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Descendieron sobre un campo de batalla que era un hormigue____________________nizante.dos con lo que resultaron ser ballestas eléctricas, desde las que a cada poco descargaban rayos de una intensa luz verdosa, lo cual revelaba intermitentemente el escenario con la morbidez de una estrella agoro de diminutos combatientes con sombreros puntiagudos y arma

– No podemos atacar a esta gente -protestó Lindsay-, porque son más bajos que nosotros y las Normas de Combate afirman con toda claridad que…

– En caso de emergencia, esa decisión queda a discreción del Co_mandante -replicó Randolph.

Ahora sobrevolaban a poca altura los torreones y parapetos me_tálicos de una especie de castillo donde ardían las luces púrpuras de la aflicción. Abajo podían distinguir figuras que levantaban la mirada hacia el Inconvenience. Observándolos por un anteojo nocturno, Miles estaba en la torreta de mando paralizado por la visión de una mujer asomada en una terraza alta.

– ¡Palabra que es encantadora! -exclamó por fin.

Su fatídica decisión de aterrizar los enredaría inmediatamente en la política bizantina de la región y, con el tiempo, se encontrarían bor____________________naba la corte real de Chthonica, la Princesa de Plutonia, y de la casi irresistible fascinación que la monarca subterránea llegaría a ejercer, como Circe, sobre las mentes de la tripulación delto cartel minero internacional, de la perversidad sensual que impreggión de los Gnomos, de las confabulaciones poco escrupulosas de ciernal. Para un relato detallado de sus subsiguientes huidas por los pelos de las cada vez más delirantes atenciones que les dispensaba la Lecilmente habría dado lugar a una audiencia oficial, y tal vez incluso a la pérdida de su condición de miembros de la Organización Naciocionadas con la No Interferencia y la Insalvable Discrepancia, que fádeando peligrosamente la flagrante violación de las Directivas rela Inconvenience (sobre Miles en particular, como ya hemos visto), se remite a los lectores a Los Chicos del Azar en las entrañas de la Tierra, por raro que parezca, una de las entregas menos atractivas de esa serie, como lo atestiguan cartas procedentes de puntos tan remotos como Tunbridge Wells, en Ingla_terra, que expresan su desagrado, con frecuencia muy intenso, hacia mi pequeño e inofensivo scherzo intraterrestre.

Tras su precipitada huida de las hordas hostiles de los achaparra____________________letamentaron el menguado tamaño de la salida planetaria. Fue preciso un pilotaje muy cuidadoso, al salir, para dar con el lugar exacto de la circunferencia luminosa, que se dilataba rápidamente, donde podrían encontrarse con la menor pérdida de tiempo en la cercanía de la gose como un diminuto y lejano círculo de brillo. De nuevo, todos copo en la superficie, los Chicos recorrieron el interior de la Tierra y salieron finalmente por su portal Septentrional, que vieron acercardos indígenas durante otro día y otra noche, tal como se mide el tiem Etienne-Louis Malus, que llevaba a la Expedición de Vormance ha__riamente.cia un destino que pocos de sus miembros habrían elegido volunta

