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Sin embargo, los islandeses poseían una larga tradición autóctona de fantasmas que hacía parecer un modelo de racionalismo a los ori____________________trarsebre la cima del gran acantilado, repartidos en una docena de niveles, es posible que más. En las estanterías de la biblioteca podía enconrentes daban al mar iluminado por el sol. Algunos de esos espacios eran talleres o comedores, otros, centros de operaciones, amontonados soginarios de Albión. Poco antes, los miembros de la Expedición habían visitado la gran Biblioteca de Islandia, cuyas paredes verdes y transpa El Libro del espato de Islandia, al que solía describirse como «el Ynglingasaga, pero distinto», que contenía historias de familias que se retrotraían al descubrimiento y a la primera explotación del mineral epónimo y llegaban hasta la actualidad, así como un registro de cada jornada de esa misma Expedición ahora en marcha, incluso de días to_davía no transcurridos.

– ¡Adivinación del futuro! ¡Eso es imposible!

– A menos que aceptemos que ciertos textos están…

– Fuera del tiempo -sugirió uno de los Bibliotecarios.

– La Sagrada Escritura y demás.

– En cualquier caso, sí guardan una relación diferente con el tiem____________________car aquí.mo tipo de calcita que, según los rumores, ustedes han venido a buspo. Tal vez deban leerse a través, o mediados por, una lente del mis

– Otra Búsqueda de otro maldito Cristal Mágico. Gansadas, diría. Ojalá lo hubiera sabido antes de enrolarme. Díganme, ¿no serán unos de esos petroanimistas?

La conciencia mineral era, incluso en aquella época, motivo de burla; si hubieran sabido qué les esperaba en ese sentido…, qué les es_peraba e iría en su contra, las sonrisas se habrían helado y las risitas transformado en toses de gargantas secas.

– Por descontado -dijo el Bibliotecario-, encontrarán espato de Is_landia en cualquier lugar del mundo, a menudo junto a zinc o plata, y buena parte de él podrá utilizarse en instrumentos ópticos. Pero aquí arriba está la esencia, aislada, sin compartir espacio con ningún otro mineral. Es el elemento genuino y la subestructura de la realidad. El duplicado de la Creación, cada imagen nítida y verosímil… Y como ustedes son caballeros matemáticos, difícilmente habrá escapado a su atención que su curioso advenimiento al mundo sucedió pocos años después del descubrimiento de los Números Imaginarios, que tam_bién proporcionaron un duplicado de la Creación matemática.

»Pues esto no es sólo la Islandia geográfica, sino también una de las varias convergencias entre los mundos que se descubren de vez en cuando detrás de las apariencias, como esos pasajes subterráneos bajo la superficie que recorren las cuevas del espato, ciegamente, entre cris____________________do, de aspecto no humano.mo "real", lo que proporciona la curva esencial de noventa grados a su luz, de manera que pueden coexistir con nuestro mundo pero sin ser vistos. Ellos y otros, visitantes procedentes de algún lugar desconocimás la salida. El espato de Islandia es lo que oculta al Pueblo Oculto, lo que les permite moverse por el mundo que se considera a sí misde vive el "Pueblo Oculto", dentro de sus moradas de roca, donde los humanos que las visitan pueden quedar encerrados y no encontrar jatales que la luz no ha tocado y tal vez nunca tocará. Abajo, allí don

«Llevan generaciones cruzando hasta aquí, saltando de un mun__meros visitantes nórdicos.do a otro. Nuestros antepasados los conocían. Si nos remontamos mil años atrás, hubo un tiempo en que sus incursiones en nuestras costas acabaron convergiendo, como en un punto de fuga, con las de los pri

«Llegaron aquí con mentalidad criminal, muy parecida a la de aquellos antiguos nórdicos que o bien huían del castigo por los deli____________________go, comparados con estos otros Intrusos, son la encarnación misma de la cortesía.vas costas que saquear. Aquellos que, en nuestro exceso de civilización, nos parecen hoy bárbaros, incapaces de mostrar piedad. Sin embartos cometidos en la tierra de la que procedían, o bien buscaban nue

