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Lo que sacaron fue a Jardine, elegantemente vestida en algo bri____________________cos, de hecho alucinatorios, de la películaladas con elefantes rampantes encima y varios platos aún más gigantesllante y ceñido, subiéndose a un Modelo T y conduciendo hacia el este por un reconocible Sunset Boulevard, bajo inmensas columnas acana Intolerancia, luego siguió casi hasta el centro de la ciudad, giró a la izquierda en Figueroa, cruzó el río, pasó el Monte Washington y fue por Highland Park hasta Eagle Rock, hizo dos o tres giros que Lew también situó y se detuvo por fin delante de una puerta de hierro en una pared de piedra de arroyo con un rótulo encima que rezaba carefree court. Dentro, entre palmeras y eucaliptos, había una docena de bungalows de estilo Revival Misionero agrupados en torno a una piscina con una fuente de la que salían chorros pulsantes de agua a un cielo gris borroso…

Jardine se sentó un momento, como si mantuviera una larga char__cer y que le estaba resultando más difícil de lo que había creído.la consigo misma, tal vez sobre alguna elección que tuviera que ha

– Y no sólo podemos desplegar la historia futura de estos sujetos -decía Roswell-, también podemos invertir el proceso y mirar a su pasado.

– Una fotografía del cadáver de un asesinado -se le ocurrió a Lew-, ¿y podríais ver el suceso, atraparlo en el acto?

– Empiezas a entender por qué ciertos intereses podrían sentirse amenazados. Todos esos antiguos misterios del pasado como, por ejem_plo, el atentado del Times…, lo único que haría falta es tener una ins_tantánea de la Primera y Broadway donde estaba el antiguo edificio, y hacerla retroceder a finales de septiembre de 1910, justo antes de la bomba…

– ¿Podría ir tan atrás?

Roswell y Merle se miraron entre sí.

– ¿Lo habéis hecho?

– Era de noche -dijo Merle un poco avergonzado-. Podría haber sido cualquiera.

– … la única vertiente un poco peliaguda -dijo Roswell- es en____________________genes escojan senderos distintos que los originales.te la posibilidad de que esos pequeños seres que aparecen en las imácontrar el término constante en lo primitivo, que la diferenciación ha llevado a cero. Por lo general, para mirar hacia el pasado se debe tener un valor negativo. Pero a menos que acertemos de pleno, siempre exis

Momento en el cual Lew recordó por fin la bilocación: cómo ha____________________tos cotidianos y no pasar mucho tiempo meditando. Pero ahí parecían estar esos antiguos poderes de bilocación surgiendo de nuevo, sólo que de manera distinta.terrumpirse por completo, y tampoco tenía a nadie con quien hablar de ellos, así que no le quedaba más opción que ocuparse de sus asunvidos sueños, esos viajes paralelos habían ido espaciándose hasta inde su vuelta a Estados Unidos, como si no hubieran sido más que vicía mucho tiempo, en Inglaterra, incluso se había encontrado de vez en cuando entrando y saliendo de esas bifurcaciones. Los desvíos de lo que todavía consideraba su vida oficial y supuesta. Sin embargo, des

– ¿Quieres decir -intentando controlar un temblor en la voz, ha__ñalar la imagen viva de Jardine, que todavía esperaba- que podrías ver a alguien viviendo una vida totalmente diferente?ciendo aspavientos más amphos de lo que hubiera querido para se

– Claro, si quisieras -Roswell le miró con tal desconcierto que casi parecía irritado-, pero ¿por qué?

– Ahora que ya has visto funcionar el aparato -dijo Merle-, te pon____________________ver nunca los labios.bras de advertencia, o de preocupación, nunca demasiado altas, sin mogunas matrículas las hemos visto más de una vez. Y además, durante la jornada de trabajo, siempre hay alguien que suelta un par de palache, pero nunca hay nadie al otro lado del hilo. Cruzan coches por delante, sedanes cerrados, con ventanillas tintadas, muy despacio, y altán pasando por aquí cosas bastante raras. En el callejón hay gorilas, de pie, fumando, vigilando. Recibimos llamadas telefónicas en plena nodré al tanto de por qué te hemos pedido que vengas. Últimamente es

