete centros vitales por turno, del modo siguiente y usando la pintura mental como en los ejercicios anteriores.
A) La frente
B) A la parte posterior de la cabeza
C) A la base del cerebro
D) Al plexo solar
E) A la región sacra (parte inferior de la espina dorsal)
F) A la región del ombligo
G) A la región reproductiva
Terminar haciendo circular la corriente de prana de aquí para allá, desde la cabeza a los pies, varias veces.
5) Concluir con la respiración purificadora.
Capítulo XVI Respiración espiritual yoghi
Los yoghis no sólo adquieren por el poder voluntad, acompañado de la respiración rítmica, las cualidades y propiedades mentales deseadas, sino que también desarrollan facultades espirituales o más bien ayudan su desenvolvimiento del mismo modo. Las filosofías orientales enseñan que el hombre posee muchas facultades que al presente se hallan en un estado latente, pero que se desarrollarán a medida que la raza progrese. Enseñan también que el hombre, por el esfuerzo oportuno de la voluntad y ayudado por condiciones favorables, puede contribuir al desenvolvimiento de esas facultades espirituales, desarrollándolas mucho más pronto que en el proceso ordinario de evolución. En otras palabras; uno puede aún ahora desarrollar poderes espirituales de conciencia que no llegarán a ser propiedad común de la raza hasta que transcurran largas edades de desenvolvimiento gradual bajo la ley de evolución. En todos los ejercicios dirigidos a este fin, la respiración rítmica juega un papel importante. No hay desde luego una propiedad mística en la respiración mima, a pesar de sus asombrosos resultados; pero el ritmo producido por la respiración yoghi es tal, que coloca todo el sistema, incluso el cerebro, bajo un contralor perfecto, en perfecta armonía, y por estos medios se obtiene la condición más apropiada para el desarrollo de las facultades latentes.
En esta obra no podemos penetrar muy profundamente en la filosofía del oriente en lo relativo al desenvolvimiento espiritual, porque este asunto exigiría volúmenes para tratarlo y además es demasiado abstracto para interesar al común lector. Hay también otras razones, bien conocidas por los ocultistas, para que este conocimiento no sea esparcido extensamente por ahora. Estad seguros, querido estudiante, que cuando llegue el tiempo se abrirá ante ti. Cuando el chela (estudiante) está preparado, el gurú (maestro) aparece. En este capítulo daremos direcciones para el desenvolvimiento de dos fases de conciencia espiritual, a saber: 1) la conciencia de la identidad del alma, y 2) la conciencia de la conexión del alma con la Vida Universal. Los dos ejercicios que damos más adelante son simples y consisten en imágenes mentales firmemente mantenidas acompañadas de la respiración rítmica. El estudiante no debe esperar demasiado al principio; debe apurarse despacio y concentrarse con crecer como la flor, desde semilla hasta rosa.
Auto-conciencia del alma
El yo real no es el cuerpo, ni aún la mente del hombre; estos forman una parte de su personalidad, el yo inferior. El Yo real es el Ego, cuya manifestación es la individualidad. El Yo real es independiente del cuerpo en el cual habita y es hasta independiente del mecanismo de la mente, que utiliza como instrumento. El Yo real es una gota del Divino Océano y es eterno e indestructible. No puede morir o ser aniquilado, y suceda lo que suceda al cuerpo, el Yo real no deja de existir. Es el Alma. No penséis que vuestra alma es algo aparte de vosotros, porque VOSOTROS sois el Alma, y el cuerpo, cuya materia cambia cada día, es la parte irreal y transitoria de vosotros que abandonaréis algún día. Podéis desarrollar las facultades de modo que seáis conscientes de la realidad del Alma y de su independencia del cuerpo. El método yoghi para tal desenvolvimiento consiste en la meditación sobre el Yo verdadero o Alma, acompañada de la respiración rítmica. El siguiente ejercicio es la forma más simple: