Finalmente, los vecinos se reunieron y le dijeron: «Señor, no siga robando.
»Se está haciendo viejo y nosotros podemos proporcionarle todo lo que necesite, sea lo que sea. ¡Deje de hacerlo! Estamos muy preocupados y muy tristes. ¿Por qué sigue haciendo esas cosas?»
El anciano se rió y dijo:
– Robo para poder estar con los presos y así llevarles el mensaje interior.
»¿Quién les va a ayudar? Aquí fuera, para vosotros los presos de fuera, hay muchos maestros. Pero dentro de la cárcel no hay ninguno. ¿Decidme, quién les va a ayudar? Esa es la forma de entrar y ayudar a esta gente. Por eso, cuando se acaba mi condena y me expulsan, tengo que robar de nuevo para volver a ir a la cárcel. Y pienso seguir haciéndolo. Además, en la cárcel he encontrado almas hermosas, almas inocentes, a veces, mucho más inocentes…
Una vez nombraron a uno de mis amigos gobernador de un estado de la India y él me permitió visitar todas las cárceles de ese estado. Las estuve visitando durantes años y me quedé sorprendido al ver que las personas que están en la cárcel son mucho más inocentes que los políticos, los ricos y los mal llamados santos. Conozco a casi todos los santos de la India y son más astutos. He descubierto que las almas de los criminales son mucho más inocentes… Comprendo perfectamente el comportamiento del viejo maestro zen que robaba y se dejaba atrapar para poder llevarles el mensaje. «Robo para poder estar con los presos y así llevarles el mensaje interior.»
El zen no tiene un sistema de valores. El zen solo aporta una cosa al mundo y es entendimiento, conciencia. A través de la conciencia llega la inocencia. La inocencia es inocente con respecto a lo bueno y a lo malo. La inocencia simplemente es inocencia, no sabe de distinciones.
La última historia es sobre Ryokan. Él era un gran amante de los niños. Como se puede esperar de un personaje como él, también él era como un niño. Era el niño del que habla Jesús, tan sumamente inocente que nadie creería que puede haber alguien así. No tenía astucia ni malicia. Era tan inocente que la gente solía pensar que estaba un poco loco.
A Ryokan le gustaba jugar con los niños. Jugaba al escondite, jugaba al tamari y también al balonmano. Una tarde le tocaba esconderse a él, y se ocultó bajo un montón de paja que había en el campo. Estaba oscureciendo y los niños, como no le podían encontrar, se fueron a casa.
A la mañana siguiente, un campesino llegó temprano para mover el montón de paja y empezar con su trabajo. Al encontrarse ahí a Ryokan exclamó: «¡Oh, Ryokan-sama! ¿Qué estás haciendo ahí?».
El maestro contestó: «¡Cállate! No hables tan alto que me van a encontrar los niños».
¡Se había pasado toda la noche debajo de la paja esperando a que los niños lo encontraran! El zen es así de inocente y esa inocencia es divina. Esa inocencia no hace distinciones entre el bien y el mal, no hace distinciones entre este mundo y el otro, ni hace distinciones entre esto y aquello. Esa inocencia es ser como se es.
Y ese ser las cosas como son constituye la esencia misma de la religiosidad.
Biografia
Nació el 11 de diciembre de 1931. También fue conocido como Bhagwan Shree Rajneesh y posteriormente con el nombre de Osho (Oshö: Término Japonés utilizado en el Budismo Zen para referirse a un monk o monje budista).Y también asigna este nombre(OSHO),porque siempre les decía a sus dicipulos que debian fundirse con la realidad, como una gota de agua en el oceano, sus disipulos comienzan a llamarlo el oceanico.De ahi a Osho
Osho nace con el nombre de Rajneesh Chandra Mohan en Kuchwada, una pequeña aldea en el estado de Madhya Pradesh, en India central.Primogénito de una modesta familia de mercaderes de ropa profesaban la religión jainista, la misma del Mahatma Gandhi, fue criado por sus abuelos maternos hasta los ocho años, hecho que tuvo una profunda y decisiva influencia en sus futuras enseñanzas. Su abuela fue su verdadera madre. Nacida en Khajuraho – hermosa ciudad tántrica, llena de templos con miles y miles de esculturas de los dioses hindúes haciendo el amor, no profesaban la religión jianista de su esposo, e instruyó al niño en la ciencia del tantra en la que había sido educada.
