– ¡Blundell! ¡¿Pero qué hace, en el nombre del Cielo?! -exclamó Randolph-. ¡Va a matarnos a todos!
– Es que me he enredado, Profesor -declaró Miles tirando en vano de los rollos de cáñamo, que se enmarañaban todavía más ante sus es_fuerzos.
Soltando un involuntario y aun así inocuo juramento, Lindsay ha____________________saría el cabo de labor y se cerraría la válvula.plia cintura con la pretensión de levantarlo, esperando que eso destenbía saltado al lado del joven Blundell y lo había agarrado por su am
– Venga aquí, Counterfly -le espetó el segundo de a bordo a Chick, que, divertido y jovial, ganduleaba junto a una taquilla con equipo-. Tómese la molestia de levantarse un momento y écheme una mano con Blundell.
El torpe de Blundell, que además tenía cosquillas, había empezado a chillar y revolverse para librarse del agarrón de Lindsay. Chick Coun__reja, que ahora daba tumbos, sin saber muy bien qué parte de Blundell agarrar, no fuera a alterarlo más todavía.terfly se levantó con indolencia y se acercó con cierta cautela a la pa
Mientras el gas vital seguía saliendo a chorros de la válvula, al tiem____________________reas en los tripulantes menos hábiles…ponsabilidad del desastre que ya casi se les venía encima era, como siempre, exclusivamente suya, en esta ocasión por haber delegado tapo que emitía un pitido inquietante sobre sus cabezas y la aeronave se precipitaba cada vez a mayor velocidad hacia la Tierra, Randolph, mirando el inútil forcejeo de sus tripulantes, vio claramente que la res
De sus cavilaciones lo sacó Darby, que se acercó corriendo y tiró de la manga de su blazer:
– ¡Profesor! ¡Profesor! Lindsay acaba de hacer un comentario difa_matorio sobre la madre de Miles, cuando siempre se mete conmigo precisamente por utilizar «jerga», ¿es eso justo?
– Tantas monsergas de insubordinado, Suckling -afirmó con seve____________________gida muestra de cariño.vencional, con la excepción, quizá, de esas raras ocasiones en las que su madre, sin duda en un aciago momento de distracción, se vio capaz de ofrecer esa asombrosa aunque, me temo (pobre mujer), mal diripool», mucho antes de que haya recibido uno de la variedad más conridad Lindsay-, servirán para que un día se gane el cabezazo que entre la marinería de más baja estofa se conoce como un «beso de Liver
– ¡¿Ve, ve?! -chilló Darby-, hasta se mete con la madre de un com_pañero…
– ¡Ahora no! -gritó Randolph liberándose del inoportuno agarrón de la joven mascotte y asustándole de verdad-. ¡Counterfly, el lastre, hombre! ¡Deje en paz a ese zoquete espástico y suelte los sacos de arena, o estamos perdidos!
Chick se encogió de hombros, soltó a Miles y se acercó tranqui__yera ruidosamente sobre el puente con un grito de pánico, mientras el casi histérico Miles Blundell lo aplastaba. Con un ruido agudo que bien podría haber sido el de la trompeta del Juicio Final, el cabo que tenía enredado en el pie se soltó de su enganche en la Válvula Principal, no sin que antes el muelle que servía para recolocarla en la posición de cierre de segundad hubiera sobrepasado su límite de elasticidad. La válvula seguía entreabierta: ¡la boca misma del Infierno!lamente a la borda más próxima para desatar los sacos de lastre, lo cual provocó que Lindsay, sin tiempo para compensar el peso añadido, ca
– ¡Suckling! ¡Arriba, y rápido!
El pequeño y ágil joven trepó rápidamente por las cuerdas, mien____________________cima la masa retorcida de Miles Blundell, y se unió bruscamente a sus compañeros de nave horizontales. Miró hacia arriba y vio que Darby Suckling, a su vez, lo miraba desde las alturas con expresión inquisitiva.bierta, tropezó con Lindsay Noseworth, que intentaba sacarse de entras Randolph, ensimismado en la crisis y tambaleándose por la cu
– ¿Para qué he subido hasta aquí, Profesor? -preguntó la ingenua mascotte.
