Quinta Parte
En la actualidad, ésta es
mi única posibilidad de protestar…
Bob Hund, Uno que se resiste
Let the right one in
Let the old dreams die
Let the wrong ones go
They cannot do
What you want them to do
Morrissey, Let the Right One Slip In
De Dagens Eko, 16.45, lunes 9 de noviembre de 1981
El llamado asesino ritual ha sido detenido por la policía el lunes por la mañana. El hombre se encontraba en ese momento en un local de un sótano en Blackeberg, al oeste de Estocolmo.
Bengt Larn, portavoz de la policía:
– Se ha detenido a una persona, eso es correcto.
– ¿Están seguros de que es el hombre al que se buscaba?
– Relativamente. Algunos factores, no obstante, dificultan su positiva identificación.
– ¿Qué factores?
– Lo siento, pero no puedo entrar a comentarlos por ahora.
El hombre fue llevado al hospital tras su detención. Su estado se describe como muy crítico.
Junto al hombre se hallaba también un chico de dieciséis años. El chico no presentaba daños físicos, pero se encontraba en estado de shock y ha sido trasladado al hospital para su observación.
La policía está registrando ahora los alrededores para reunir más información sobre el desarrollo de los hechos.
El rey Carl Gustaf inauguró hoy un puente nuevo sobre el estrecho de Almo en Bohuslän. A la inauguración…
Extracto de las anotaciones del diagnóstico hecho por el catedrático de cirugía, por encargo de la policía
… exploración preliminar con dificultades… contracciones musculares de carácter espasmódico… el estímulo del sistema central nervioso, ilocalizable… parada de la actividad cardiaca…
La actividad muscular cesa a las 14.25… la autopsia revela la existencia, antes desconocida, de… órgano interno gravemente deformado…
La anguila que muerta y troceada salta en la sartén… hasta ahora nunca observado en un tejido humano… solicita poder conservar el cuerpo… atentamente…
Del periódico Västerort, semana 46
¿QUIÉN MATÓ A NUESTROS GATOS?
– Lo único que conservo es su collar -dice Svea Nordström señalando con la mano el embarrado prado donde apareció su gato y los de otros ocho vecinos…
Del informativo Aktuellt, lunes 9 de noviembre, 21.00
La policía pudo acceder esta tarde al piso que, según se cree, pertenece al llamado asesino ritual, que fue detenido esta mañana.
Una llamada hizo que la policía pudiera finalmente localizar la vivienda en Blackeberg, a unos cincuenta metros del lugar donde el hombre fue detenido esta mañana.
Tenemos a nuestro reportero Folke Ahlmarker en el lugar:
– El personal de la ambulancia está en estos momentos trasladando el cuerpo de un hombre hallado muerto en el piso. Aún no se sabe quién es el cadáver. Por lo demás, parece que la vivienda se encontraba totalmente vacía de objetos. Parece ser que hay también indicios de que otras personas han estado recientemente en la vivienda.
– ¿Qué hace ahora la policía?
– Han estado todo el día en la zona llamando a las puertas, pero si han obtenido alguna información, eso aún no lo han comunicado.
– Gracias, Folke.
Lunes 9 de noviembre
Ráfagas de luz azul en el techo del dormitorio. Oskar está tumbado en su cama con las manos debajo de la cabeza.
Bajo la cama hay dos cajas de cartón. En una de ellas hay mucho dinero, montones de billetes y dos botellas de alcohol de quemar, la otra está llena de rompecabezas.
La caja con ropa se quedó allí.
Para ocultar las cajas, Oskar ha puesto su juego de hockey delante de ellas. Mañana las bajará al sótano, si tiene fuerzas. Su madre está viendo la tele, grita algo acerca de que su casa se ve por el televisor. Pero él no tiene más que levantarse y acercarse a la ventana para ver la misma cosa, desde otro ángulo.
Las cajas las tiró desde el balcón de Eli al suyo cuando aún era de día, mientras Eli se lavaba. Cuando salió del cuarto de baño la herida de la espalda ya se le había curado y estaba algo mareado por el alcohol que contenía la sangre.
Se acostaron juntos, se abrazaron. Oskar le contó lo que le había pasado en el metro. Eli le dijo:
– Perdona. Que pusiera en marcha todo esto.
– No. Está bien.
Silencio. Largo. Después Eli le preguntó, con discreción:
– ¿Te gustaría… ser como yo?
– … No. Me gustaría estar contigo, pero…
– No. Claro que no quieres. Lo entiendo perfectamente.
Al anochecer se levantaron por fin, se vistieron. Estaban abrazados en el cuarto de estar cuando oyeron la sierra. Estaban serrando la cerradura.
Corrieron hacia el balcón, saltaron sobre la barandilla, aterrizaron en blando en los setos de abajo.
Dentro del piso oyeron que alguien decía:
– Pero qué demonios…
Se acurrucaron juntos bajo el balcón. Pero no había tiempo.
Eli volvió la cara hacia Oskar, diciendo:
– Yo…
Cerró la boca. Luego besó a Oskar en los labios.
Oskar vio durante unos segundos a través de los ojos de Eli. Y lo que vio era… él mismo. Sólo que mucho más elegante, más guapo, más fuerte de lo que creía que era. Visto con amor.
Unos segundos.
Voces en el piso de al lado.
Lo último que Eli había hecho antes de levantarse fue despegar el papel con el código Morse. Ahora se oían unos pies pesados dando vueltas en la habitación donde Eli se había tumbado y desde donde le había enviado mensajes.
Oskar pone la palma de la mano sobre la pared.
– Tú…
Martes 10 de noviembre
Oskar no fue a la escuela el martes. Se quedó en su cama atento a los ruidos que llegaban a través de la pared preguntándose si encontrarían algo que pudiera conducirles hasta él. Al mediodía se dejaron de oír ruidos, y todavía no habían vuelto.
Entonces se levantó, se vistió y fue hasta el portal de Eli. La puerta del piso estaba precintada. Prohibido el paso. Mientras permanecía allí, mirando, llegó un policía hasta el rellano. Pero él no era más que un niño curioso del vecindario.
Al anochecer bajó las cajas al sótano y puso una alfombra vieja por encima de ellas. Ya decidiría más tarde qué haría con ellas. Si entraba algún ladrón en su cuarto trastero seguro que se iba a poner contento.
Se quedó un buen rato sentado en la oscuridad del sótano, pensando en Eli, en Tommy, en el viejo. Eli le había contado todo, que no había sido su intención que las cosas acabaran así.
Pero Tommy estaba vivo. Se pondría bien de nuevo. Eso le había dicho su madre a la madre de Oskar. Al día siguiente volvería a casa. Al día siguiente.
Al día siguiente, Oskar regresaría a la escuela. A encontrarse con Jonny, con Tomas, con… Tendremos que empezar a entrenarlo de nuevo.