Darby, que estaba escuchando sin querer, acabó por alejarse sacu_diendo la cabeza.
– Ni que fueran Sidney y Beatrice Webb.
– Así como un ascenso muy rápido -había proseguido Viridiana-, de cero a la velocidad que tenga el viento etéreo predominante. De manera que para encontrarlo en toda su potencia, uno no tendría que alejarse mucho de la superficie planetaria. En nuestro caso no mucho más arriba del nivel de los tejados.
Chick y Viridiana resultarían ser los más problemáticos o volu__teriores aventuras, y en el presente de Viridiana no faltaban lapsos en el pluscuamperfecto sentimental.bles de los cinco emparejamientos. Chick a veces se comportaba como si su corazón estuviera otra vez de vuelta a los escenarios de sus an
Lindsay Noseworth, el gamomaniaco diagnosticado, sería el más gravemente afectado de todos, ya ante la primera visión fugaz y de reojo del aspecto de Prímula. «Prímula Noseworth», pronto se le oyó susurrar una y otra vez, «Prímula Noseworth…», sin que ningún rin_cón de la nave ni ningún instante del día se vieran libres de ese extasiado pasmo. El equivalente sonoro del tatuaje de un marinero.
En cuanto a Miles: «Oh, Alegría», la avisaron alegremente, «¡siem____________________ba el sentido con facilidad.)timientos manifiestos de Miles, aunque anotados, no se les encontrapre ha sido un ganso cuando llegaban las cosas profundas!». (A los sen
Entretanto, fue Trinitaria la que se sintió fascinada por el en cier__mientos de hierbas de la joven, ejercitados con paciencia, curarían con el tiempo su dispepsia).to modo distraído Randolph (el genio para la cocina y los conoci
Llama y Darby constituyeron un «objeto» furiosamente apasiona_do desde el principio, y la antigua mascotte, por primera vez en compa_ñía de una mujer, no se encontró ni cortado ni, de hecho, vertigino_samente aturdido, sino con recursos aéreos que parecían ser enteramente propios.
– ¿He perdido el sentido común -se preguntaba Llama-, para an____________________bre en el dialecto local, se sumaron a la algarabía. Grandes discos de aves cansadas por el día se gios de las campanas, cada una con su propio, antiguo y precioso nomdicos subían desde las calles, penetrantes como una canción. Los arpeblemente a sus pies, el humo de leña empezaba a filtrarse y salía de la punta de las chimeneas, los gritos de los niños repartidores de perióceso infinito, con el esplendor herrumbroso del cielo de última hora profundizándose mientras estaban allí y, le pareció a Darby, esperaban, aunque se le escapaba el qué. Mientras, las cocinas se encendían visiturno, que se alejaban derramándose en lo que podría ser un retrodar aquí sola con un tipo como tú? -Lo miraba de cerca pero no sin cariño, enmarcada por las tejas de los tejados de su alojamiento nocinclinaban y planeaban girando sobre las plazas grandes y pequeñas, rozados por la penúltima luz un momen_to, expulsados de ella al siguiente.
Por la mañana, con todas las chicas a bordo, el viento había cam_biado. Como Lindsay confirmó tres veces más, ahora tardarían sólo unos minutos de arco en llegar a su destino en California.
Y así volaron hacia el noroeste y una noche miraron y contem_plaron una extensión incalculable de luces, que, según sus cartas, se conocía como la Ciudad de Nuestra Señora, Reina de los Angeles.
– ¡Por todos los cielos! -exclamó Trinitaria-, ¿cómo puede existir nada igual sobre la Tierra?
– En cierto sentido ahí radica el problema -dijo Chick-, En lo de «sobre la Tierra».