– Lo que en resumen -dijo Roswell Bounce- viene a decir que no queremos toparnos con el mismo triste destino que Louis Le Prince, que a finales de los años ochenta logró poner a punto su propio aparato de cine, básicamente el mismo que tiene hoy la industria: pe____________________teriosamente junto al bueno de Louie.tentes ya están archivadas, pero todo lo demás se ha desvanecido misve a saber de él. Su esposa intenta averiguar qué ha pasado, todo el mundo calla, y siete años después lo declaran legalmente muerto, un par de piezas de sus máquinas llegan a los museos, algunas de las pamitente y demás. Un día se sube al Exprés París-Dijon y no se vuellículas en bobinas, perforación en ruedas dentadas, movimiento inter

– Y vosotros creéis que alguien está de hecho…

– Oh, lo siento, ¿crees que se trata de mi P.Q. otra vez?, por el in_fierno en llamas, Basnight, tienes ya una larga carrera de sabueso, has visto de todo, y debes de haber conocido a alguno de los peces gordos de los estudios, así que, dime, ¿a ti qué te parece?

– Que primero intentarían robarlo, teniendo en cuenta que el «robo», según se define en esta ciudad, incluye el pago en efectivo e incluso puede tratarse de una suma muy generosa.

– Pero hacer que todo desaparezca -dijo Roswell- podría no bas_tarles.

– ¿Qué os hace pensar que han descubierto algo? ¿Hay registros archivados? ¿Habéis hablado con algún abogado sobre solicitud de patentes?

– ¡Ja! Si alguna vez te topas con un abogado al que puedas fiarle una moneda caída de la pandereta de un ciego, vaya, pues de paso nos pillas un cerdo con alas y nos los llevaremos a los dos de gira para ha_cernos ricos.

– Parece un poco arriesgado, eso es todo.

– ¿Alguna idea sobre lo que hacer a continuación?

– Puedo apostar algunos talentos de la intimidación aquí fuera, pero aunque no sean del Sindicato, como todos los demás en esta ciu_dad, al cabo de un tiempo siempre entra mucha mazuma y todos se venden, así que tendríamos que pensar en soluciones a largo plazo.

– Pero, mierda, hay reservas inagotables de sinvergüenzas en los es_tudios, cada chico de los recados es un productor a la espera de que algo pase, no podríamos matarlos a todos…

– Estaba pensando más bien en encontraros cierta protección legal.

– Si necesitáramos un milagro, le mandaríamos un telegrama al papa -dijo Roswell.

Era una hora avanzada de la tarde cuando Lew llegó en coche a la dirección que le había dado Emilio. Aparcó a las puertas de un bungalow de estilo chalet con un pimentero en el patio, subió y lla_mó educadamente a la puerta delantera. Y le sorprendió, todo lo que podía sorprenderse a esas alturas, el glamour malicioso del rostro que apareció abruptamente. Cuarenta largos, atractiva, pero también lo que con reticencia había acabado reconociendo como atormentada. Tal vez debería haberse dado la vuelta y marcharse, pero en lugar de eso se quitó el sombrero y preguntó:

– ¿Alquilan esta casa?

– Hasta ahora no. ¿Cree usted que debería alquilarse?

Lew fingió que miraba su agenda.

– Usted debe de ser…

– La señora de Deuce Kindred. -La pantalla de la puerta proyecta____________________vocó una erección allí mismo, en el porche delantero…nar cuando lo pensó más tarde, tomó como una señal sexual, y le proba sobre su cara una extraña neblina rectilínea, que de alguna manera se extendía a su voz, algo que, por ninguna razón que pudiera imagi

– ¿He venido al lugar equivocado? -Vio cómo parpadeaba.

– Eso es fácil de saber.

– ¿Está su marido en casa?

– Entre. -La mujer retrocedió un paso y se dio la vuelta, con el principio de una sonrisa de la que ella, casi con desprecio, no le per__cipio creyó que tenía que ser por él, por su atractivo sexual de tipo duro, pero al cabo de un rato comprendió que en esta costa no había nada personal, sólo que sucedía mucho. Ella llevaba medias enrolladas hasta justo por encima de las rodillas, al estilomitió ver las fases siguientes, y lo condujo a través de la luz oliva del pequeño salón delantero hacia la cocina. Oh, iba a ser tan sórdido como el infierno, supo Lew por sus sensaciones en ese momento. Al prin jlapper. Se paró a un paso de la luz del sol amarilla y agradable que entraba a raudales en la cocina, y se quedó quieta en esa penumbra, dándole la espalda, con la cabe_za inclinada, la nuca desnuda bajo el pelo corto de salón de belleza. Lew se acercó, le levantó el dobladillo de la falda y lo subió hasta arriba.