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– ¿Señor? -Cuando volvió a enfocar la mirada, fuera quien fuese la persona que había hablado se había ido ya. Aparentemente, debía de haber estado agazapada en un rincón alejado de la ventana, respi__da con el Reparador.rando humo de tabaco y ajena a lo demás. Frank se levantó y vio a Günther al otro lado de la habitación dándose un abrazo de despedi

– No puedo garantizarte que una banda de 'sinvergüencistas' loca__pos imprevisibles,les no vaya a asaltarte, claro -decía Ibargüengoitia-, pero… son tiem '¿verdad?'.

En el ascensor, al bajar, Günther miró a Frank con algo parecido a una expresión divertida.

– Has estado mirando ese Ángel -dijo por fin-. Una táctica poco sensata, me parece.

Resultó que Ibargüengoitia había organizado todo para introdu_cirlos en Chiapas en un barco de cabotaje que salía de Vera Cruz y pasaba por Frontera y Tabasco, y desde allí irían en 'diligencia' a Villahermosa, Tuxtla Gutiérrez y, a través de la Sierra, hasta la costa del Pacífico. Llegaron al 'cafetal' una semana más tarde, a caballo, alrede____________________miento estaba en alemán, junto a un par de trabajadores al cargo que no parecían captar que Frank no tenía la más remota idea de por qué no funcionaba ni, mucho menos, de cómo arreglarla.na de hacer pulpa extrañamente diseñada cuyo manual de funcionajarlo de la silla, empezó con una larga retahila de problemas, mientras que Frank, antes de darse cuenta, ya estaba contemplando una máquidor del mediodía, y el capataz, que casi arrastró a Günther para ba

El motor estacionario estaba bien, los ejes, poleas, cintas y peda__seño de la propia máquina o del modo en que alguien la había puesto en marcha. Tras una hora frustrante de montaje y desmontaje, Frank se inclinó sobre la máquina y susurró:les, desgastados pero funcionaban, las tuberías del depósito donde las cerezas de café se empapaban en agua estaban limpias y la bomba también funcionaba, así que tenía que tratarse de un problema de di «'Tu madre chingada puta'», miró a su alrededor un par de veces y le soltó a la cabrona una pa____________________vula del depósito y las cerezas de café empezaron a fluir a través de él en un torrente rojo de textura parecida a la de las judías rojas, para salir más adelante como pulpa mezclada con semillas todavía en su supuesto pergamino, preparadas para las siguientes fases de lavado y batido.te el sentido, la máquina se estremeció, se puso en marcha y el gran cilindro en cuestión empezó a rotar. Uno de los indios abrió la váltada teatralmente furtiva. Como si hubiera recuperado abruptamen

Por descontado, también presentaban distintas dificultades las má____________________llera preparados para los intermediarios.nando los ejes, engranajes y ajustes rodantes de esa pesadilla de la Edad de la Maquinaria que Günther seguía llamando «el futuro del café», e incluso aprendió un par de palabras de alemán técnico. Aquel año la cosecha de café se realizó sin incidentes, y se metió en sacos de arpibado, pero a lo largo de las dos semanas siguientes, Frank fue domiquinas que se encargaban del batido, secado, enrollado, frotado y cri

Fuera arreciaba la tormenta política, y de vez en cuando entra____________________bajo, y al poco se encargaban ya de las faenas técnicas más pesadas, lo que le dejaba más tiempo para ir a la ciudad a relajarse, aunque nunca estaba tigo impuesto por haber perdido la reciente Batalla de Chiapa de Corzo. Frank encontró un par de ellos dispuestos a aprender el tragrantes de la finca eran juchitecos que admiraban a Zapata además de al martirizado Che Gómez. Avanzado el otoño, indios chamulas que luchaban por la zona de San Cristóbal en su desventurada rebelión contra Tuxtla habían empezado a aparecer sin orejas, que era el casba como una ráfaga por la ventana. Muchos de los trabajadores emiseguro de lo que pasaba cuando no los vigilaba a la luz, porque, pese a lo peculiares que eran los tarahumaras, algunas de es_tas tribus de Chiapas hacían que parecieran tan monótonos como profesores de metalurgia. Aquí había enanos y gigantes, y 'brujos' que adoptaban la forma de gatos silvestres o mapaches o se multipli_caban a sí mismos por docenas. Frank lo había visto, o creía que lo había visto.

En este tramo concreto de declive hacia el Pacífico, Tapachula era la ciudad; si uno quería relajarse o armarla buena, o las dos cosas a la vez, iba a Tapachula. Frank solía pasar el rato en una cantina lla_mada El Quetzal Dormido, bebiendo brandy de maguey de Comitán o el licor destilado ilegalmente que era conocido como pox, de gusto al principio asqueroso pero al cabo de un rato bastante potable, y bai____________________res, peones que sacudían los árboles, trabajadores de viveros, cribadores de judías,taciones de bananas, así que la ciudad siempre vibraba con recolectoconocer una ciudad en auge que poseen algunos jóvenes y que les permite saber dónde se gasta el dinero más a la ligera en un momento dado, a Tapachula, en cuyas cercanías había cacao, café, caucho y planlando o encendiendo panetelas para una chica llamada Melpómene que había salido de las ruinas y luciérnagas de Palenque, y había ido a parar primero a Tuxda Gutiérrez y luego, con ese instinto para re guayuleros y operadores de centrifugadoras, sin que nadie mostrase el menor ánimo de moderación.

Melpómene le habló a Frank de los escarabajos luminosos gigan_tes llamados cucuji. Todas las noches en el campo que rodeaba Palen_que, iluminando los kilómetros de ruinas ocultas entre los árboles de la selva, se veían millones de ellos, con cuerpos que brillaban de punta a punta, tanto que con la luz de uno solo podía leerse el periódico y con seis se iluminaba una manzana de una ciudad.

– O eso me contó una vez un 'tinterillo' -sonrió a través del humo de un Sin Rival-. No sé leer, pero tengo un árbol lleno de cu_cuji en mi patio. Ven. -Y le guió hacia la parte de atrás y por un calle_jón adoquinado hasta un camino de tierra. De repente, delante de ellos, por encima de las copas de los árboles, brilló una luz amarilla verdosa, que se encendía y apagaba-. Sienten que llego -dijo.

Doblaron una esquina y allí había una higuera, llena, hasta donde Frank podía ver, de miles de esos grandes escarabajos luminosos, que primero centelleaban resplandecientes y luego se oscurecían, una y otra vez, todos al unísono. Se dio cuenta de que si miraba fija y larga__rando una inmensa ciudad, como Denver o la capital mexicana, por la noche. Sombras, profundidades…mente al árbol, perdía el sentido de la escala y era casi como estar mi

Melpómene le contó que las indias de Palenque capturaban y amaestraban a los escarabajos, les ponían nombres a los que ellos apren__tes. Las noches se poblaban así de mujeres iluminadas, que podían moverse por el bosque como si fuera de día.dían a responder, los metían en jaulas para llevarlos como lámparas por la noche, o se los colocaban en el cabello bajo velos transparen

– ¿Y todos estos bichos de aquí tienen nombres?

– La mayoría -le lanzó una mirada de advertencia para que no se burlara-. Incluso hay uno que se llama como tú, ¿quieres conocerlo? ¡Pancho!

Uno de los fragmentos de luz se separó del árbol, voló y aterrizó sobre la muñeca de la chica, como un halcón. Cuando el árbol que_dó a oscuras, Pancho también se apagó.