Mientras cruzaban el continente, los chicos expresaron su sorpre____________________ras de faros de automóviles en un continuo movimiento más allá de cualquier horizonte, se sentían testigos incómodos de una conquista definitiva, un triunfo sobre la noche cuya razón nadie podía acabar de comprender del todo.pos de deporte, los cines, los depósitos ferroviarios y las estaciones, los tragaluces de las fábricas, los aerofaros, las calles y avenidas con hilelifornia y contemplando la incandescencia que fluía hacia el norte desde los hogares de las afueras y las plazas de las ciudades, los camdefenso de la noche. Pero ahora, por fin, volando sobre el sur de Cabrado eléctrico de las calles, como si grupos avanzados del día de trabajo invadieran progresivamente y se instalaran en el interior inba: farolas aisladas y madejas de luz de gas habían dado paso al alumsa ante lo mucho que se habían contaminado de luz los territorios nocturnos que pasaban por debajo, más de lo que ninguno recorda
– Puede que tenga que ver con los turnos de trabajo -supuso Ran_dolph-, cada vez más horas, quiero decir que se trabaja más allá de las horas de luz del día.
– Mucho más empleo -comentó Lindsay entusiasmado-, como para indicar la gran expansión de una ya prodigiosa economía ame__derable porción de nuestro capital invertido ahí.ricana; para nosotros son ciertamente buenas noticias, dada la consi
– Sí, el sudor de las marmotas, la miseria y las tumbas prematuras -dijo Darby con desdén-, eso es lo que nos mantiene volando por aquí arriba, aunque con estilo, eso sí.
– Pues ciertamente es un sistema empresarial que no te ha trata__diosamente oscuros, por no decir de hecho incomprensibles.do mal, Suckling. Sus triviales defectos, que todavía te sientes obligado a criticar por nada, permanecen para el resto de nosotros misericor
Darby parpadeó con ingenuidad.
– Eeeiiihh, ¿Noseworth?
– No lo digas. Me gusta tanto el modo subjuntivo como a cual_quiera, pero dado que el único uso que tú le das es un vulgarismo de tres palabras, más vale no pronunciarlo…
– Oh. Y entonces, ¿qué te parece «Que viva el capitalismo»?, vie_ne a ser lo mismo, ¿no?
Como si se lo permitiera la absorción de una cantidad crítica de esa luz implacable. Miles habló, y lo hizo con una voz que casi se rom_pía bajo una emoción difícil de comprender.
– Lucifer, hijo de la mañana, portador de la luz… Príncipe del Mal.
Lindsay, como Oficial Teológico de la Nave, empezó a explicar servicialmente cómo los primeros Padres de la Iglesia, en su deseo de relacionar el Antiguo y el Nuevo Testamento en tantos puntos como fuera posible, intentaron establecer una correlación entre el epíteto de Isaías para el Rey de Babilonia y la visión de Cristo, según Lucas, de Satán cayendo como un relámpago de los cielos.
– Complicado aún más por el uso que hicieron los astrónomos an__ce como lucero del alba…tiguos del nombre de Lucifer para designar a Venus cuando apare
– Eso es etimología -dijo Miles todo lo educadamente que le fue posible-, Pero en cuanto a su persistencia en el corazón humano, in_mune al tiempo…
– Disculpadme, ¿de qué -preguntó Darby simulando que levanta_ba la mano- coñoestaishablando?
Randolph alzó la mirada de un mapa y comparó lo que había vis_to con el paisaje de luz que se extendía por abajo.
– Ahí parece haber unas instalaciones aeronáuticas, cerca de Van Nuys, que podrían servirnos. Caballeros, sean tan amables de formar el Piquete de Maniobra.
Al final resultó que el cheque enviado por los abogados fue de____________________mento sin trabajo en un peculiar rincón del planeta que podría o no ser el suyo.rección de correo no existía. Los chicos se encontraban por el movuelto, y además descubrieron, tras varias averiguaciones, que su di
– Otra vez hemos hecho el tonto -gruñó Darby-, ¿Cuándo vamos a aprender?
– Todos teníais mucha prisa -replicó Lindsay con suficiencia.
– Me parece que dedicaré el día a pasear -dijo Chick- y a hacer un poco de turismo.
A eso de mediodía, paseando por Hollywood y sintiendo un ham__lientes llamado Links, donde, oh sorpresa, se topó con su padre, «Dick» Counterfly, al que no había visto desde 1892 o por ahí.bre repentina, se puso en fila fuera de un animado local de perritos ca