FlorSilvestre: ¿Tan poco tiempo? ¿Tan poco tiempo? Por si no te has dado cuenta han pasado diez años desde que Tommy te abandonó.
DamaSolitaria: Ay, es que no lo parece.
FlorSilvestre: Si dejaras de quejarte y lloriquear sobre lo sola que estás, serías capaz de pensar racionalmente sobre tu vida. ¿Qué tipo del grupo de lectura es el que te ha propuesto salir?
DamaSolitaria: El único que hay.
FlorSilvestre: Apuesto a que las demás señoras van a perder el interés por la lectura muy pronto. La única pregunta importante que debes hacerte es: ¿tiene antecedentes penales?
DamaSolitaria: No, lo he comprobado.
FlorSilvestre: ¡Caray, si lo decía en broma! Pero al menos ahora sabes que tu televisor no se dará el piro mientras estés en el lavabo.
DamaSolitaria: Un lujo que la mayoría de las damas no comprenden.
SEGURA se ha conectado.
FlorSilvestre: Bueno, pues parece ideal para ti. No veo por qué no tendrías que salir con él. Buena suerte con tu cita.
Segura: DamaSolitaria, ¿tienes una cita con un hombre?
DamaSolitaria: Lo dices como si fuese una enfermedad.
Segura: ¡No, sólo estoy impresionada! ¡Pero en el buen sentido! ¡Enhorabuena!
DamaSolitaria: ¡Gracias! ¡Oye, has cambiado de nombre!
Segura: Sí. Me han concedido la anulación. ¿Veis? Ya os dije que la Iglesia tenía sentido común. Están de acuerdo en que Leonard es un gilipollas.
FlorSilvestre: ¡Segura! ¡Menudo cambio oírte decir algo así! No estoy segura de que la Iglesia piense exactamente eso, pero es un comienzo…
Amapola: Felicidades, Segura.
Segura: ¡Gracias, chicas! Hacía mucho que no te asomabas por aquí, Amapola. ¿Dónde te habías metido?
Amapola: He pasado las últimas semanas en la casa de Connemara. Tenía mucho en que pensar.
FlorSilvestre: ¿Va todo bien?
Amapola: No, la verdad es que no.
Segura: ¿Te apetece hablarlo? A lo mejor te podemos ayudar.
Amapola: Bueno, mi madre murió, me he quedado sin trabajo y no me atrevo a comunicar el «algo más» por si se valida y me provoca un ataque de nervios. Porque si resulta ser cierto, tendré que declarar oficialmente que los últimos diez años de mi vida han sido una soberana pérdida de tiempo.
DamaSolitaria: Todas somos expertas en ese tema. A estas alturas sabes de sobra que lo que se dice en este salón no sale de aquí. Quizá podamos aclararte un poco las ideas.
Amapola: Gracias. Bien, pues allá voy… Ha caído en mis manos una carta que fue escrita poco antes de que yo cumpliera los treinta. Una carta que iba dirigida a mí, pero que no llegué a recibir nunca. Era de Alex.
DamaSolitaria: Uy, ¿qué decía en esa carta?
Amapola: Ésta es la peor parte. Decía que me amaba.
FlorSilvestre: ¡Caray!
Segura: Oh, Dios mío.
DamaSolitaria: ¡No! ¿Y dónde encontraste la carta?
Amapola: Me la entregó Comosellame. No quería seguir siendo la causa de mi soledad, dijo literalmente.
DamaSolitaria: ¿La había guardado todos estos años?
Amapola: Sí, aunque no me preguntes por qué. Todavía no lo he comprendido. Aunque en realidad nunca acabé de entenderlo mientras estuve casada con él. Ahora mismo no puedo pensar en nada, estoy anonadada.
FlorSilvestre: ¿Ya has hablado con Alex?
Amapola: ¿Cómo quieres que hable con él, FlorSilvestre? Sabiendo lo que sé, ¿cómo quieres que piense siquiera en él?
FlorSilvestre: Es muy sencillo, digo yo. ¡Acaba de decirte que te ama!
Amapola: No, FlorSilvestre, me dijo que me amaba hace diez años. Antes de casarse, antes de tener a Theo. Ahora no tengo valor para hablarle. Me ha estado escribiendo y llamando, pero al pensar en esa oportunidad perdida se me hace un nudo en el estómago y soy incapaz de responder a sus mensajes.
DamaSolitaria: ¡Pero tienes que decirle que lo sabes!
Amapola: Iba a hacerlo. Estaba entre asustada y entusiasmada. Iba a llamarlo por teléfono y a decírselo desenfadadamente para tantear el terreno, para ver qué sentía él y luego ir un poco más lejos. Pero justo esa mañana llegó su felicitación de Navidad a mi buzón. Con una foto de su esposa y sus dos hijos en el anverso, todos con jerséis de punto con motivos navideños: Theo sin los dos dientes delanteros, Josh con una sonrisa de oreja a oreja idéntica a la de su padre, Bethany dándole la mano a Alex. Y me faltó valor. ¿Qué más le dará, ahora? Está casado. Es feliz. Ya me ha olvidado, y aunque no sea así, no cabe contar con que salte de esa perfecta foto navideña por mí. La posibilidad que tuvimos Alex y yo de estar juntos se ha desvanecido, igual que esas viejas fotos nuestras que Katie lleva en su guardapelo.
Segura: Di que sí, Amapola, haces bien dejando a esa familia en paz.
FlorSilvestre: ¡Pero ella lo ama! ¡Y él le corresponde! ¡Y hoy en día todo el mundo retoca las fotos!
