Vegetaria-no… Nada de sis o peros
¿huevos y lácteos?, ah, no, más bien raíces y puerros.
El asado 'prohibido',
el lomo, tabú,
¿por qué no te has comido
a los que son como tú?
Nunca se le ha visto babeando ante el Chateaubriand…
ni tener querencia
a la ternera picada en tostada, a los bistecs y chuletas,
¡a-di-ós! Vegetaria-no…
Olvídate de Argentina,
nunca habría dicho «¡o-lé!» a esa cuisine…
Los gauchos os maldicen, todavía me obsesionáis,
pero sigo adelante, oh… ¡vegetaria-no!
Imaginemos un vector para ellos, que atraviese lo invisible, lo «imaginario», lo inimaginable, transportándolos sanos y salvos a este París de la posguerra donde los taxis, veteranos abollados del mítico Marne, ahora sólo llevan a amantes y alegres borrachos, y una músi_ca al son de la cual no se puede desfilar suena sin parar toda la noche, en los bares y bals musettes para los bailarines que siempre estarán allí, y las noches serán lo bastante oscuras para cualesquiera visiones que transpiren por ellas, que ya no serán quebradas por la luz desplazada desde el Infierno, y las dificultades que encuentren no entrañarán más peligros que el abrir y cerrar muchas puertas o muy pocas. Un vec__jaros que se oyen por todas partes pero no se ven, olores a horno de pan, luz verde filtrada, un patio todavía en sombras…tor que atraviesa la noche hasta una mañana de pavimentos regados, pá
– Míralos ahí abajo.
– Toda esa luz.
– Toda esa gente bailando.
Los Garfons del 71 celebraban su convención anual en París. La tripulación del Inconvenience estaba invitada. Los festejos se celebrarían no en el suelo sino sobre la Ciudad, en una gigantesca, aunque invi_sible, reunión de aeronaves.
Su lema era: «Presentes, pero invisibles».
– Los Chicos lo llaman idea supranacional -explicó Penny Black, con los mismos ojos inmensos e ingenuos de cuando era niña, y que hacía poco había sido ascendida a almirante de una flota de aeronaves después de que los Vagabundos del Cielo se hubieran fusionado con los Garfons del 71-, para trascender literalmente el antiguo espacio político, el espacio-mapa de dos dimensiones, subiendo a la tercera.
– Desgraciadamente -se apresuró a añadir ansioso Lindsay-, hay otra escuela de pensamiento que contempla la tercera dimensión no como una avenida de trascendencia sino como un medio para repar_tir explosivos.
– Ya se ve cómo le ha cambiado el matrimonio -comentó Prímu_la Noseworth.
– En todo caso me alegra ver que una pandilla de inútiles como vosotros habéis recuperado la sensatez -Penny sonrió malévola-. Lla_ma, a ver, ¿quieres andarte con cuidado con el bueno de Darby?, él es uno de los rápidos.
– ¿Quién?, ¿esta tortuga? -dijo haciéndole cosquillas en un lugar de confianza entre las costillas-. Si no para de quejarse diciendo que me muevo demasiado deprisa para él, que nunca paro en casa, que siem__te el Acuerdo.pre estoy metida en algún lío, y todo lo demás. Y yo le digo: pues lée
Se refería al documento por el que las chicas habían aceptado unir su destino al del Inconvenience, con la condición de que ellas siempre trabajarían de manera independiente. Ellas serían fragatas, los chicos un acorazado; ellas serían filibusteras e irregulares, los chicos el Alto Mando Militar. Los chicos seguirían navegando, manteniéndose casi siempre en la nave, en una ilusión de poder ejecutivo, y las chicas se alejarían en ángulo recto respecto al curso oficial del Inconvenience para seguir sus aventuras, entrando en el Exterior, a menudo con gran ries_go, y regresando de sus misiones como comandos exhaustos a su Base Principal.
Después de que todos pusieran sus sellos en el documento, Miles abrió magnums de Puisieulx brut de 1920.
Un día, Trinitaria descubre que espera un bebé, y luego, como en una composición coral en canon, las otras chicas anuncian una tras otra que también están embarazadas.
Y así siguen volando. A estas alturas, la nave ha crecido hasta con_vertirse en una pequeña ciudad. Hay vecindarios, hay parques. Hay hasta chabolas. Es tan grande que cuando la gente del suelo la ve en el cielo, sufre un ataque de ceguera histérica selectiva y acaba por no verla en absoluto.
Los pasillos se convertirán en un hervidero de chiquillos de to____________________nos estarán abajo, en el mundo finito.sar el rato entre las visitas a la superficie, sabedores de que sus destidas las edades y tamaños que corren arriba y abajo por los diferentes puentes, divirtiéndose y chillando. Los más serios aprenden a pilotar la aeronave, otros, que no han nacido para el Cielo, se limitan a pa
La maquinaria del propio Inconvenience se pone al día constantemen____________________ten del todo con el «Alto Mando».da a la del océano con un surfista en una tabla: un principio de diseño que adoptaron a partir de las unidades de Éter que llevan a las chicas de aquí para allá en misiones cuyos pormenores no siempre compardo la luz como fuente de energía motriz, aunque no es exactamente carburante, y como medio de transporte, aunque no es exactamente un vehículo; se diría que mantiene una relación con la aeronave parecite. Debido a los avances de la teoría de la relatividad, se ha incorpora
Los contratos que la tripulación ha firmado últimamente, bajo la supervisión taciturna y obsesiva de Darby, son cada vez más prolíficos, y acaban por desbordar los límites de la mesa principal en las cubier__mente muy lejos. Vuelven a la Tierra, a no ser que se trate de la tas de comedor; y de vez en cuando se ven obligados a viajar ciertaContra-Tierra, con una especie de congelación mnemónica, conservando sólo impresiones pasmadas de una nave que sobrepasa las tres dimensiones habituales, y atracan, siempre precariamente, en una serie de estacio____________________tidos a fuentes invisibles de gravedad poderosas como tormentas, que les permiten recorrer distancias con las que sólo se sienten cómodos los astrónomos; pero cada vez elzan precipitándose a velocidades que nadie desea ni imaginar, somenes remotas, perdidas en el espacio infinito, que en conjunto forman una ruta a cierto destino, y tanto la nave como los muelles se despla Inconvenience vuelve intacto, en el seno brillante y desplegado como una flor de un hiper-hiperboloide perfec_to que sólo Miles es capaz de ver en su integridad.
A las generaciones de descendientes de Pugnax y Ksenija -entre los que al menos uno de cada carnada seguiría una carrera profesional como perro del cielo- se les habían unido los de otros perros, así como gatos, pájaros, peces, roedores y otras formas de vida menos terrestres. Sin dormir nunca, clamoroso como un día de fiesta sin fin, el Incon_venience, que en el pasado había sido un vehículo para el peregrinaje celeste, se ha transformado en su propio destino, un lugar donde cual_quier deseo expresado es, al menos, escuchado, aunque no siempre atendido. Pues si todos los deseos se hicieran realidad significaría que, en la Creación conocida, el bien, ni buscado ni recompensado, habría evolucionado, y sería al menos más accesible para nosotros. A bordo del Inconvenience nadie hasta ahora ha visto la menor señal. Saben -Mi_les está seguro- que está al caer, como un aguacero que se acerca, pero es invisible. Pronto descubrirán que la presión baja en el manómetro. Sentirán que el viento cambia. Se pondrán las gafas ahumadas para la gloria de lo que llega para separar el cielo. Vuelan hacia la gracia.