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Los dragones nacen conociendo la Lengua Verdadera, o, como dijo Ged: «El dragón y la lengua del dragón son uno». Si los seres humanos compartieron originariamente esa identidad o ese conocimiento innatos, lo perdieron de la misma manera que perdieron su naturaleza dragontina.

Lenguas

El Habla Antigua, o Lenguaje de la Creación, con el cual Segoy creó las islas de Terramar al comienzo de los tiempos, es probablemente una lengua infinita, puesto que nombra a todas las cosas.

Esta lengua es innata para los dragones, no para los humanos, tal como he dicho antes. Hay excepciones. Unos pocos seres humanos con un poderoso don para la magia, o debido al antiguo parentesco de humanos y dragones, conocen algunas palabras del Habla Antigua innatamente. Pero la gran mayoría de gente debe aprender el Habla Antigua. Los practicantes Hárdicos del arte de la magia la aprenden de sus maestros. Los hechiceros y las brujas aprenden solamente algunas palabras; los magos aprenden muchas, y algunos llegan a hablarla casi tan fluidamente como los dragones.

Todos los sortilegios utilizan al menos una palabra del Habla Antigua, aunque la bruja o el hechicero de aldea pueda no saber exactamente cuál es su significado. Los grandes hechizos son urdidos completamente en el Habla Antigua, y son comprendidos al tiempo que se los pronuncia.

La lengua Hárdica del Archipiélago, la lengua osskili de Osskil, y la lengua karga, son todas descendientes remotas del Habla Antigua. Ninguna de estas lenguas sirve para el urdimiento de sortilegios de magia.

La gente del Archipiélago habla hárdico. Hay tantos dialectos como islas, pero ninguno tan extremo como para ser totalmente ininteligible para los demás.

El osskili, lengua que se habla en Osskil y en dos islas al noroeste de allí, tiene más afinidades con el kargo que con el hárdico. El kargo diverge más ampliamente en vocabulario y en sintaxis del Habla Antigua. Muchos de sus hablantes (como muchos hablantes de hárdico) no se dan cuenta de que sus lenguas tienen una ascendencia común. Los eruditos del Archipiélago son conscientes de ello, pero la mayoría de los Kargos lo niegan, puesto que han confundido el hárdico con el Habla Antigua, con la cual se urden los hechizos, y por lo tanto temen y desprecian toda lengua archipielagueña calificándola de hechicería malévola.

Escritura

Se dice que la escritura fue inventada por los Maestros de las Runas, los primeros grandes magos del Archipiélago, tal vez para ayudar a conservar el Habla Antigua. Los dragones no tienen escritura.

Hay dos clases completamente diferentes de escritura en Terramar: las Runas Verdaderas y la escritura rúnica.

Las Runas Verdaderas utilizadas en el Archipiélago simbolizan palabras del Lenguaje de la Creación. Las Runas Verdaderas no son solamente símbolos, sino que también materializan, atribuyen existencia reaclass="underline" pueden ser utilizadas para crear una cosa o una condición o para provocar un acontecimiento. Escribir una de estas runas es actuar. El poder de la acción varía según las circunstancias. Muchas de las Runas Verdaderas pueden encontrarse únicamente en antiguos textos y libros del saber, y ser utilizadas únicamente por magos entrenados en el arte de su uso; pero varias de ellas, tales como el símbolo escrito sobre el dintel de la puerta para proteger a la casa del fuego, son utilizadas comúnmente, y son familiares para la gente inculta.

Mucho después de la invención de las Runas Verdaderas, una escritura relacionada con ellas, pero no mágica, fue desarrollada para la lengua Hárdica. La escritura no afecta la realidad mucho más que ninguna otra escritura; es decir, indirecta, pero considerablemente.

Se dice que Segoy escribió por primera vez las Runas Verdaderas con fuego y en el viento, y que por eso son coetáneas del Lenguaje de la Creación. Pero puede que esto no sea así, puesto que los dragones no las utilizan, y si las reconocen, no las admiten.

Cada Runa Verdadera tiene un significado, una connotación o un área de significado, que puede ser más o menos definido en hárdico; pero es mejor decir que las runas no son de ninguna manera palabras, sino sortilegios, o actos. Sin embargo, únicamente en la sintaxis del Habla Antigua, y sólo cuando son pronunciadas o escritas por un mago, no como una declaración sino con la intención de actuar, reforzadas por la voz y los gestos —en un sortilegio— la palabra o la runa liberan completamente su poder.

Si son escritos, los hechizos se escriben con las Runas Verdaderas, a veces entremezcladas un poco con las runas Hárdicas. Escribir con las Runas Verdaderas, al igual que hablar en el Habla Antigua, es garantizar la verdad de lo que uno dice —si uno es humano—. Los seres humanos no pueden mentir en esa lengua. Los dragones sí; o al menos eso es lo que dicen los dragones; y si están mintiendo, ¿no prueba eso que lo que dicen es verdad?

El nombre hablado de una Runa Verdadera puede ser la palabra que significa en el Habla Antigua, o puede ser una de las connotaciones de la runa traducida al hárdico. Los nombres de las runas comúnmente utilizadas, tales como Pirr (para protegerse del fuego, del viento y de la locura), Sifl («que vaya bien»), Simn («trabaja bien»), son utilizados sin ceremonia alguna por la gente común que habla hárdico; pero los practicantes de magia pronuncian con cautela incluso esos nombres tan conocidos y utilizados, ya que de hecho son palabras en el Habla Antigua, y podrían influenciar en los acontecimientos de formas involuntarias e inesperadas.

Las comúnmente llamadas Seiscientas Runas del Hárdico no son las runas Hárdicas utilizadas para escribir la lengua común. Son Runas Verdaderas a las que se les han dado nombres «seguros» e inactivos en la lengua común. Sus nombres verdaderos en el Habla Antigua deben ser memorizados en silencio. El estudiante de magia más ambicioso continuará aprendiendo las «Runas Lejanas», las «Runas de Éa» y muchas otras. Si el Habla Antigua es inagotable, de igual manera lo son las runas.

El hárdico común, utilizado para cuestiones de gobierno o de negocios, o para mensajes personales, o para registrar acontecimientos históricos, o en cuentos y cánticos, se escribe con los caracteres correctamente llamados runas Hárdicas. Gran parte de los habitantes del Archipiélago aprenden desde unos escasos cien hasta varios miles de estos caracteres como una parte muy importante de sus pocos años de educación escolar. Hablado o escrito, el hárdico no sirve para urdir hechizos.

La Literatura y las Fuentes de la Historia

Hace un milenio y medio o más, las runas del hárdico fueron desarrolladas para dar lugar a la escritura narrativa. Desde aquel entonces, La Creación de Éa, El Villancico del Invierno, las gestas, las trovas y las canciones, que comenzaron siendo todos textos cantados o hablados, fueron escritos y preservados como textos. Siguen existiendo de ambas maneras. Las muchas copias escritas de los textos antiguos sirven para evitar que cambien mucho o para que no se pierdan del todo; pero las canciones y las historias que forman parte de la educación de todo niño son enseñadas y aprendidas en voz alta, pasadas de boca en boca a través de los años.

El Hárdico Antiguo difiere en vocabulario y en pronunciación del lenguaje actual, pero el aprendizaje de memoria y la habitual oratoria y escucha de los clásicos mantienen el lenguaje arcaico con todos sus significados (y probablemente frena un poco el cambio lingüístico del habla cotidiana), mientras que las runas Hárdicas, al igual que los caracteres Chinos, pueden albergar pronunciaciones ampliamente cambiantes y cambios de significado.