El sol salió como una mancha funesta en el cielo, no informe del todo sino de hecho asumiendo el aspecto de un dispositivo inmedia____________________forme, que bajo esa luz era de un verde llameante, casi sin sombras, y, rompiendo a los pies del cabo, estaba el mar verde mar, el mar verde hielo, verde cristal.dora y silenciosa del mundo superior… El sol quizá fuera visible de vez en cuando, con o sin nubes, pero el cielo tenia una densidad neutra más gris que azul. Sobre el promontorio crecía un follaje de textura unicuentran algún uso de tarde en tarde. Una salida plateada y gris, inolo infinitesimal convergente a cero para el cual los matemáticos entes que rondaban cualquier transacción, todas ellas semejantes al círcubre era una palabra sinónima de poder, de las que no se pronuncian en voz alta, ni se recuerdan siquiera en silencio. Alrededor, por todas partes, el hielo traicionero tendía emboscadas, había presencias latentración al pavor, cuya complejidad crecía por momentos…; su nomtamente reconocible aunque todavía innombrable, tan extrañamente familiar que la imposibilidad de darle nombre pasó de la simple frus

Hunter se había pasado el día fuera con su bloc de dibujo, ano_tando cuanto podía, para llevárselo consigo. Esa noche era la última que pasaría con Constance antes de su partida.

– Me hubiera gustado que fuera una fiesta de bon voyage -dijo ella-, pero aquí no hay nada que comer.

– Puedo acercarme a Narvik.

– Es tarde. Hielo traicionero pasada la medianoche.

– Esta noche no es muy oscura, abuela. No tardaré.

En la orilla solía haber barqueros que aceptaban pasajeros durante la noche después de que los transbordadores de línea regular hubieran atracado; su tráfico era continuo, aunque no excesivo, como si en el continente hubiera algún lugar oscuramente glamuroso conocido sólo por unos pocos entendidos. Con el invierno a las puertas, era más di__ña embarcación de vapor vibraba adelante y atrás como un perro de caza frustrado, y los fícil encontrar vías navegables de aguas abiertas. La lustrosa y pequepilotos se llamaban unos a otros por encima de los témpanos a la deriva. Cierta fosforescencia en el hielo mantenía la no_che bien iluminada.

Pero esta noche el pueblo era un lugar melancólico. No pasaba gran cosa. La inminente partida del Malus parecía haber dejado a to____________________sos silencios.tes insomnes invitaban a los recién llegados a los salones de sus casas, donde se sentaban sin hablar, y raramente ofrecían alcohol dado su precio desorbitado, que pagaban de noche sólo con billetes, pues el ruido de las monedas viajaba muy lejos, sin apagarse, por los inmencuentes pasaban por las calles de vez en cuando, sin cometer delito más grave que mirar mal. Como improvisados posaderos, los residendos sin saber qué hacer. Había luces encendidas por todas partes, como si se celebraran recepciones invisibles. El insomnio envolvía el pueblo como una manta empapada en sudor. Las bandas de pequeños delin

El único lugar donde servían comidas a esa hora de la noche era el restaurante Platos Nórdicos Para Llevar En Trineo del señor Narvik, atestado a todas horas, por lo general con cola ante la puerta. Hunter se preparó para una larga espera. La cola no sólo era insoportablemen_te lenta -podía quedarse parada durante quince minutos-, sino que, cuando se movía, avanzaba bruscamente apenas una fracción del espacio que ocupaba un único cuerpo. Como si algunos de los que esperaban estuvieran de algún modo presentes sólo en una fracción de sí mismos.

En paralelo a la cola reptante, en sentido contrario, un ingenioso tren de vapor con vagones del tamaño de una cazuela pasaba conti_nuamente, para recordar a quienes esperaban cuál era el menú del día: grasa cocida con moras boreales, huevos de págalo en cualquier estilo, chuleta de morsa y parfaits de nieve, por no mencionar el muy ala____________________cursiones imprevistas a la punta del muelle de Narvik.cados, la espera se veía amenizada por los que se colaban, los que se arrojaban comida, los que difamaban a madres y los que realizaban exguramente no lo bastante protegido. Además de por el robo de botímetros de la babeante clientela, aunque, dada la carencia de control de sus impulsos por la que eran tristemente famosos los nativos, sebado Filet Olaf, que era el Plato de la Semana -de hecho, de todas las semanas-; el trenecillo chirriaba por detrás del escaparate, a unos cen