Madame Eskimov colocó el cilindro de cera en la máquina, en____________________mo, cuando, sin previo aviso…cera voz que Crouchmas había contratado para la sesión de espiritistensiones de la línea Esmirna-Casaba, y lo traducía al inglés una termado Mahmoud que había muerto en Tracia durante la Guerra Ruso-Turca. Respondía lo mejor que sabía a las detalladas preguntas de Clive Crouchmas sobre las garantías por kilómetro para varios ramales y extrol de Madame Eskimov, hablando a través de ella, era un fusilero llaba, sino un «control», un espíritu del otro lado que aparecía cuando el alma que había partido quería contactar, de modo muy similar a como un médium de este lado actúa en nombre de los vivos. El conde hablara ese espíritu y la máquina grabadora. Más tarde, la propia Madame Eskimov explicaría que no era ella en persona la que hablamente la de Madame Eskimov, era mucho más clara que el resto, como si se hubiera producido un inexplicable efecto sintónico entre allá doncharon. Al principio resultaba difícil distinguir las diversas voces, y de fondo iban y venían incontables susurros y siseos. Una voz, aparentecendió la bomba de aire, ajustó una serie de reóstatos, y todos escu
– Ahora -dijo Madame Eskimov-, escuchen.
No se trató exactamente de una explosión, aunque el altavoz de ébano del Auxetófono ciertamente se saturó como si lo fuera, estre____________________mente, antes de que se hubiera desvanecido el último eco, como el de un tren sobre la siguiente montaña, se oyó a alguien, una mujer, que cantaba en turco al estilo oriental.ma abolición de la coherencia, la misma dispersión… E, inmediatameciéndose, tintineando en sus soportes, casi incapaz de dar cuenta del misterioso acontecimiento. Tal vez era la forma que adoptaría una violenta liberación de energía en este mundo para un informador sin cuerpo como Mahmoud, la voz de una explosión o, al menos, la mis Amán, aman… Ten piedad.
– Y bien, ¿qué les parece? -preguntó Madame Eskimov tras una pausa.
– Por lo que se puede colegir -susurró el Cohén-, aunque Crouchmas no sea la voz de Alá en estas cuestiones, ni de lejos, las garantías kilométricas del gobierno otomano últimamente se han vuelto tan atractivas que, como por milagro, empiezan a florecer vías férreas fan_tasmales por toda Asia Menor, entre esas llanuras sin árboles donde ni siquiera se aventuran las panteras, uniendo estaciones de ciudades que, hablando con propiedad, ni siquiera existen, a veces ni siquiera tienen nombre. Y, por lo que parece, la persona que hablaba a través de Mahmoud se encontraba en uno de esos lugares.
– Pero no suele suceder así -dijo perpleja la atractiva extática-. Les gusta hechizar lugares inmóviles, casas, cementerios…, pero ¿trenes en marcha?, ¿líneas ferroviarias imaginarias? Eso casi nunca, por no de_cir nunca.
– Se está tramando algo -gruñó el Cohén con una inflexión en la voz que parecía fruto de un malestar gástrico.
– ¿Alguien voló una línea de tren? -preguntó Lew sintiéndose de algún modo ajeno a esas profundidades-, o acaso…
– Lo intentaron -dijo ella-,lo pensaron, lo soñaron o vieron algo…, algo parecido a una explosión. La muerte es una región metafórica, o eso parece a menudo.
– No siempre descifrable -añadió el Cohén-, pero en este caso de la Cuestión Oriental, no cabe la menor duda. Más melodrama de Ren__los, diría. De buenas a primeras, no se sabe muy bien quién asesinará a quién, pero el crimen es tan inevitable como la luna llena.frew y Werfner. Problemas peliagudos para los Insoportables Geme
– ¿A quién tenemos en Cambridge vigilando a Renfrew? -pre_guntó Madame E.
– A Neville y a Nigel, me parece. Están en el King's.
– Que el cielo proteja al King's.
