Estaba muy contenta de no haber hecho nada con Florian, lo cual quizá lo hubiera puesto más nervioso todavía. Porque él podría haber muerto y entonces hubiera sido culpa de ella, totalmente culpa suya.
Maddy tenía razón .Era muy guapo. Tenía muchas ganas de hacer con él lo mismo que buscaba Maddy.
Y Maddy nunca hubiera podido entender que no lo hiciera.
Deseaba que Ari senior pudiera hablar con ella, hablar y contestarle de verdad, porque había intentado preguntarle a Base Uno si Ari tenía algo que decir con respecto a que Florian estuviera en el hospital o siestaba bien mantener relaciones sexuales con sus propios azi si éstos eran de Seguridad. Pero Base Uno había dicho que no tenía información al respecto.
Estaba tan desesperada que hasta había pensado en coger por banda a Seely y formularle la misma pregunta. Pero Seely era tan Seely como siempre, y ni siquiera el sexo podía desesperar tanto a Ari.
No todavía.
X
Doce años. Hubo una gran fiesta, un baile en el salón de Rec con todos los chicos de Reseune que tenían más de nueve y menos de veinte, el tío Denys se disculpó y dijo que tenía que trabajar, pero era porque odiaba la música.
Se perdió algo bueno porque Catlin aprendió a bailar. Catlin entendió la idea de la música, es nemotécnico, había explicado Ari cuando Catlin observó el baile, confundida: las variaciones del ritmo eran lo que hacía que funcionara.
Florian no tuvo problemas para captarlo y aprenderlo, pero era demasiado tímido para bailar en público: eso era lo raro; y Catlin impresionó a todos tratando de enseñar a Sam un paso que no le salía, una azi en la pista con un CIUD. Todos se quedaron mirándolos, no enfadados, sólo sorprendidos y Catlin, con una blusa negra y transparente que le cubría justo lo necesario con algunas zonas opacas y pantalones negros de satén que revelaban muy bien sus muslos, sonrió, hizo tres o cuatro pasos rápidos y demostró lo que podía hacer si uno aislaba los grupos musculares y seguía el ritmo de la música.
Después de eso, todos los chicos quisieron bailar con ella y fue muy divertido, porque todas las chicas se preguntaban si debían estar celosas de una azi o no.
Así que Maddy Strassen se adelantó y pidió a Florian que bailara con ella, y las otras chicas empezaron a hacer lo mismo, y los pocos chicos más mayores, los CIUD que tenían azi de su edad, empezaron a enseñarles los pasos, y al día siguiente la cosa se había esparcido por toda la Casa.
—¿Sabes? —dijo el tío Denys en el desayuno—, algunos azi podrían molestarse. Realmente deberías tener más cuidado.
—Seely estaba ahí —se justificó ella, jugando un poco con el tío Denys—. Y mucha gente de Seguridad. Podían haberlo detenido si querían.
—Probablemente la música les atontó. Estaban ahí para detener a los abolicionistas con bombas. No tendrían que haberse preocupado por eso: te aseguro que los abolicionistas no habrían podido tolerar el ruido.
—Nadie obligó a nadie. Hubo azi que bailaron y otros que no, y nadie los obligó. Florian dijo que Catlin pensaba que era interesante. Se supone que tiene que protegerme, ¿no es cierto? Y no es tan social como Florian. Pero puede imitar cualquier cosa física, y sabe actuar muy bien. Así que se lo pasó muy bien. Estaba engañándolos a todos y entendiendo lo que se siente cuando la gente se mueve así, pero ellos nos sabían lo que Catlin les estaba haciendo. ¿Quieres saber qué me dijo?
—¿Qué?
—Dijo que todos le habían parecido muy blanditos y que generalmente eran muy vulnerables en cuanto al equilibrio. Que podía haber derribado a cualquiera con sólo empujarlo con el codo.
El tío Denys estornudó en su zumo de naranja.
XI
Más inyecciones. Le provocaron el período. Ella se prometió que hablaría con el doctor Ivanov. Una llamada en su puerta por la noche y un regalito de Florian.
