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—Nunca pensé en decirles nada.

—¿Nunca?

—No, ser. No veo qué puedo ganar con eso. Reseune tiene sus ventajas. Más que Planys.

—Incluso si Defensa te promete vivir con Jordan.

Justin respiró hondo y sintió la incomodidad del Silenciador hasta la médula. Resultaba difícil ignorarla.

—Ya se me ocurrió esta posibilidad. Espero traer a mi padre de vuelta aquí, no trasladarnos los dos allá. Él lo entiende. Opina lo mismo. Algún día. O podríamos haber dejado filtrar parte del asunto a Defensa. Ninguno de los dos lo hizo.

—A Jordan nunca le gustó Defensa —dijo Denys—. Realmente, no lo ayudaron en la audiencia.

—Ustedes contaban con eso —replicó Justin con calma—. Él podría haberles hablado. No lo hizo. No que yo sepa.

—No, tienes razón .No confía en ellos. Pero, sobre todo, piensa en tu carrera. Y en la de Grant. Seamos francos. Sabemos... sabemos que podría acorralarnos y hasta dónde, y por qué no lo hace. Quiero ser sincero contigo. Tiene todos los motivos del mundo para mentirnos tanto a nosotros como a ti: para convencernos de que eres valioso por ti mismo, para asegurarse de que estás protegido... si él se descuida. Eres muy inocente si crees que no haría eso por ti.

Él ignoró esos puñetazos al cuerpo y consiguió mantener el rostro inexpresivo y tranquilo.

—Él sabe lo valioso que es Grant —dijo—. Y yo también. Ustedes siguen teniendo un rehén. No tienen más que dejarlo en paz.

—Claro. Por eso no queremos que Grant viaje.

—Pero una vez... a solas, aunque apenas fuera por unas horas, ese viaje representaría mucho para Grant. Y para mi padre. ¿De que sirve un rehén si el que uno pretende presionar con él se olvida de lo que vale?

Denys suspiró.

—Hijo, no me gusta esta situación; y preferiría la paz con el clan Warrick, no sé cómo, pero de modo que nadie salga perjudicado. Soy totalmente sincero contigo, te confieso lo que me preocupa de todo esto. Todavía creo en ti lo suficiente para mantenerte en el proyecto porque Yanni dice que vales. Ahora tenemos dinero de nuevo, pero estamos muy decididos a no arriesgarnos en lo más mínimo y a no gastar a lo loco, y me estás pidiendo un gran esfuerzo aquí, en algo que ya ha sido un dolor de cabeza para Sociología.

—Usted mismo dice que si esas proyecciones están equivocadas, si Sociología trabaja sobre errores en el programa, entonces Defensa podría interesarse. Yo lo consideraría algo fundamental, ser, no sé qué más hace falta para obtener la calificación necesaria para la prueba.

Denys frunció el ceño.

—Estaba a punto de decir, jovencito, «pero, sobre todo, un beneficio». De acuerdo, puedes tener tu sujeto de prueba. Seis meses.

—Gracias, ser. —Justin respiró hondo—. Aprecio su sinceridad. (Vete al diablo.)Espero que... entienda lo del encuentro del otro día.

—Totalmente —dijo Denys—. Claro que lo entiendo. Te agradezco la llamada. Ari almuerza ahí de vez en cuando. No puedes esconderte. Resolviste muy bien la situación.

—Cuando me preguntó si había conocido a Ari, le dije que había sido mi maestra. Supuse... pensé que lo mejor era decir la verdad, ahora.

—Eso está en un área que ella no puede investigar, está fuera de acceso. Pero, sí, comprendo tu razonamiento. No tengo objeciones. A veces hay que decidir rápido con ella. Eso lo entiendo bien. Deberías vivir con ella. —Denys se rió y se inclinó de nuevo—. Es un desafío. Yo lo sé, créeme.

—Yo... —Dios, era una invitación. Estaba ahí, frente a él—. Mi otra solicitud, ser: los grupos del proyecto Rubin. Quisiera... quisiera que los examinara usted mismo, que estudiara mis ideas. Como usted trabaja con Ari, pensé... pensé que me podía dar un punto de vista... distinto.

—¿Sobre el caso Rubin? ¿O sobre Ari?