Dos

Espato de Islandia

Además de estar ojo avizor desde el puente volante, Randolph St. Cosmo había colocado vigías con los prismáticos más potentes de la nave a popa y a proa. Aquí, al norte del Círculo Polar Ártico, la di____________________guración.titud, en forma de latidos de color inmensos como el cielo, de densas cortinas, oleadas y columnatas de luz y corriente en incesante transfidía contemplarse aquí a cualquier hora desde su mismo interior, en almesticar, y los pioneros llegaban en aeronaves en lugar de en carretas, y se enzarzaban en disputas sobre la propiedad destinadas a prolongarse durante generaciones. La aurora boreal, que los había sacado de sus camas infantiles en latitudes inferiores tantas noches frías de invierno, mientras a sus padres les provocaba oscuros sentimientos de pavor, pofermiza como la de los buscadores de oro y plata del pasado. Aquí, en el borde superior de la atmósfera, se hallaba la nueva frontera sin doban atrapados en una contagiosa y resuelta huida de la razón, tan enmente dotados ni eran unos desaprensivos, sencillamente se encontrachos espabilados usurpadores de derechos de propiedad profesionales que pretendían sacar algo por la fuerza; muy pocos eran capaces de rastrear rayos de todas las frecuencias, la mayoría no estaban especialsiera captar, y habían acudido en masa los buscadores, incluidos mucadenado una «Fiebre del rayo»: la luz y el magnetismo, así como toda clase de rayos extrahertzianos, estaban ahí para el primero que los quinor impedancia, restallantes tormentas de rayos que salían del sol y a las que todavía ni siquiera se les había dado nombre. Se había desenllarse aquí, entre acantilados de anomalía magnética, canales de meto de aquella misteriosa retícula matemática que por entonces se creía que cubría la Tierra. Del mismo modo que la Era de la Navegación había dependido de la cartografía de los mares y las costas del globo, y de los vientos de la rosa de los vientos, ahora sería la medición de las nuevas variables lo que determinaría la historia que iba a desarronética, en una carrera internacional cuyo objetivo era medir y cartografiar con la mayor precisión los coeficientes de campo en cada punzaba: «El tráfico aéreo desconocido se considerará hostil hasta que se demuestre lo contrario». Ahora se libraban escaramuzas a diario, pero ya no por territorios o mercancías sino por información electromagrectiva reglamentaria para todas las aeronaves de los Chicos del Azar re

En pequeños rincones recónditos del planeta a los que nadie pres____________________bién a través de las legendarias regiones interiores…te, de punta a punta, espectros visibles e invisibles. Almas atadas a las líneas de fuerza planetarias serían arrastradas de un polo al otro y tamlar se alargaría para siempre, abandonarían la Tierra en medio de un esplendor inefable, con la aurora del cielo recorriendo violentamendaba años en llegar… Y, de hecho, para algunos de ellos la noche Pocos que arañaban las nubes, y que podían estar compuestos tanto de guano congelado de aves marinas como de piedra, los exploradores del Campo Magnético de la Tierra, desesperados, insomnes, interrogaban los horizontes buscando cualquier signo de su relevo, que a veces tarles en la claridad del horizonte que reflejaba el fulgor del hielo. En ristalezas de la Edad del Hierro, habitadas o no, solitarias y sobrenaturade hacía años. A lo largo y ancho de las latitudes septentrionales, se habían desplegado transmisores clandestinos entre cumbres de hielo, en explotaciones mineras abandonadas, en patios secretos de antiguas fortaba mucha atención, entre facciones de las que nadie sabía mucho, la guerra no declarada y en gran medida oculta se llevaba librando des

Maniobrando en aeronaves camufladas con «pintura de deslumbra____________________tros de información de la superficie, como el Instituto del Grupo de Laboratorio tíficos aeronautas reunían aplicadamente sus datos, todos del mayor interés para las organizaciones empresariales reunidas abajo, en los cencieran y desaparecieran entre nubes de centelleos cromáticos, los cienmiento» al estilo naval, que permitía que zonas de la estructura aparede Observación Opticomagnética (IGLOO), una cámara de compensación para la radiación situada en el norte de Alaska, que por esos días más parecía una Lloyd's del espectro superior, donde todo el mundo esperaba impaciente el siguiente tañido fatal de la campana Lutine.

– Últimamente las condiciones son peligrosas.

– Mierda, me entran ganas de lanzarme a la carga contra el mun_do, pero de verdad, como los indios.

– Te digo que la cosa no puede seguir así.

Se volvieron algunas cabezas, aunque la nota quejumbrosa no era nueva.

– Granuja pretencioso, qué sabrás tú si ni siquiera habías nacido en el último eclipse.