– Entonces, ¿qué coño me sugieres?
– Que hagas lo que yo. Fingir. Últimamente has estado hablando mucho de Alemania, pues bien, aquí tienes tu oportunidad. Finge que sobrevivir a la tormenta fue un verdadero milagro. Ve al sur del Green, a cualquier sitio, entra en una iglesia católica, haz una ofrenda voti____________________gañarlo, y yo puedo apoyarte.cuchará todo con oídos más escépticos, pero también es posible enriencias, que juraste que si sobrevivías a la ordalía te irías a estudiar a Alemania. Una especie, no sé, de peregrinaje matemático. Foley lo esva. Dile a mi padre, que es un hombre religioso pese a todas las apa
– ¿Me ayudarías de verdad?
– No me malinterpretes, pero… digamos que tengo muchas razo_nes para hacerlo, ¿no te parece?
– Supongo que sí. Cae por su propio peso.
Al cabo de un rato, Colfax dijo:
– Hay gente que le odia, ya le sabes.
Lo dijo mirando de reojo a Kit, casi con resentimiento.
– No hace falta que lo digas.
– Escucha, Kit, sarcasmos aparte, es mi padre. -Lo dijo con un tono tan angustiado, para que Kit lo creyera sincero, que a éste casi le dio pena. Casi.
Aun a plena luz del día, las estatuas seguían pareciendo sinies__do en el modo en que, cuestionando la estructura oficial, sobresalían forzadas de la fachada, erectas, crispadas, intentando rehuir el refugio humano, buscando el exterior, la tormenta, todo lo que se hiela, ruge y se aventura sin luz en la oscuridad.tras, no como gárgolas, no tan complejas, pero con algo intenciona
Kit tomó el ascensor hasta donde éste llegaba y luego subió por una escalera en espiral de ébano tallado a los despachos de los direc_tivos; el ascenso estaba iluminado a través de ventanas cuyas vidrieras mostraban acontecimientos reseñables de la historia de la Vibe Corp. La Monopolización del Mercado de Conservas. El Descubrimiento de la Neoflingolina. La Botadura del Vapor Edwarda B. Vibe…
Debería haberse inscrito en más cursos optativos del Departamen_to de Teatro, pensó. Llamó a la puerta de madera oscura.
Dentro, Foley, el devoto sustituto, posaba ante la ventana como en_tronizado, a contraluz; la luz marina del día, su rostro recortado cual delicado contorno plateado, como en los sellos de correos, que todo el mundo conoce, como si proclamara: Sí, éstos somos nosotros, así es y así ha sido siempre, esto es lo que pueden esperar de nosotros, impresionante, ¿no les parece? Más vale que lo sea.
– Este asunto de Alemania…-dijo Scarsdale Vibe.
– Señor…-Kit había esperado que temblaría como un álamo joven bajo los vientos de las montañas, pero una luz desacostumbrada, una luz que parecía distante, le había rodeado, dándole, si no inmunidad, sí al menos claridad.
– Vital para su educación.
– Creo que tendría que ir a Gotinga.
– Para estudiar matemáticas.
– Matemáticas avanzadas, sí.
– ¿Matemáticas avanzadas útiles? O…-Hizo un gesto en el aire como para sugerir lo informe, por no decir lo poco varonil.
– A veces el mundo real, el mundo sustancial de los negocios mun____________________brió las ondas electromagnéticas reales, que viajaban a la velocidad de la luz, justamente como Maxwell había concebido sobre el papel.well, sin ir más lejos: transcurrieron veinte años hasta que Hertz descudanos, lastrado por una mayor inercia, tarda un poco en alcanzarlas. -Kit, con prudencia, fingió instruirle-. Las Ecuaciones de Campo de Max
– Veinte años -sonrió Scarsdale Vibe, con la desgastada insolencia de alguien que esperara vivir para siempre-, no creo que disponga de tanto tiempo.
– Sinceramente, confío en que sí -respondió Kit.
– ¿Usted cree que dispone de veinte años, Kit?
