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Cuando Frank volvió al mundo indicativo, allí estaba Melpómene con noticias de la Capital sobre el golpe de Huerta, y poco a poco se le hizo evidente que los dos misteriosos edificios de su visión eran el Palacio Presidencial, donde Madero se había refugiado con fuerzas leales, y el arsenal conocido como la Ciudadela, a dos kilómetros y medio al oeste, donde los rebeldes encabezados por Félix Díaz, el so____________________dacia el este desde el Zócalo para detenerse sobre la penitenciaría llamarían durante diez días de aquel mes de febrero y que se conocerían más adelante como la Decena Trágica. La sombra sobre sus cabezas, la misma que llevaba todos esos siglos persiguiendo a los aztecas y sus descendientes en su larga huida hacia el sur, llegó por fin a cernerse en el cielo sobre el Valle de México, sobre la Capital, y se dirigió habrino de Porfirio Díaz, se habían atrincherado. Entre ellos se extendía el centro de la Capital, un espacio de combates que causarían miles de muertos, dejados donde caían, a la intemperie, que se prolonga «'elpalacio blanco'», donde finalmente se condensó en las ráfagas de calibre 38 que mataron a Madero y Pino Suárez y llevaron a Huerta al poder; pese a la larga y terrible lucha, y a la fe popular tan inmere__pués de todo.cida, había acabado permitiendo que la serpiente se impusiera, des

Optó por no quedarse a ver qué tipo de precio, si alguno, pondría el nuevo régimen a su cabeza, y así Frank dejó México a bordo de un barco cafetero que zarpó de Vera Cruz, oculto en la bodega entre va____________________ra todo el camino hasta Denver.do de respirar polvo de café que le entraron ganas de hacer a la carrerios sacos de carga. Cuando llegó a Corpus Christi, estaba tan excita

– Quédate en Texas -le rogó una bailarina de fandango llamada Chiquita mientras atravesaba a toda prisa San Antonio.

– Querida en circunstancias normales no querría otra cosa porque México en el pasado mi segundo país 'mi otra tierra' como decimos por allí me ha hecho más consciente de San Antonio hogar del Ála____________________dría abarcar cualquier cosa desde el precio de una cerveza a la vida de uno de nosotros mira tú… -Momento en el cual, en cualquier caso, ya había salido por la puerta y estaba a medio camino de San Angelo.rás que tarde o temprano alguien en alguna cantina sacará el tema puede que no más que con un movimiento de ojos en el espejo de ahí pero será una promesa de negocios en el futuro próximo que pomo la cuna de la independencia de Texas y todo lo demás sin entrar en detalles de quién robó qué a quién estoy seguro de que entende

En cuanto llegó a Denver, fue al banco a comprobar si algo del dinero que había estado enviando había llegado desde México, y para su asombro encontró una bonita suma de calderilla en su cuenta. Además del salario de Günther y un par de comisiones por la com____________________mera vez que le pagaban por ser estúpido. ¿Había algún futuro en eso?cían incluir un extra por caerse del caballo. Que él supiera, era la pripra de maquinaria pesada, estaban los diez dólares al día en oro que la gente de Madero le había pagado en 1911 en Chihuahua, que pare

Una noche, Frank estaba en un bar de la calle Diecisiete cuando se encontró, quién iba a decirlo, con el Doctor Willis Turnstone, el pretendiente rechazado en el pasado por Lake, la hermana de Frank, que acababa de salir de su turno en un hospital cercano.

– Veo que prefieres apoyarte más en esa pierna que en la otra -dijo el Doc al cabo de un rato.

Frank le contó la historia.

– ¿Puedes hacer algo al respecto?

– Si yo no puedo, mi socio sí. Es un colega chino, lo cura todo cla_vándote agujas de oro por todas partes. Te quedas tumbado como un puercoespín y, sin darte cuenta, al levantarte te pones a bailar el fox trot y ya no paras en toda la noche.

– Agujas. Tengo que pensármelo un poco.

– Aquí tienes su tarjeta. Yo estoy al doblar la esquina, pásate un día y le echamos un vistazo.

Tras algunos comentarios sociales, el Doc dijo:

– ¿Te has dado cuenta de que no te he preguntado ni una vez por tu hermana?

– Te lo agradezco. Supongo que ya lo has superado. Ojalá pudie_ra decir lo mismo.

