Alder: Pero no fue solo eso. La chica bosnia además fue asesinada.
Lindelclass="underline" ¿Cómo sabes…? Sí, la asesinaron, pero no fui yo, si es eso a lo que te refieres. ¡Por supuesto que no!
Alder: Ahora no lo entiendo del todo. Estabas allí cuando la violaron, pero no cuando la asesinaron. ¿Es eso lo que quieres decir? Y en tal caso, ¿por qué te ausentaste ese tiempo?
Lindelclass="underline" Me apartaron con violencia. Y luego me desmayé.
Alder: Vaya. Te desmayaste y, mientras estabas desmayado y no recordabas nada, sucedió que la chica fue asesinada.
Lindelclass="underline" No sé exactamente qué ocurrió. Solo la vi después.
Alder: Fue allí donde te encontraron. Junto al cadáver de la chica. ¿Recuerdas cómo sucedió?
Lindelclass="underline" Recuerdo que fui a donde estaba y me senté a su lado, pero no de cómo fue asesinada. No lo sé porque no estaba allí entonces.
Alder: Quizá recuerdas ciertas cosas y olvidas otras aunque las hayas vivido. Cuando te desmayas, ¿te da un blackout?
Lindelclass="underline" No, no lo creo.
Alder: Pero si no lo recuerdas con exactitud, no puedes estar seguro.
Lindelclass="underline" No lo sé. ¿No podemos acabar ya? Todo esto ya lo examinaron las autoridades militares.
Lindmark: En el armario de tu cocina encontramos un rollo de hilo de nailon. ¿Para qué lo utilizas?
Lindelclass="underline" Para pescar, para mi caña. La acorto y alargo dependiendo del pez que quiera pescar.
Lindmark: No encontramos ninguna caña de pescar en tu piso.
Lindelclass="underline" La última vez que fui, en septiembre, el anzuelo quedó atrapado en algo. Pensé que era un pez grande y tiré tanto que el hilo se tensó y la caña se rompió. Me enfadé y arrojé el trasto al mar.
Lindmark: Pero una caña no puede partirse, es elástica, especialmente fabricada para ello.
Lindelclass="underline" Eso pensaba yo, pero esa vez se rompió.
Lindmark: ¿Sabes que Gabriella fue asesinada justo con un hilo de esos? Estrangulada hasta morir.
Lindelclass="underline" ¡Oh, no! ¿Quién ha podido hacerlo? Casi lo había olvidado… que dijisteis… Es como una pesadilla. Pensé que se trataba de Bosnia.
Lindmark: No, se trata de Forshälla. Y de que Gabriella Dahlström, con quien tenías una relación, ha sido estrangulada con un sedal del mismo tipo del que tienes en casa. ¿Fuiste tú quien lo hizo?
Lindelclass="underline" No. Estáis locos. Amo a Gabriella, nunca le haría daño.
Alder: Pero ¿y si te dio un blackout? Podrías haberlo hecho y no recordarlo luego.
Lindelclass="underline" No, algo así nunca lo olvidaría. ¿Por qué iba a hacerlo? La amo. Es lo mejor que hay en mi vida.
Lindmark: «Había». Había en tu vida. Está muerta. Desaparecida.
[Pausa. Aullidos. Tintineo de vidrio.]
Lindmark: Toma un vaso de agua.
Lindelclass="underline" ¿Puedo verla?
Alder: ¿Crees que puede haber algo especial que ver? ¿Te gustaría observar a Gabriella desnuda?
Lindelclass="underline" ¿Y eso qué tiene que ver con el asunto?
Lindmark: Todo tiene que ver. Gabriella Dahlström estaba tendida desnuda en el camino de un parque.
Lindelclass="underline" ¡Oh, Dios mío! Qué tipo de monstruo… Fuera, en un camino… Pero yo solo quiero verla, es completamente normal. No creo que esté muerta, podéis haberos equivocado. O en cualquier caso, quiero despedirme.
[Pausa larga. Sonido de inhalación.]
Alder: ¿Qué quieres ver?
Lindelclass="underline" A Gabriella. Su cara.
Lindmark: No puedes.
Lindelclass="underline" ¿Por qué no? ¿Hay algo malo en su cara, le han hecho daño?
Lindmark: ¿Por qué lo crees? ¿Cómo puedes saberlo? Le han hecho daño ¿de qué forma?
Lindelclass="underline" No lo sé. Pues que esté fea. Que esté tan fea que no queráis que la vea.
[Pausa.]
Alder: Si estabais tan unidos, ¿por qué no vivíais juntos?
Lindelclass="underline" Nos lo tomábamos con calma. No queríamos… precipitar las cosas.
