Tras pasarse toda la noche temblando bajo una tienda hecha jiro_nes, se levantaron temprano y salieron de nuevo al alba gélida y a la carretera. Más allá de Erseka empezaron a subir la Cordillera Gramoz, con hayas sin hojas a merced de los vientos, cada vez más fuertes; los picos invernales resplandecían tan desolados como los Alpes, y al otro lado, donde se los conocía como Cordillera Pindó, se extendía Grecia.
Cuando el sol ya se estaba poniendo encontraron una granja que parecía desierta, hasta que Reef volvió de recoger leña y descubrió a Ljubica sentada junto a uno de esos perros pastores salvajes y de ma_las pulgas conocidos en Macedonia como hrplaninec.
Los perros de aquí eran famosos por morder antes de ladrar, Cy____________________equívocamente como advertencia, y la perra alzó las cejas y chasqueó la lengua, lo que alguien de la época de los túneles le había dicho a Reef que significaba «no» en albanés.bilidad, hablando en su idioma personal, mientras el animal, que era hembra y se parecía un poco a una osa greñuda parda y rubia, con un rostro bastante amable, la escuchaba con sumo interés. Cuando Reef se aproximó, ambas volvieron la cabeza para mirar, educada pero inprian había insistido sobre ello…, pero ahí estaba Ljubica, toda socia
– Vale, vale. -Reef retrocedió y volvió a atravesar el umbral de la puerta.
Pasarían muchos años antes de que supiera que la perra se llamaba Ksenija, y que era la íntima amiga de Pugnax, cuyos socios humanos, los Chicos del Azar, habían estado vigilando invisible pero atenta__sula Balcánica. La tarea de la perra en esa coyuntura era poner a todo el mundo a salvo sin que se notara.mente el avance de la familia de Reef en su exfiltración de la Penín
Al día siguiente, Reef había salido a reconocer el terreno, mien__de algún sitio le llegó olor de humo de leña y oyó asnos, y antes de que se diera cuenta tenía a aquellos tres albaneses encima.tras Yash y Ljubica permanecían escondidas valle arriba, cuando des
– Vaya, tungjatjeta, amigos -saludó Reef intentando recordar su albanés de túnel y esbozando su encantadora sonrisa para todo.
Los albaneses también sonreían.
– Me folio a tu madre -le saludó el primero.
– Yo te folio a ti y luego me folio a tu madre -dijo el segundo.
– Vaya, chicos, siempre sois tan… amistosos -dijo Reef-. ¿Qué pasa? -Llevaba un enorme Gasser montenegrino de 11 mm en el cinturón, pero ése, le pareció, no era momento para echarle mano. Los hombres llevaban rifles Mannlicher antiguos y un Gras, probable____________________traba diez metros a su derecha, pero entonces Reef captó el resplandor del cañón de un rifle justamente allí, y luego de otros dos más.tes. El abrigo más cercano era una zanja con una berma que se enconmente arrebatados a griegos muertos. Se habían enzarzado en una discusión, y Reef creyó entender vagamente que versaba sobre quién le iba a disparar, aunque nadie parecía demasiado ansioso, imaginaba que a causa de la escasez de munición, sobre todo para el Gras, de 11 mm como su revólver, que bien podría ser que fuera lo único que buscaran. Así que todo quedaba entre los Mannlicher. Se pusieron a buscar entre el barro trozos de paja apropiados para echárselo a suer
– Oh, oh -dijo-, parece que aquí ya no pinto nada. ¿Cómo decís vosotros? Nje rose vdekuri, ¿no?
Eso le dio minuto y medio de gracia, lo que resultó suficiente, porque una voz empezó a gritar su nombre en algún sitio, y al mo_mento una figura enjuta salió sin prisa de detrás de un muro de piedra.
– ¿Ramiz?
– Vella! ¡Hermano! -Corrió hasta Reef y lo abrazó-. ¡Éste es el americano que me salvó la vida en el túnel suizo!
Los tres hombres armados parecieron decepcionados.
– ¿Significa eso que no vamos a matarlo?