– Superado y de qué manera. Estoy prometido y voy a casarme con el más perfecto de los ángeles. No sabría cómo empezar a descri_bírtela. Oh, Frank, es adorable en todos los sentidos. Madre, musa y amante, todo en una, ¿te lo imaginas? No, claro, no puedes. Vaya, de repente se te ha puesto mala cara.

– ¿No habrá una escupidera para vomitar?

– Aquí no se puede, normas de la casa.

La consulta del Doc Turnstone estaba a manzana y media del Mercy Hospital, en un tercero.

– Malas hierbas son los enfermos imaginarios -se rió entre dien__nes-. ¿Cuánto hace que está embarazado?tes su colega el Doctor Zhao-. Veamos su lengua. Ajá. -Tomó ambas muñecas de Frank y durante un rato estuvo estudiando sus pulsacio

– ¿Cómo?

– ¡Estaba bromeando!

La puerta se abrió y una joven con uno de esos chapeaux de ter_ciopelo oscuro que se veían ya por toda la ciudad asomó la cabeza.

– Hola, cariño, eres tú… ¡Aaahhh! ¡Tú!

– Yo no -gorjeó el Doctor Zhao-. Y tu novio ha ido a hacer una consulta domiciliaria. ¡Oh! ¡Debes de referirte a este paciente!

– ¿Qué tal, Wren? ¿Te molesta que no me levante ahora mismo? -Todas esas agujas debían de haberle hecho algo a Frank. En circuns____________________dico. Pero lo que estaba sintiendo en realidad era un extraño reflejo de cotilla pueblerino que le hizo pensar: vaya, vaya, Wren y el Doc, me pregunto cómo les irá y demás.tigua novia llamando «cariño» a otro hombre, y, por si fuera poco, métancias normales, a un hombre se le habría partido el corazón, puede que incluso le hubiera saltado hecho trizas, al encontrarse a una an

– Frank, espero que no estés…

A él siempre le había gustado esa torpeza de marisabidilla…, como si los celos fueran algo que sólo los personajes de los libros su_pieran tratar y cuando uno se los topaba en el mundo, vaya, pues se viera bastante perdido…

– Cuéntame -dijo un tanto adormecido-, ¿cómo os conocisteis, par de tortolitos?

– Tengo que ir a destilar unas hierbas chinas -murmuró el Doc_tor Zhao-. Voy a dejar abierta esta puerta. ¡Más vale que os portéis bien!

– Volví a Estados Unidos -dijo Wren-, me presenté en el hospital para pasar un examen médico que me exigían en Harvard. Resultó que Willis estaba de guardia, nos cruzamos en el pasillo, nos miramos el uno al otro y…

– '¡Epa!' -sugirió Frank. El había tenido noticias del fenómeno pero nunca lo había visto.

Wren se encogió de hombros, justamente como una desampara_da víctima femenina del Destino.

– Willis es bueno -dijo-. Un buen hombre. Ya lo verás. Y conoce a tu amiga Estrella. Los dos participan en no sé qué misterioso pro_yecto en la cuenca minera.

Muy bien, ahora hablaba de algo interesante. Los plutócratas, se__to a las andadas, esta vez en el sur de Colorado, donde era carbón y no oro lo que los hombres buscaban bajo tierra arriesgando sus vidas y su salud, y los mineros ahora solían venir de Austria-Hungría y gún parecía, malditas fueran sus almas si es que tenían, habían vuellos Balcanes, más que de Cornualles y Finlandia. Desde el pasado sep____________________das en diciembre, desoyendo los consejos de todos los que la querían.miento de Trinidad estaba bajo la ley marcial. Ambos bandos tenían muchos rifles, y la Guardia Nacional del estado disponía también de ametralladoras. Los tiroteos y las escaramuzas habían sido constantes, cuando el tiempo lo permitía: las tormentas de aquel invernó habían sido feroces y letales, incluso para Colorado. Las familias desahuciadas de las viviendas de la empresa se habían pasado todo el invierno en colonias de tiendas en las afueras de Ludlow y Walsenburg. Stray había ido allí al principio de la huelga y se había instalado en una de las tientiembre, el sindicato de mineros estaba en huelga contra la Rockefeller's Colorado Fuel and Iron Company; desde noviembre, el yaci