Alder: ¿Eras tú quien quería ir despacio porque no estás completamente sano, por lo del tratamiento psiquiátrico y demás? Dices que ni siquiera habías visitado su piso. Quizá no querías tanta proximidad, no querías asumir toda la responsabilidad que conlleva una relación de pareja. Querías tener el control sobre todo y por eso os veíais solo en tu piso, en tu territorio.
Lindelclass="underline" Puede.
Alder: Y, entonces, aún menos querrías formar una familia.
Lindelclass="underline" De eso no hablamos nunca. Todavía. Faltaba mucho tiempo.
Lindmark: Y sería molesto que, de repente, te obligaran. Sería algo que evitarías. Por ejemplo, con un aborto.
Lindelclass="underline" Quizá. Pero ¿qué tiene que ver eso…?
Alder: «A» como en «aborto». ¿Te dice eso algo? Una letra importante.
Lindelclass="underline" ¿Qué quieres decir?
[Pausa breve.]
Alder: La letra «A» estaba grabada en el estómago de Gabriella.
Lindelclass="underline" ¿Grabada?
Alder: Sí, ya sabes… el asesino había dibujado con un cuchillo esa letra en su estómago.
Lindelclass="underline" ¡Oh, no, eso es terrible! ¿Qué puede indicar? ¿Quién…?
Lindmark: «A» como en «aborto». Para terminar con el hijo que Gabriella estaba esperando.
Lindelclass="underline" ¿Qué? ¡No puede ser!
[Gritos. Sollozos. Tintineo de vasos.]
Alder: ¿Por qué no puede ser? Teníais relaciones sexuales, ¿no?
Lindelclass="underline" Claro, pero siempre con protección.
Alder: Con condones. No son seguros al cien por cien.
Lindelclass="underline" Si estaba embarazada… ¿Habéis logrado llevarla al hospital?
Alder: No. El feto murió también, por supuesto. Solo estaba de tres meses.
Lindelclass="underline" Pero eso lo hace aún peor… Que fuéramos a tener un hijo. Y ahora están los dos muertos.
Lindmark: ¿Opinas que es peor… tener un hijo?
Lindelclass="underline" No, digo que es peor que ella… que no solo ella… quiero decir…
[Pausa.]
Lindmark: Quizá podamos hacer ahora un resumen de lo sucedido. Escuchaste que Gabriella esperaba un hijo y en tu estado no podías imaginar asumir esa responsabilidad. Por tanto, tenías motivo, tenías acceso a armas y no tienes coartada. Cogiste un carrete de sedal, la seguiste y la estrangulaste. Quizá no lo recuerdes y quizá existan circunstancias atenuantes. Tu enfermedad, las fuertes medicinas contra el dolor. Quizá te dio un blackout y no sabías qué hacías. En ese caso, los ojos arrancados hablan a tu favor, una señal de locura. ¿Estás seguro de que no fue así como sucedió?
Lindelclass="underline" ¡Los ojos! ¡Los ojos de Gabriella! ¿Le han…? [Voces, pero inteligibles.]
[Pausa.]
Lindmark: ¡Eh, oye!
Lindelclass="underline" No sé de qué estoy seguro.
Lindmark: ¿Sucedió así?
Lindelclass="underline" No lo sé. No puedo más.
Lindmark: ¿Fue así?
Lindelclass="underline" Sí, sí, solo dejadme en paz. No lo recuerdo.
Lindmark: Erik Lindell. Quedas detenido por el asesinato de Gabriella Dahlström, ocurrido en el parque junto a Torkelsgatan en Stensta, en Forshälla, el 15 de octubre de 2005.
[Zumbido. Se abre la puerta.]
Lindmark: Llevadle al calabozo.
[Se cierra la puerta.]
Alder: Estuvo… bien, ¿no?
Lindmark: Sí, conseguimos un resultado. Una confesión.
Alder: Sin pruebas técnicas. Ni los ojos. No soltó prenda acerca de ellos. Tuvimos que nombrarlos nosotros primero.
Lindmark: Bueno, era de esperar que no los tendría en casa en un bote. [Breve carcajada.]
Alder: Quizá tenga una personalidad disociativa, una capacidad para apartar ciertas cosas de su conciencia de tal forma que no las reconozca luego. Si es así, no podría contar qué ha hecho con los ojos por mucho que quisiera.
Lindmark: Tampoco lo necesitamos. Puede esperar a otros posibles interrogatorios posteriores. Tenemos muchos indicios. Una posible arma del crimen encontrada en su casa, un motivo, un historial de sucesos anteriores parecidos, ninguna coartada. Respuestas sospechosas.
Alder: Y los blackouts. ¿Crees que será suficiente?
Lindmark: Debería bastar. He visto casos que han ido a juicio con indicios mucho más leves. Pero tenemos que aportar toda la información del sujeto que podamos conseguir.