– El trimestre de otoño se nos echa encima -dijo el Cohén- y la señorita Halfcourt empieza su residencia en Girton. Eso nos propor_cionará la ocasión de echarle un ojo al Profesor…
La doncella de Madame Eskimov había sacado té y un gatean, así como un malta Speyside de doce años y vasos. Se sentaron en una es_pecie de acogedor crepúsculo eléctrico, y el Cohén, incapaz de dejar de hablar del tema, siguió discurseando sobre Renfrew y Werfner.
– Es una consecuencia inevitable de la Era Victoriana. Del carác____________________to, Duque de Cumberland, se habría convertido en Rey de Inglaterra y, como la Ley Sálica estaba vigente, los tronos de Hannover y Gran Bretaña se habrían unido…tonces sin descendencia, el insoportable y aborrecible Ernesto Auguster de ese augusto epónimo, en realidad. Si los disparos de pistola del camarero demente Edward Oxford hubieran dado en el blanco hace sesenta años en Constitution Hill, si la joven reina hubiera muerto en
«Imaginemos un mundo lateral, situado a sólo una distancia infi____________________terra y el estándar oro. India y las colonias están más arruinadas de lo que lo estaban, si tal cosa es posible.nes. Su único aliado es Estados Unidos, que se ha convertido en una especie de leal secuaz controlado básicamente por el Banco de Inglatende mantener a Gran Bretaña excluida de la comunidad de naciodos los barrios son administrados por una de ellas. Una especie de anti-Navidad siniestra se celebra del 1 al 12 de julio, aniversario de las batallas de Boyne y Aughrim. Francia, el sur de Alemania, Austria-Hungría y Rusia han creado una Liga de Europa defensiva, que predición son identificados sistemáticamente de jóvenes, y encarcelados o asesinados en el acto. Las logias orangistas son omnipresentes, y tonitesimal al lado del que creemos conocer, en el que eso ha sucedido. El pueblo británico sufre bajo un despotismo tory de un rigor y una crueldad inimaginables hasta entonces. Bajo gobierno militar, Irlanda vive literalmente sumida en el caos: los católicos de toda clase y con
«Añádanse, también, las inflexibles negativas de Victoria a asumir el paso del Tiempo; por ejemplo, su insistencia a lo largo de más de se_senta años en que la única imagen postal suya fuera la de la joven que aparecía en los primeros sellos adhesivos de 1840, el año del intento de asesinato del joven y cortito Oxford. Su imagen, en medallones, estatuas o porcelanas conmemorativas, tiene que ser todo lo imperial posible, por más que la mujer retratada resulte demasiado joven para esos boatos del imperio. Añádase su incapacidad para asumir la muer____________________sores gemelos Renfrew y Werfher, que se comportan de algún modo como polos del flujo temporal entre Inglaterra y Hannover.res de esta pantomima que todo lo abarca son precisamente los profenesto Augusto en la que en realidad vivimos. Y que los administradodre y al bebé en un fluir que el Tiempo nunca hollará. Supongamos que el revoltijo que llamamos «Era Victoriana» no haya sido más que una máscara benevolente de las lúgubres realidades de la Era de Ercantadora marea viva de principios del embarazo recorriendo a la maban en el último espantoso momento en que ascendían al palacio, con la Princesa Real eternamente de tres meses y medio en su útero, la enten visitas conyugales periódicas de Alberto, pues ninguno de los dos envejece, y siguen enamorados tan apasionadamente como lo estapongamos que la joven en la flor de la vida está cautiva, inmune al Tiempo, en manos de un gobernante del submundo, y se le permigamos sin embargo que la «verdadera» Vic está en otro lugar. Suvejecido como cualquier otra persona, madurando para convertirse en una matrona poderosa, una estadista admirada internacionalmente y una gordita legendaria, amada pero sin sentido del humor, suponble fantasmal de otra Victoria inmune al paso del Tiempo en todas sus formas, sobre todo en las bien conocidas del Envejecimiento y la Muerte. Aunque, desde un punto de vista técnico, puede que haya enmás. Es casi como si el aciago día en Constitution Hill, los disparos de Oxford hubieran dado en el blanco al fin y al cabo, y la Victoria que creemos conocer y reverenciar sea en realidad una especie de dote de Albert, que la lleva a mantener su habitación tal como él la dejó, con flores frescas cada día, sus uniformes enviados a la tintorería y de