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Las ahora famosas Conferencias Anuales de Candlebrow, como la misma institución, eran financiadas por la vasta fortuna del señor Gideon Candlebrow de Grossdale, Illinois, que había ganado un dineral en el pasado durante el gran Escándalo de la Manteca de Cerdo de los años ochenta, en el que, antes de que el Congreso pusiera fin a la prác____________________dez, Smegmo había pasado a suponer la mayoría de los beneficios anuales de Candlebrow Ventures. El secreto de su fórmula se guardó con tal saña que habría avergonzado al mismísimo Zar de Rusia, de manera que en la Universidad de Candlebrow, omnipresente como era el producto en lanente rabino de la capital mundial del cerdo, Cincinnati, Ohio, se vio impelido a declarar que el producto era kosher, añadiendo que «el pueblo hebreo llevaba esperando algo así desde hace cuatro mil años. Smegmo es el Mesías de las grasas culinarias». Con asombrosa rapificial para cuanto entrara dentro de la categoría de grasa comestible, incluida la margarina, que muchos ya creían que no era real. Un emitorios del señor Candlebrow inventó el «Smegmo», un sustituto artilémica del pudín de Navidad que todavía hoy divide a las familias, a menudo violentamente. En los posteriores empeños por encontrar fuentes más legales de beneficio, uno de los empleados de los laboratica, incontables toneladas adulteradas de ese alimento se exportaron a Gran Bretaña, empeorando todavía más una cocina nacional ya de por sí degradada, y dando lugar en toda la isla, sin ir más lejos, a la po cuisine y entre los condimentos de mesa de la Ca_fetería de Estudiantes, no paraban de oírse diversas historias sobre su composición exacta.

Los beneficios generados por las ventas de Smegmo proporcio____________________vela del señor H.G. Wellsrencia Internacional sobre el Viaje en el Tiempo, un tema que de la noche a la mañana se había vuelto respetable debido al éxito de la nonaron los fondos, a una escala casi suntuaria, para la Primera Confe La máquina del tiempo, publicada en 1895, un año que se citaba a menudo como límite inferior de la fecha de la primera Conferencia, aunque todavía no se había llegado a un acuer____________________to queramos, y celebrar las Conferenciascantó a los chicos, «nada nos impide remontarnos en el pasado cuando sobre qué ordinales asignar a aquellas reuniones, «pues, una vez que se ha inventado el viaje en el tiempo», afirmó el Profesor Heino Vanderjuice, cuya presencia ese año como conferenciante invitado en allá, en la época en que por aquí todo era prehistórico, con dinosaurios, helechos gigantes, picos flamígeros por todas partes y demás…».

– Con todo el debido respeto al Profesor -se quejó Lindsay Noseworth en la reunión vespertina de la Unidad-, ¿es esto lo que tene__to podré aguantar.mos que esperar por aquí, estos pesados pedantes moviéndose por los interminables cenagales de lo metafísico? Sinceramente, no sé cuán

– Pues he visto unos «bomboncitos» universitarios muy apeteci_bles -comentó lascivamente Darby.

– Otra más de tus vulgaridades, Suckling, que, he de confesarlo, afortunadamente me resultaban ajenas hasta que te conocí.

– Una ignorancia que es probable que continúe -profetizó Miles Blundell-, por lo menos hasta el año 1925 o por ahí.

– ¡Veis! -exclamó Lindsay un poco más alto de lo necesario-, ¡está empezando! Imaginaba, ingenuamente según parece, que habíamos venido a descubrir, si podíamos, algún propósito en estas expediciones cada vez más peligrosas que nos ordenan, en las que nuestra irreflexi_va participación, sin duda, a menos que empecemos a dar pasos para aumentar nuestra seguridad, nos conducirá algún día a la disolución.

– Eso suponiendo que el tal Doctor Zoot no nos haya mandado aquí a perder el tiempo -les recordó Randolph St. Cosmo-, por mo_tivos propios no del todo respetables.

– Un pirado integral -se burló Darby.

