Estoy hecho polvo. No quiero irme. Sólo me queda un año de colegio. Es un momento fatal para marcharse. No quiero ir a un estúpido instituto americano. No quiero apartarme de ti.
Ya hablaremos luego. Tenemos que pensar algo para que pueda quedarme. Esto pinta muy mal, Rosie.
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: ¡Quédate conmigo!
¡No te vayas! ¡Mis padres dicen que puedes quedarte a vivir con nosotros hasta que acabe el curso! ¡Terminamos el cole en Dublín y luego ya decidiremos qué hacemos! ¡Quédate, por favor! Será fantástico vivir juntos. Será como cuando éramos pequeños y nos manteníamos despiertos toda la noche con aquellos walkie-talkies! ¡Oíamos más las interferencias que nuestras voces, pero nos parecía genial! ¿Te acuerdas de aquella Nochebuena de hace siglos en que montamos guardia para espiar a Santa Claus? Lo planeamos todo durante semanas, dibujando esquemas de las calles y mapas de nuestras casas para poder cubrir todos los ángulos y que no se nos escapara. Tú estabas en el turno de las 7 a las 10 de la noche y yo en el de las 10 a la 1 de la madrugada. Estaba previsto que a la 1 te despertase y me relevaras, pero -sorpresa, sorpresa- no te despertaste. ¡Pasé toda la noche en vela chillándote por el walkie-talkie para despertarte! Aunque fuiste tú quien salió perdiendo. Yo vi a Santa Claus y tú no…
Si te quedas con nosotros, Alex, ¡podremos charlar toda la noche! Sería la mar de divertido. Cuando éramos crios siempre quisimos vivir juntos. Ahora tenemos la oportunidad de hacerlo.
Habla con tus padres. Convéncelos para que digan que sí. De todas formas, ya tienes dieciocho años, ¡así que puedes hacer lo que quieras!
Rosie:
No he querido despertarte y tu madre me ha dicho que te entregaría esto. Sabes de sobra que detesto las despedidas, pero de todos modos esto no es un adiós, sino un hasta pronto, ya que vas a ir a visitarme cada dos por tres. Prométemelo. Mis padres ni siquiera me han dejado quedar en casa de Phil, así que figúrate en la tuya. No logré convencerlos. Quieren tenerme controlado durante mi último curso de instituto.
Tengo que irme… Te echaré de menos. Llamo en cuanto llegue allí.
Besos,
Alex
P. D.: Ya te dije en su momento que estuve despierto esa Nochebuena. Lo que pasó es que mi walkie-talkie se quedó sin pilas… (y vi a Santa Claus, para que te enteres).
Alex:
Buena suerte, hermanito. No te preocupes, lo pasarás bien una vez que estés allí y, además, estoy impaciente por ir a visitaros. Pese a tener a Margaret y a los niños, aún me vienen ganas de mudarme con vosotros. Os echaré de menos. No será lo mismo sin ti. Deja de preocuparte por Rosie. Su vida no se irá a pique sólo porque estéis en países distintos. Pero si eso va a hacer que te sientas mejor, descuida, cuidaré de ella por ti. Al fin y al cabo, es como si fuese mi hermana pequeña. Por cierto, si Sandy no aprende a controlar su vejiga, os la enviaré por avión.
Os echaremos de menos,
Phil (+ Margaret, William y Fiona)
De: Rosie
Para: Stephanie
Asunto: Consejo urgente de hermana
Me cuesta creer que se haya marchado, Steph. Me cuesta creer que te hayas marchado. ¿Por qué me abandona todo el mundo? ¿No podías haberte «encontrado a ti misma» más cerca de casa? ¿Por qué en Francia? Sólo hace unas semanas que Alex se marchó, pero me siento prácticamente como si hubiese muerto…
¿Por qué tuvo que romper con Bethany la Putilla justo dos semanas antes de irse? Si no lo hubiese hecho no me habría acostumbrado a verle con frecuencia otra vez. Las cosas volvieron a la normalidad, Steph. Fue fantástico. ¡Estábamos juntos todo el día y lo pasábamos bomba!
Brian el Llorica dio una fiesta de despedida para Alex la semana pasada. Creo que sólo fue un pretexto para montar la fiesta, la verdad, porque ellos dos nunca se han caído demasiado bien. Al menos desde aquel incidente en que la pizza acabó pegada en el pelo de James. Pero de todas formas el Llorica dio la fiesta en su casa e invitó a todos sus amigos, ¡y Alex y yo no conocíamos a casi nadie! Peor aún, la gente a la que conocíamos no la podemos ver ni en pintura, así que nos marchamos y fuimos al centro. ¿Te acuerdas del O'Brien's, donde celebramos la fiesta sorpresa cuando cumpliste veintiuno? Bueno, pues fuimos allí y Alex tuvo la genial idea de plantarse delante de la puerta del pub y hacerse pasar por uno de esos gorilas. (Esa noche no había nadie en la puerta porque era lunes.) El caso es que al ser tan alto y musculoso, daba el pego, ¡ya conoces a Alex! Total, que pasamos siglos allí impidiendo la entrada a la gente; creo que no dejó pasar a nadie. Al final nos aburrimos y entramos al pub vacío. Por descontado, cuantas más copas tomábamos Alex y yo, más melodramáticos nos poníamos por su inminente mudanza… Aparte de eso la noche fue de fábula. Echo mucho de menos los momentos como ése, los ratos que pasábamos a solas los dos.
