Las gestas, las trovas, las canciones y los cantares populares se componen todavía como interpretaciones orales, generalmente por cantores profesionales. Los nuevos trabajos de cualquier interés general se escriben de inmediato en periódicos con hojas de gran tamaño o se reúnen en compilaciones.
Ya sea cuando son representados o leídos en silencio, todos estos poemas y canciones son valorados a conciencia por su contenido, no por sus cualidades literarias, las cuales oscilan entre altas y nulas. Métrica regular, aliteraciones, fraseos estilísticos y estructuramiento por repetición son los principales recursos poéticos. Los contenidos incluyen narrativas míticas, épicas e históricas, descripciones geográficas, observaciones prácticas concernientes a la naturaleza, a la agricultura, al saber del mar y a las artes, cuentos y parábolas con moraleja, poesía filosófica, visionaria y espiritual, y canciones de amor. Las gestas y las trovas generalmente son recitadas, los cantares cantados, a menudo con un acompañamiento de percusión; los recitadores y los cantantes profesionales pueden cantar con el arpa, con la viola, con los tambores y con otros instrumentos. Las canciones tienen generalmente menos contenido narrativo, y muchas son valoradas y preservadas más que nada por su melodía.
Los libros de historia y los registros y las fórmulas de magia existen únicamente de forma escrita, las últimas normalmente en una mezcla de escritura rúnica Hárdica y Runas Verdaderas. De los libros del saber (una compilación de sortilegios creados y apuntados por un mago, o por un linaje de magos) hay normalmente una sola copia.
Muchas veces es un asunto de considerable importancia que las palabras de estos libros del saber no sean pronunciadas en voz alta.
Los osskilianos utilizan las runas Hárdicas para escribir su lengua, ya que comercian mayoritariamente con tierras hárdicohablantes.
Los kargos se resisten con empeño a cualquier tipo de escritura, puesto que la consideran producto de la hechicería o del mal. Realizan complejos informes y llevan registros en tejidos con hilos de diferentes colores y pesos, y son expertos matemáticos, utilizando la base doce; pero no comenzaron a emplear cualquier clase de escritura simbólica hasta que los Reyes Dioses subieron al poder, y aun entonces con mucha moderación. Los burócratas y los comerciantes del Imperio adaptaron las runas Hárdicas al kargo, con algunas simplificaciones y adiciones, con propósitos de negocios y diplomacia. Pero los sacerdotes kargos nunca aprenden a escribir; y muchos kargos trazan todavía sobre cada runa Hárdica que escriben, una pincelada clara para anular la hechicería que en ella se oculta.
Historia
Nota, sobre las fechas: Muchas islas llevan su propia cuenta de los años que pasan. El sistema de fechas más ampliamente utilizado en el Archipiélago, que parece provenir del Cuento Havnoriano, cuenta el año en que Morred subió al trono como el primer año de la historia. De acuerdo a este sistema, la «época actual» del relato que vosotros estáis leyendo es el año archipielagueño 1058.
Los Comienzos
Todo lo que sabemos de tiempos remotos en Terramar puede encontrarse en poemas y en canciones, y fue legado oralmente durante siglos antes de ser escrito por primera vez.
La Creación de Éa, el más antiguo y sagrado de los poemas, tiene por lo menos dos mil años de antigüedad en la Lengua Hárdica; su versión original pudo haber existido milenios antes. Sus treinta y una estrofas cuentan cómo Segoy creó las islas de Terramar en el comienzo de los tiempos y cómo creó a todos los seres nombrándolos en el Lenguaje de la Creación, la lengua en la cual el poema se dijo por vez primera.
El océano, sin embargo, es más antiguo que las islas; eso dicen las canciones.
Y los Antiguos Poderes de la Tierra, los cuales se manifiestan en el Collado de Roke, en el Bosquecillo Inmanente, en la Tumbas de Atuan, en el Terrenon, en los Labios de Paor y en muchos otros lugares, podrían ser coetáneos del propio mundo.
Podría ser que Segoy fuera o haya sido uno de los Antiguos Poderes de la Tierra. Podría ser que Segoy fuera o haya sido un nombre para la propia Tierra. Algunos piensan que todos los dragones, o ciertos dragones, o cierta gente, son manifestaciones de Segoy. Lo único que es seguro es que el nombre Segoy es un antiguo y respetuoso nominativo derivado del verbo del Hárdico Antiguo seoge: «Hacer, formar, crear intencionalmente». De la misma raíz viene el sustantivo esege: «Fuerza creativa, aliento, poesía».
La Creación de Éa es la base de la educación en el Archipiélago. A los seis o siete años, todos los niños han escuchado el poema y muchos han comenzado a memorizarlo. Un adulto que no se lo sabe de memoria, de manera que pueda recitarlo o cantarlo con otros y enseñárselo a los niños, es considerado alguien enormemente ignorante. Se enseña en el invierno y en la primavera, y se recita y se canta todos los años en la Larga Danza, la celebración del solsticio de verano.
Al principio de Un mago de Terramar se encuentra el siguiente trozo:
El comienzo de la primera estrofa se cita en Tehanu:
Historia del Archipiélago
Los dos textos épicos o históricos más antiguos que han sobrevivido son La Gesta de Enlad, y El Cantar del joven Rey o La Gesta de Morred.
La Gesta de Enlad, una buena parte de la cual parece ser puramente mítica, habla de los reyes anteriores a Morred, y del primer año de Morred en el trono. La ciudad capital de estos gobernantes era Berila, en la Isla de Enlad.
Los primeros reyes y reinas de Enlad, entre cuyos nombres están los de Ashal, Dohun, Enashen, Timan y Tagtar, incrementaron gradualmente sus dominios hasta autoproclamarse gobernadores de Terramar. Su reinado llegaba hacia el sur hasta Ilien y no incluía a Felkway en el este, a Paln y a Semel en el oeste, ni a Osskil en el norte, pero en realidad enviaron exploradores por todo el Mar Interior y a los Confines. Los mapas más antiguos de Terramar, que ahora se encuentran en los archivos del palacio en Havnor, fueron trazados en Berila hace aproximadamente mil doscientos años.
Estos reyes y reinas sabían algo del Habla Antigua y conocían algo de magia. Algunos de ellos eran realmente magos, o tenían magos para que les aconsejaran o les ayudaran. Pero la magia en La Gesta de Enlad es una fuerza errática, en la que no se debe confiar. Morred fue el primer hombre, y el primer rey, a quien se lo llamara mago.