El 21 de marzo de 1953, a la edad de 21 años, Rajneesh alcanzó la iluminación, la más alta cumbre de la conciencia humana.
En sus años universitarios se hizo famoso por su participación en concursos de debates entre estudiantes, muy populares en la India. Obtuvo el título y la medalla de oro de Campeón de Debates de todo el país. En 1956 recibió su master en filosofía con primera clase de honores – la clasificación más elevada dentro de una especialidad -, en la Universidad de Sagar.
Luego de un periodo de nueve años como profesor de filosofía en la Universidad de Jabalpur, renuncia a su puesto para viajar por toda la India dando charlas sobre todos y cada uno de los aspecto del desarrollo de la conciencia humana.
En 1968, se estableció en Bombay. Dos años más tarde creó su revolucionaria Meditación Dinámica, técnicas que ayuda a detener la mente y a liberarse de ataduras y traumas mediante la catarsis. Más tarde ideó otras meditaciones con música y danzas: Kundalini, Nataraj (técnicas sufis) y Nadhabrama, relacionadas con la energía auditiva, con una versión para hacer en pareja.
Las enseñanzas de Osho abarcaron toda una gama de asuntos, desde la búsqueda individual del sentido hasta los temas sociales y políticos que las sociedades de hoy enfrentan. Osho jamás escribió libros. Sus obras fueron transcripciones de grabaciones en audio y video de las charlas que ofreció durante los 35 años que se dirigió al público.
Desde Sigmund Freud, hasta Lao Tse, desde Gurdjieff hasta Gautama Buda, desde Jesucristo hasta Rabindranath Tagore… ha intentado destilar de cada uno de ellos, la esencia de lo que se conoce como la búsqueda espiritual del hombre contemporáneo, basándose no en una comprensión intelectual, sino, en lo que el denominaba, la propia comprobación existencial de la experiencia.
Sanyasins
En 1970, en Kulu Manali, un hermoso lugar de los Himalayas, el maestro inició a su primer grupo de sanyasins. En la India, tomar sanyas significa renunciar al mundo. Osho le daba otro sentido: abandonar las ataduras con el mundo de las convenciones y convertirse en su discípulo.
Como los otros buscadores, los sanyasins de Osho usaba ropa de color naranja o rojo y un mala (rosario hindú de 108 cuentas) con una foto del maestro, y adoptaron un nombre nuevo. Al iniciarlos, les pedían que se arrodillaran, cerraran los ojos y levantaran los brazos, advirtiéndoles que, si sucedía algo, dejaran que ocurriera. Escribía un nuevo nombre en un papel, les solicitaba que abrieran los ojos y colocaba un dedo en el sitio del tercer ojo espiritual mientras comentaba el porqué del nuevo nombre. A todos los varones los nominaba inicialmente swami, que literalmente significa aquel que es maestro de sí mismo y a las mujeres como ma, término que en la India designa a la Madre Divina. Les exigía meditar dos horas diarias para que pudieran acceder al estado de awareness o despertar de la conciencia superior.
A partir 1970 llegaron hasta él miles de occidentales interesados en la búsqueda de sí mismos y en experimentar su meditación dinámica. En fecha muy significativa, el vigésimo primer aniversario de su iluminación, el 21 de marzo de 1974, fundó el ashram de Poonael centro alcanzó fama mundial. Además de enseñar todas sus meditaciones, incluía grupos y talleres que combinaban métodos orientales con psicoterapia occidental. En forma paralela, entregaba técnicas de rolfing, bioenergía, terapia corporal neoreichiana, tai chi, rebirthing. En 1980, Osho había reunido 250.000 discípulos en todo el mundo, que se vestían con tonos del sol naciente, bautizados por la prensa como los rojos.