Mientras lágrimas de frustración empezaban a asomar a los ojos de Randolph, Lindsay, que percibió en su comandante una apatía ya familiar, a la que en esta ocasión se añadía el habla temporalmente so_focada por el codo de Miles, se apresuró -o más bien se arrastró- a ocupar el vacío de autoridad.
– ¡Gire la válvula manualmente! -le gritó a Darby-, ¡hasta la po__queño imbécil.sición de cerrado! -Y añadió, aunque en una voz casi inaudible-: Pe
Darby, cuyo uniforme se agitaba bajo el chorro de gas, se apresu_ró a obedecer con gallardía.
– ¿Quiere que suelte algunos paracaídas, Noseworth? -preguntó Chick con voz cansina.
– Señor Noseworth -le corrigió Lindsay-, No, Counterfiy, creo que no, apenas si hay tiempo y, además, la complejidad que requeriría embutir a Blundell en la parafernalia necesaria pondría a prueba el ge_nio topológico de Herr Riemann en persona.
La ironía pasó inadvertida, tanto para Chick como para su obje____________________nosa que la de una hoja en otoño.fal «¡Hurra!», consiguió cerrar la válvula y, en consecuencia, la enorme aeronave frenó su caída en picado hasta una velocidad no más omibos con serena despreocupación hacia la borda, aparentemente para echar un vistazo al escenario. Por encima de él, Darby, con un triuntivo, quien, habiendo recuperado al fin la verticalidad, iba dando tum
– Bien, sin duda hemos asustado a los de ahí abajo, Profesor -co_mentó Miles, mirando por un lado-, al tirar todos esos sacos de arena. Me apostaría algo.
– ¿Eh? -profirió Randolph, que iba recuperando su flemática com_petencia-, ¿cómo?
– Han echado a correr como lameculos -prosiguió Miles- y, vaya, uno de ellos ni siquiera lleva nada puesto, ¡o eso es lo que parece! -De una taquilla de instrumentos cercana, extrajo un potente catalejo y lo enfocó hacia los objetos de su curiosidad.
– Vamos, Blundell -dijo Randolph levantándose de donde se ha____________________deo aterrorizado de Miles.cima usted nos venga con trolas ociosas que…-Lo interrumpió un jabía caído-, ya hay bastante que hacer ahora mismo como para que en
– ¡Profesor! -gritó el chico mirando con incredulidad por el pu_lido cilindro-, la figura sin vestir de la que le hablaba no es la de un hombre, qué va, sino la de… ¡una dama!
Siguió una «entusiasta estampida» hacia la borda, así como una tentativa conjunta de arrancarle el telescopio a Miles, quien, sin em____________________tinguir la aparición de la que Miles había informado.zaban la mirada o entrecerraban los ojos con avidez intentando disbargo, se aferraba a él testarudamente. Y mientras tanto, todos for
Por el tapiz herbáceo de abajo, a la luz menguante, entre las silue____________________mara fotográfica dose con una mano el sombrero de paja que llevaba pegado a la nuca mientras con la otra mantenía equilibrada sobre su hombro una cádo casi a ciegas, como por un firmamento terrenal, se apresuraba un robusto caballero con una chaqueta Norfolk y bombachos, agarrántas estrelladas más brillantes de los sacos de lastre reventados, corriencon su trípode. Detrás, muy cerca de él, iba la acom____________________ledas cercanas, lanzando a cada poco miradas aprensivas hacia arriba, hacia la enorme bolsa de gas delchones de cabello rubio. El dúo parecía encaminarse hacia unas arbopañante femenina a la que se había referido Blundell con un hatillo de atuendos femeninos, aunque sin llevar encima en ese momento nada más que una diadema floral, encantadoramente torcida entre me Inconvenience, que descendía como si se tratara de un globo ocular gigantesco, tal vez el de la propia Socie__te contrariado joven a que arrojara los rezones y ayudara a Darby a amarrar la gran aeronave a la «Madre Tierra», la indecorosa pareja se había desvanecido entre la fronda, como se desvanecería también esta zona de la República en la creciente oscuridad.dad, siempre vigilante desde las alturas, con un espíritu de censura constructiva. Cuando Lindsay pudo arrancar el instrumento óptico de las manos húmedas de Miles Blundell e inducir al consecuentemen