—Yo... me parece que de alguna manera los dos están relacionados, ser.

Denys movió la silla hacia delante y hacia atrás y levantó las cejas.

—Yanni me lo dijo.

—Me preguntaba si le importaría examinar el último informe.

—Ya lo he hecho. Yanni lo envió. Mira, gran parte de tu trabajo es excelente. Me doy cuenta de tu perfil personal. Sé que debe de ser terrible para ti trabajar en tiempo real o algo parecido, y aprecio lo mucho que has soportado por ese... ese muchacho de Fargone. Sé que es difícil que Morley se dé cuenta de la tensión a la que estás sometido, de tu tendencia a interiorizar esos casos. Es una característica poco favorable para un psiquiatra clínico. En cuanto a Ari, es evidente que los casos están relacionados y que tu preocupación por el chico Rubin va a convertirse en preocupación por Ari, tu grupo mental personal es una garantía de eso, pero no podemos darte los dos proyectos, supongo que lo entiendes, Justin, así como no podemos concederte un planeta para probar tus diseños.

—Es que yo solamente... —Justin había oído a tanta gente llamarlo tonto en su vida que debería haber sido menos sensible; pero Denys no se detenía ante nada, Denys era agresivo e inesperado como un corte con una hoja de papel—. Esperaba que si usted tenía tiempo, ser, pudiera considerar todas las posibilidades.

La pelota de vuelta a Denys.

Denys se adelantó de nuevo con la silla y se inclinó sobre el escritorio.

—Estamos trabajando en un cambio de emergencia con el bebé Rubin. Nos estás dando una perspectiva útil sobre el caso Rubin, porque tenemos un problema, pero no estamos en la misma situación con Ari, te lo aseguro.

—Rubin funcionó hasta que la cosa estalló en mil pedazos, y perdóneme si me equivoco, pero el asunto fue más profundo que Jenna Schwartz y Stella Rubin.

—Mira, Justin, me preocupa tanto que alguien esté tan seguro de que tiene razón que no pueda concebir un error en su razonamiento. Sé que Yanni te habló de ese problema.

Voy a mandarle mis trabajos sobre el proyecto. Y le voy a pagar por ellos. Es suficiente para su comité. Punto de información..., ¿le parece que eso es interferencia? —Justin respiró hondo—. Resulta que en mi opinión sería prudente considerar los datos relacionados en un caso donde hay un comité que está llevando a cabo un programa que no fue probado antes. No le pido los datos; ni siquiera le pido los datos del caso Rubin, datos que en realidad necesito para trabajar, porque sé que no tengo ninguna posibilidad de conseguirlos. Pero puedo darle mi trabajo a usted, si los pago de mi bolsillo ya que Reseune no puede pagar esos faxes, porque pienso que debería tenerlos a mano. No considero que eso sea interferencia. Si usted quiere, puede romperlos. ¡Pero al menos yo lo he intentado!

Denys se frotó el labio y cogió otra pastilla. Se la puso en la boca.

—Mierda, eres obstinado.

—Sí, ser.

Denys lo observó durante un buen rato.

—Dime. ¿Acaso tu propia experiencia como réplica de Jordan hace que tengas tanta confianza en tu comprensión del proyecto?

La pregunta que él no quería que le hicieran. Nunca. Justin sintió que el corazón le daba un vuelco.

—No lo sé. Todo tiene que ver con mis ideas. ¿Cómo puedo saber qué es importante?

—A mí me resulta interesante. No supiste que eras una réplica hasta... ¿qué edad tenías?

—Seis, siete. Algo así. No me acuerdo.

—Siempre a la sombra de Jordan. Siempre aceptabas las opiniones de Jordan como mejores que las tuyas. Creo que hay algo en ti, probablemente algo muy importante. Pero a veces veo otras cosas: la obstinación de Jordan, su tendencia a tener siempre razón, por encima de todo. —Denys meneó la cabeza y suspiró—. Tienes una forma muy particular de pedir financiación. Atacas a la gente que puede dártela. Exactamente igual que Jordan.

—Si la política tiene más importancia que la verdad...

—Mierda, cada vez te pareces más a tu padre. Justin se levantó de la silla para irse. Rápido. Antes de perder los estribos.