– Te hacía en América a estas alturas -dijo Reef.
– Mi familia, ¿cómo iba a dejarla? -Resultó que el pueblo estaba habitado por refugiados de todo el país, del norte y del sur, objetivos de venganzas de sangre a los que había resultado imposible perma__verse mientras seguían respetando el Kanun de Leké Dukagjin. Una comunidad fundada en la suspensión de la venganza.necer más tiempo como prisioneros en su propia casa, y que habían decidido que crear un recinto del tamaño de una aldea entre todos sería el mejor modo de disponer de un poco más de espacio para mo
– Has tenido suerte -dijo Ramiz-, por lo general los desconoci_dos no llegan a acercarse tanto.
– Sólo buscaba pasar un par de noches con cierta seguridad -dijo Reef, y le puso al tanto sobre Yash y Ljubica.
– Estás loco, mira que andar por aquí habiendo tantos griegos suel_tos por estas colinas… -Sirvió rakia-, Gezuar! ¡Tráelas a las dos aquí! ¡Hay sitio de sobra!
Reef volvió a la aldea con Yash y Ljubica cuando empezaba a ne__lecto tosco y a tocarvar, y durante los días siguientes la nieve los retuvo allí. Cuando por fin pudieron continuar viaje, él había aprendido un poco más de dia Jim Along Jo al clarinete, instrumento del que al parecer todos en la aldea poseían uno, y algunos de los hombres se reunían la noche después de cenar y lo tocaban en armonía de tres o cuatro partes mientras bebían rakia.
Reef y Yashmeen se encontraron haciendo frente a la nieve que descendía, con una persistencia de camaradas demasiado incondicio____________________tinándolo al olvido.ba todo cuanto se pusiera al alcance de su voracidad y lo cagaba desquisitiva que no era la tormenta, ni el invierno ni la promesa de más de lo mismo para quién sabía cuánto tiempo…, sino otra cosa, algo malvado y mucho más antiguo que el paisaje o cualquier raza que hubiera pasado en peregrinaje involuntario por allí, algo que devoracordarían haber sentido la presencia de una fuerza consciente e incia de espaldas al viento, altos, silenciosos, inclinados sobre sus propios corazones, sobre aquella pequeña vida que se había convertido en su deber, sin imposición, surgida simplemente de los giros de su destino, para protegerla, y parecía que no sólo de la tormenta, porque más tarde, refugiados un momento, en Pérmeti o Gjirokastra, ambos renal por ambas partes como para considerarla honorable, con frecuen
En el pasado, Reef había sido tristemente famoso en todo Colo____________________canso sólo para mirar.cha de río. La nieve iba y venía, pero cuando se iba era para dar paso a una lluvia fría y deprimente. Un raro día de sol, cerca de una ciudad en el valle de Vjosa, Yash y él se permitieron un momento de dessoria, pero en este viaje había traído un anzuelo desde Yz-les-Bains, y al poco de comenzar a lanzarlo se encontró con que, contra todas las expectativas, día sí día no conseguía atrapar alguna especie de trurado como el más desafortunado pescador al oeste de la Gran Divi
– Me quedaría aquí para siempre.
– Eso no me suena muy nómada.
– Pero míralo. -Muy pintoresco, supuso Reef: una docena de mi__mullo y la antigua certidumbre de que la vida, por más que se naretes que se elevaban brillantes entre los árboles, un riachuelo que atravesaba el pueblo y del que se veía el fondo, la luz amarilla de un café en el crepúsculo que podía llegar a ser su rincón, los olores, el murredu__ferible a la plaga de águilas que empezaban a apoderarse de la tierra.jera de vez en cuando a la condición de ser presa inteligente, era pre
– Eso es lo peor -dijo Yashmeen-, es demasiado hermoso.
– Espera y ya verás Colorado.
Ella lo miró y, tras un par de latidos, él le devolvió la mirada. Lju__servó a su madre como hacía cuando sabía que Yash estaba a punto de llorar.bica estaba en brazos de Reef; apretó la mejilla contra su pecho y ob