El doctor probablemente tenía tanta sangre de Ari como para hacer una transfusión a todo Novgorod.
—Creo que quiero a otro médico —comentó al tío Denys.
—¿Por qué? —preguntó él mientras estudiaba los informes durante la cena, que era casi el único momento en que se veían, durante la cena y el desayuno.
—Porque estoy cansada de que me pinchen con agujas. Me voy a quedar anémica.
—Querida, es un estudio. Empezó cuando naciste y es muy importante. Tú solamente tienes que aguantarlo, no importa el médico que tengas, y lastimarías los sentimientos de Petros. Ya sabes que te tiene mucho cariño.
—Sonríe mucho antes de darte esas cosas que te dan ganas de vomitar.
—Tienes que cuidarte, querida, tu voz indica lo que sucede con tus ciclos menstruales. Es algo que no hay que hacer público, ¿no te parece?
—No sé por qué no. No sé por qué no lo ponen en las noticias. ¿Por qué no das a los servicios informativos las cintas de mi dormitorio? Eso les daría algo muy emocionante que ver, estoy segura que los técnicos de Seguridad estarían encantados.
—¿Quién te ha dicho que hay cintas? Es un sistema de Seguridad.
—Pero Florian y Catlin son de Seguridad, ¿recuerdas?
El tío Denys dejó los informes, repentinamente serio.
Y ella también estaba seria, porque no había pensado en sacar ese tema. No todavía. Hasta que hubieran descubierto más cosas. Pero él había quedado en posición vulnerable ahora, ella lo había descubierto; lo Atrapó con eso.
Bien hecho.
—Querida, de acuerdo..., sí. Hay cintas. Van a Archivos, nadie las ve. Son informes históricos.
—De mí y mi ciclo menstrual.
—Ari, querida, no seas grosera.
—Es que la situación es grosera. ¡Todo lo que me hacen es grosero! Quiero que cierren ese sistema, tío Denys... Lo quiero fuera. Quiero que destruyan las cintas. Quiero que Florian y Catlin destruyan la unidad, en el teclado de control.
—Querida, son observadores, ¿eh?
—Puedes apostar a que sí, mierda.
—Ari, querida, no digas palabrotas. No tienes edad suficiente.
—¡Quiero que cierren esa unidad! ¡Que la cierren! ¡Quiero que quemen las cintas! ¡Quiero irme a mi apartamento y llevarme a Florian y a Catlin y revisarlo y tener acceso a todos los teclados de control en todas las habitaciones secretas de Seguridad!
—Ari, querida, tranquila. Yo haré que desconecten eso.
—¡A la mierda con eso! ¡Lo que vas a hacer es poner el teclado en otra parte donde piensas que Florian y Catlin no lo encontrarán!
—Bueno entonces tenemos un problema, ¿no te parece? Tienes que creerme.
—No, claro que no, porque sabré si la unidad sigue funcionando o no.
—¿Cómo?
—No voy a decírtelo. Pregúntaselo a Seely. Seguro que él puede explicártelo.
—Ari, querida, estás un poco nerviosa hoy, estoy seguro de que ya te has dado cuenta. Y no quiero discutir de estos temas contigo cuando estás así. Me importas mucho, mucho, pero a nadie le gusta escuchar a una niña de doce años muy culta que dice palabrotas como un soldado cualquiera, y a nadie le gusta que lo llamen mentiroso, una vez incluso lo dijiste en público. ¿Qué te parece si bajas un poco el tono de voz y discutimos esto racionalmente, o prefieres que te diga que estoy seguro de que Seely todavía sabe un poco más que Florian? Si quisiera continuar esto... Ya me doy cuenta de que no eres una niña. Sé que hay muchas razones por las que tal vez no quieras que te graben en cinta en tu habitación. No podemos obtener nada de un estudio en el que el sujeto sabe que está frente a las cámaras, ¿no te parece? Así que no habrá más cintas, no porque tengas capacidad para descubrir los espías, sino porque pierden todo su valor.
—¡Quiero que quemen las cintas!
—Lo lamento, ni siquiera puedo acceder a ellas. Están