Segura: ¿Qué edad tienes ahora, Amapola, cuarenta y dos?
Amapola: Sí.
Segura: Bien. Alex escribió esa carta hace doce años, antes de casarse. No es correcto sacarla ahora a colación. Podrías romper demasiados corazones diciéndoselo.
FlorSilvestre: No le hagas caso, Amapola. Coge el primer avión y ve a decirle a Alex que es el hombre de tu vida.
Amapola: ¿Y si ya no siente lo mismo por mí? No he notado ninguna vibración en los últimos diez años.
Segura: Porque está casado. Es un buen hombre, Amapola. Se atiene a las reglas.
FlorSilvestre: ¡Las reglas se hicieron para saltárselas!
Segura: No cuando puedes hacer daño al prójimo, FlorSilvestre.
FlorSilvestre: No dejes que te pisoteen, Amapola. Es tu vida. Si deseas algo, tienes que ir a por ello y coger el toro por los cuernos porque nadie va a servirte en bandeja lo que deseas. Las buenas chicas siempre acaban las segundas.
Segura: Las buenas chicas tienen conciencia y por eso duermen tranquilas. Y, además, ni siquiera hemos pensado en la posibilidad de que los sentimientos de Alex hacia Amapola hayan disminuido con el tiempo.
FlorSilvestre: Oye, ¿por qué no le cortamos las venas, Segura?
Amapola: Lleva razón, FlorSilvestre. Tengo que cubrir todos los ángulos antes de lanzarme de cabeza. Dios, qué mareo. Bien, ¿qué pasa si le digo a Alex que he recibido su carta y sus sentimientos han cambiado? ¿Qué hago entonces? Las cosas nunca volverían a ser como antes entre nosotros, perdería a mi mejor amigo y eso no creo que pudiera soportarlo.
FlorSilvestre: Ya, pero ¿y si cuando le dices lo que sientes te abraza apasionadamente, aliviado de que por fin conozcas sus verdaderos sentimientos y vivís felices para siempre?
Segura: Sí, claro, en medio del follón del divorcio, los juicios por la custodia de los niños, una ex esposa con el corazón partido…
FlorSilvestre: Pero luchando por el amor verdadero.
Segura: Si puedes dormir tranquila haciendo eso, no lo dudes más y adelante, pero yo no podría.
FlorSilvestre: Pero no puede fingir que no ha sucedido nada.
Segura: Tu amistad con Alex seguirá siendo fuerte y la felicidad de su vida también permanecerá intacta, tal como sucedió cuando Alex no obtuvo respuesta de tu parte hace todos esos años. Siguió adelante con normalidad, como si no hubiese sucedido nada.
Amapola: ¿Por qué lo hizo? Recuerdo que me preguntó por la carta y le dije que no la había recibido. ¿Por qué no se declaró de viva voz?
FlorSilvestre: Puede que le entrara el canguelo.
Segura: O que viera que estabas enamorada de tu marido.
Amapola: Estoy hecha un lío. DamaSolitaria, has estado muy callada. ¿Qué piensas?
DamaSolitaria: Bueno, nadie sabe tan bien como yo lo que es sentirse sola, y ha habido momentos en los que he pensado que haría cualquier cosa por encontrar el amor, pero Segura ha puesto las cosas en perspectiva. Sabiendo el daño que le han hecho, yo no buscaría mi felicidad a costa de otros. Seguiría adelante con normalidad, como si no hubiese sucedido nada.
FlorSilvestre: Las tres sois increíbles. Aprended a vivir un poco. Haced a los demás lo que los demás os han hecho. A todas os ha fastidiado alguien.
Amapola: Sí, es verdad, pero por más que me disguste Bethany, nunca ha hecho nada para hacerme daño.
FlorSilvestre: Aparte de casarse con Alex.
Amapola: Alex no es mío.
FlorSilvestre: Pero podría serlo.
Amapola: Las personas no pertenecen a nadie, pero en cuanto a si ahora puedo estar con él o no, la respuesta es no. Ahora no. Quizás en otro momento.
PADREMIGUEL se ha conectado.
FlorSilvestre: Vaya, no me diga que se está divorciando, Padre.
Segura: No seas tonta. ¡Un poco de respeto! Está aquí para la ceremonia.
FlorSilvestre: Ya lo sé. Sólo intentaba animar un poco el ambiente.
PadreMigueclass="underline" ¿Ya han llegado los novios?
Segura: No, pero la costumbre quiere que la novia llegue tarde.
PadreMigueclass="underline" Bien, ¿y el novio?
SOLTEROSAM se ha conectado.
FlorSilvestre: Aquí está. Hola, SolteroSam. Me parece que ésta es la primera vez en que tanto el novio como la novia van a tener que cambiar de nombre.
SolteroSam: Hola a todos.
Amapola: ¿Y la novia?
SolteroSam: Está con su portátil, justo a mi lado. Tiene problemas con su contraseña.
Segura: Condenada al fracaso desde el principio.
DIVORCIADA_I se ha conectado.
FlorSilvestre: ¡Vaya! ¡Aquí llega la novia, vestida de…?
SolteroSam: Negro.
FlorSilvestre: Qué encantadora.
Amapola: Hace bien en ir de negro.
Divorciada_I: ¿Qué le pasa hoy a Doña Desdichas?
DamaSolitaria: Encontró una carta de Alex escrita hace doce años en la que le declaraba su amor y no sabe qué hacer.
Divorciada_I: Si quieres mi consejo, olvídalo, está casado. Y ahora centrémonos en mí para variar.