En el breve silencio que siguió, mientras el leve pero fatal énfasis en el «usted» reverberaba, Scarsdale supo de inmediato que había ju__día permitir que la menor vacilación, ni la rabia, le delataran.gado mal sus cartas, mientras que para Kit las cosas iban encajando tranquilamente en su lugar correspondiente, y comprendió que no po
– En Colorado -intentó no hablar con demasiada cautela-, entre avalanchas y ventiscas del norte, los hombres desesperados, desespera____________________nuto para otro.peradamente locos por la altitud y lo demás, y uno aprende que no hay manera de saber lo que deparará el futuro, ni siquiera de un midos y sin civilizar, y también los caballos, todos, suelen volverse ines
Y entonces oyó soltar un gruñido agudo a Foley junto a la ven_tana, como si se hubiera despertado de una siestecita.
Scarsdale Vibe sonrió con lo que, a esas alturas, Kit reconocía ya como un gran esfuerzo, nada fiable, para contener cierta rabia indefi__chara.nida, cuyo potencial dañino era posible que ni siquiera Vibe sospe
– Sus profesores le recomiendan unánimemente, le gustará saber_lo. -Sacó un pasaje de barco y lo extendió hacia Kit, implacablemente cordial-. Camarote por delante de las chimeneas. Buen viaje, señor.
Puede que todo siguiera un determinado código, pero la idea ge_neral estaba clara. Dadas las circunstancias, Scarsdale Vibe se sentía tan cómodo como Kit con un océano de por medio, y estaba dispuesto a pagar tarifas de primera clase si era necesario. En 1863 había pagado para no tener que ir a combatir, y así había seguido pagando para eli_minar de su vida muchas molestias, incluido, ¿qué duda cabía ya?, oh, Dios, a Webb Traverse. Ahí estaba, como una conjetura cuya verdad era obvia para todos, aunque tal vez nunca se probara con todo el rigor.
Sin esperar ya, a medida que avanzaba la entrevista, ninguna ma____________________tante que mantenía bien dentro: la certidumbre de que un día este error tendría que corregirse, que él elegiría el momento, que detalles como la manera y el lugar no importaban tanto como el signo de igual colocado en el lugar correcto…dose ir en un deslizamiento lento y medido, sabedor de que mientras se moviera así no podría caerse. Ahora ni siquiera tenia que esforzarse demasiado en ocultar sus pensamientos, salvo aquella luz pura y consmento para expresarla había pasado para siempre, como uno de esos resultados negativos que resuenan mucho más allá de sí mismos, Kit se sentía como la primera vez que había montado en bicicleta, dejánnifestación de condolencia por Webb, comprendiendo que el mo
– Gracias, señor.
– No me lo agradezca. Conviértase en el próximo Edison.
El hombre estaba allí sentado con una sonrisa de satisfacción, con__gún día, cuando se sostuviera a la distancia apropiada, provocara la muerte por luz concentrada. Y debería haber dicho Tesla, no Edison.fiado en su poder indiscutible, incapaz de imaginar cómo todo lo que creía que le protegía se acababa de convertir en cristal, un cristal que, si no había saltado hecho añicos todavía, había adoptado la forma de una lente que prometía un examen cercano e implacable, o puede que al
Kit se encontró en el Andén 14 de la Grand Central Station con el tiempo justo para subir al tren de las 3.55 de vuelta a New Haven, sin tener ni idea de cómo había llegado hasta allí, pues, según parecía, im____________________tesalas institucionales.vés de la ciudad sulfurosa salvando posibles contratiempos como el fallo de los frenos de un tranvía, el asalto a mano armada, los perros rabiosos o los policías sin sobornar, hasta llegar indemne a este exprés atestado y listo para partir. Había quienes siempre tenían un hogar al que volver; Kit tenía puertas de embarque, muelles, torniquetes, anpulsado por los reflejos de un caballo de calesa, había caminado a tra
Todavía no sabía si había conseguido algo o si simplemente aca_baba de poner su vida en peligro. De vuelta en Pearl Street, los dos Vibe estaban sentados con brandis y puros.
– Es difícil hacerse una idea precisa sobre ese chico -opinó Foley-. Espero que no tengamos a otro Rojo en el armario como su viejo.