Dentro del pabellón deportivo del campus se había creado un vasto espacio de residencias, con calles y edificios numerados, accesi____________________dades de origen…cos de padres, amantes, sociedades de viaje en el tiempo de sus ciuble tan sólo tras complejos procesos de inscripción y etiquetas identificativas con códigos de colores… Una vez apagadas las luces, el espacio se volvía ilegible, emboscado de sombras, lleno de susurros, murmullos, con resplandores de capas de lámparas junto a las camas, ukelelistas que tocaban y cantaban en la oscuridad… Pajes de voces suaves contratados entre los niños de la ciudad circulaban entre los durmientes durante toda la ronda nocturna, con mensajes telegráfi

Se servían comidas día y noche, siguiendo un misterioso sistema de cambios de menú y de horario, en el refectorio de la enorme sala de estudiantes, al que no se llegaba por el vestíbulo ni la recepción de la entrada de ceremonias, sino a través de tramos semisecretos de esca____________________litario panqueque o a los posos de una jarra de café, o, como castigo por llegar «demasiado» tarde -un concepto muy flexible allí-, a nada en absoluto.vicio, donde un impaciente personal de comedor permitía muy pocos despistes a los que llegaban tarde, tras perderse en la secuencia de puertas y pasillos, tardanza que daba derecho, como mucho, a un soleras que se perdían en las regiones traseras, pasillos cuidadosamente alfombrados que conducían siempre hacia abajo, hasta la cola de ser

Los chicos, que se habían aprendido a conciencia las complejida__ayuno en una cafetería bañada de una luz marrón oscura, con mesas y sillas de madera tan enceradas que resplandecían.des de acceso y horario, entraron con sus bandejas cargadas con el des

Miles localizó la vasija de barro con Smegmo entre la sal, la pi_mienta, el ketchup, la mostaza, la salsa de carne, el azúcar y la melaza, la abrió y olió intrigado el contenido.

– A ver, ¿qué es esto?

– ¡Pega con todo! -le aconsejó un estudiante de una mesa próxi__bos. ¡Mis compañeros de residencia se peinan con él! ¡Hayma-. Remuévelo en la sopa, úntalo en el pan, machácalo en los na millones de maneras de usar el Smegmo!

– Ya he olido antes algo parecido -dijo absorto Miles-, pero… no en esta vida. Pues… hay algunos olores que pueden retrotraernos ins_tantáneamente a años previos…

– Tránsito Naso temporal -dijo asintiendo el enterado joven-. Ma_ñana hay un seminario sobre la materia, en Finney Hall. ¿O acaso me refería a anteayer?

– Bien, caballero, este brebaje de Smegmo a mí me remonta to__terior,davía más allá de la infancia, de hecho tan atrás como a una vida an incluso a antes de que fuera concebido…

– Miles, por lo que más quieras -dijo Lindsay, ruborizándose y dán__guido la conversación con cierto interés.dole una patada a su compañero bajo la mesa-, ¡HDP! -que era el código de los Chicos del Azar para «Hay Damas Presentes». De hecho, cerca había una mesa llena de «alumnas» en florescencia que habían se

– Vaya, vaya -dijo Darby dándole un codazo cómplice a su anti__jate en el peinado de la rubia de allí. ¡Hay que ver!guo socio de travesuras-. No son lo que se dice Chicas de Gibson. Fí

– Suckling -apretó los dientes Lindsay-, aun en una carrera como la tuya, que ha tendido cada vez más a lo sórdido y en la que sin duda aguardan mayores barbaridades, nada será más cuestionable, en térmi_nos morales, que esas repetitivas manifestaciones de una adolescencia enfermiza.

– Si alguna vez llegas a vivir una adolescencia, házmelo saber -re_plicó Darby con un tono que dejaba clara su intención mordaz-. Tal vez pueda darte unos consejos.

– Eres un insoportable…

– Caballeros -intervino Randolph agarrándose el abdomen con el ceño fruncido-, tal vez crean posible posponer este sin duda fascinan_te coloquio hasta una ocasión menos pública. Y debo añadir, señor Noseworth, que esas constantes tentativas de estrangular a Suckling dañan nuestra imagen pública.