No te figuras lo sola que me encuentro ahora en el colegio. Lo único que me falta es ponerme de rodillas y suplicar para que alguien me conceda su amistad. ¡Qué patético! A nadie le importa un bledo mi situación. Me he pasado los últimos años dejándolos de lado y ahora lo cierto es que no se sienten obligados a dirigirme la palabra. Me parece que algunos incluso disfrutan viéndome así. Los profesores están encantados. El señor Simpson me llamó después de clase para felicitarme por lo bien que voy últimamente. Es vergonzoso. Alex se quedaría horrorizado si supiera que estoy rindiendo a tope en el colegio. Me horripila que las cosas se hayan puesto tan feas como para prestar atención a los profesores en clase. Son los únicos que se dignan hablarme día tras día. ¡Qué deprimente!
Por la mañana me despierto y tengo la sensación de que me falta algo. Noto que algo no va bien y tardo un rato en darme cuenta de qué es… y entonces me acuerdo. Mi mejor amigo se ha ido. Mi único amigo. Fue una tontería por mi parte depender tanto de una sola persona. Ahora todo recae sobre mí.
En fin, perdona que no pare de quejarme. Supongo que ya tienes bastantes problemas de los que preocuparte. Cuéntame cómo le va en Francia a mi sofisticada hermana mayor. Es extraño que hayas ido a parar ahí; siempre odiaste la clase de francés. Supongo que será sólo por unos meses, ¿verdad? ¿Y luego volverás? Papá sigue sin aprobar que dejaras la universidad. No me entra en la sesera por qué tuviste que irte al extranjero para encontrarte a ti misma. Basta con mirarse al espejo. ¿Cómo es el restaurante? ¿Has roto algún plato ya? ¿Vas a trabajar ahí mucho tiempo? ¿Hay algún hombre guapo? Seguro que sí; los franceses están buenísimos. Si hay alguno libre que no te interesa, mándamelo.
Besos,
Rosie
P. D.: Papá quiere saber si tienes suficiente dinero y si ya te has encontrado. Mamá quiere saber si comes como es debido. El pequeño Kevin (¡está tan alto que no lo conocerías!) quiere saber si le mandarás algún videojuego. No sé a qué se refiere, así que no le hagas caso.
De: Stephanie
Para: Rosie
Asunto: Re: Consejo urgente de hermana
Hola, querida hermanita:
No te preocupes por Alex. He estado pensando mucho y he llegado a la conclusión de que es una buena idea que no esté aquí durante tu último año de colegio porque así quizá consigas por primera vez pasar el curso sin que te expulsen temporalmente. Piensa en lo orgullosos que se pondrán papá y mamá. (Ah, por cierto, diles que estoy sin blanca, que paso hambre y que actualmente me estoy buscando a mí misma en un ciber café de París.)
Sé perfectamente cómo te sientes ahora. Yo también estoy sola aquí… Pero aguanta mecha este curso y cuando termines a lo mejor Alex regresará a Irlanda, ¡o igual te vas tú a estudiar a Boston!
Ponte una meta, Rosie, ya sé que detestas que te lo digan, pero te aseguro que ayuda. Aspira a conseguir algo que desees y verás cómo este año cobra sentido. Ve a Boston, si eso te hace feliz. Estudia hostelería y llega a directora de hotel como siempre has querido.
Lo único que te pasa es que eres joven, Rosie. Ya sé que también detestas que te lo digan, pero es la verdad. Lo que ahora te parece trágico no tendrá la menor importancia dentro de unos años. Sólo tienes diecisiete años. Alex y tú tenéis toda la vida por delante para estar juntos. Nadie recordará a la tonta de Bethany. Las ex novias se olvidan con facilidad. Los buenos amigos están contigo siempre.
Cuídate. Saluda a papá y mamá de mi parte y diles que me sigo buscando a mí misma, pero que a lo mejor he encontrado a otra persona en el intento. Alto, moreno y guapo…
Capítulo 5
Apreciada señorita Rosie Dunne:
Gracias por su solicitud para estudiar Gestión de Hostelería en el Boston College. Nos complace informarle de que dicha solicitud ha sido tramitada con éxito…
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: ¡Allá voy, Boston!
¡ME HAN ACEPTADO! ¡¡¡Allá voy, Boston College!!! ¡OLÉ! ¡La carta ha llegado esta misma mañana y estoy superentusiasmada! Más vale que no muevas ni un pelo, Sr. Stewart, porque por fin voy a ir a verte. Será fantástico, aunque no vayamos a estudiar en la misma universidad. (¡Harvard es demasiado distinguida para las de mi calaña!) En realidad no me parece tan mal, ya que ahora no creo que podamos permitirnos ser expulsados otra vez…
Contesta o llámame lo antes posible. Te llamaría yo, pero, como ya sabes, papá bloqueó las llamadas de larga distancia después de la última factura. Él y mamá están tan orgullosos que llevan toda la mañana llamando a la familia para contárselo. Me parece que esperan que me convierta en la primera Dunne que vaya a la universidad y acabe sus estudios. Papá me advierte una y otra vez que no haga como Stephanie e intente «encontrarme a mí misma» en alguna parte. Por cierto, me parece que no tiene intención de regresar pronto. Ha conocido a un chef que trabaja en el mismo restaurante donde ella hace de camarera y está oficialmente «enamorada».