Familiarmente conocido como “El Indio”, participó en las reuniones preparatorias de los grupos fundadores de la Federación Anarquista Uruguaya (FAU).
Sus compañeros lo recuerdan como alguien vehemente en las discusiones. Tanto él como su compañera -Gabriela- dejaron de frecuentar los ambientes anarquistas allá por la década del sesenta.
Agustín García Capdevila
Jaime Tadeo Peña
Según el informe enviado por la policía de Barcelona a las autoridades uruguayas -documento perteneciente al expediente judicial del caso Messina- Jaime Tadeo Peña era en verdad Jaime Navarro Pérez y Agustín García Capdevila era el nombre adoptado por Agustín Casanova García. El primero militaba en el sindicato del transporte y sobre el segundo no se especifica, aunque se remarcan sus detenciones y el trabajo conjunto en algunas acciones. Los datos los aporta Fernando O’Neill en el artículo “Catalanes de acción llegan al Uruguay” publicado por Solidaridad -5 de mayo de 1991- y extraído de su libro inédito “Anarquistas de acción en Montevideo (1927-1937)”.
Luego de la fuga se embarcaron como polizontes en un barco italiano con bandera y tripulación de Mussolini. Combatieron en la revolución española y con el triunfo de Franco, Capdevila se habría exilado en México. Nada más se conoce sobre sus destinos.
Álvaro Correa do Nascimento
Brasileño de nacimiento, se lo intentó comprometer con el asalto al pagador del Frigorífico Nacional. Más precisamente se lo acusaba de haber preparado todo el plan antes de viajar la noche anterior al asalto hacia Buenos Aires. No pudo probársele el cargo, pero sin embargo aceptó ser el autor de la muerte del ruso Ehazar Hagmar, cuyo cadáver apareció en las costas del Miguelete el 20 de febrero de 1932.
Correa do Nascimento presentó el caso como un crimen pasional y fue procesado por él. Las verdaderas razones del hecho no fueron esclarecidas satisfactoriamente.
El 3 de julio de 1934 apareció muerto en su celda de la Penitenciaría.
Según la versión de las autoridades de la cárcel, el 2 de julio se había negado a una inspección de la celda, atacó a los carceleros con un tenedor, fue reducido y colocado en celda de castigo. Allí intentando subirse a la reja habría caído recibiendo un golpe en la cabeza que se indicó como el causante de su muerte. Sin embargo la autopsia realizada por los doctores Rossemblat y Moreau dio como causa del deceso “torcedura de vértebra cervical”, aunque confirmaban la versión de las autoridades.
El director de la cárcel, José M. Estapé (médico psiquiatra) justificó el hecho afirmando que “era un desequilibrado mental”
En realidad, fue apaleado por sus carceleros hasta la muerte, según testimonio de varios detenidos en ese momento.
Buenaventura Durruti
Durruti fue, posiblemente, el más prestigioso dirigente anarquista en la revolución española. Integrante del grupo “Nosotros”, conducía el Comité de Defensa de la CNT (central sindical anarquista).
El 19 de noviembre de 1936, Durruti, que había ido con su brigada a la defensa de Madrid, “cometió la imprudencia de apearse del coche en un sitio que distaba 500 metros escasos del Hospital Clínico, cerca de donde algunos de sus hombres estaban apostados detrás de una caseta de vigilante nocturno. El enemigo disparó una ráfaga desde el Hospital que lo alcanzó… Murió a primera hora de la mañana siguiente, casi a la misma hora en que José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange, que había sido juzgado en la prisión de Alicante, era sacado de su celda y ejecutado en el patio de la prisión”.
Rafael Egues
En 1931 estaba detenido por una acción contra una panadería de Camambú y Dionisio Coronel, donde en la confusión del incidente degolló a un niño. Como activista del sindicato de panaderos pretendía impedir la actividad de los rompehuelgas y en los forcejeos con un chiquilín que trabajaba contra las directivas del sindicato, lo hirió mortalmente.
Luego de su fuga por el túnel del Buen Trato, se fue de polizonte en un barco hacia España. Participó en la guerra civil española y con la derrota de la República fue detenido y condenado a perpetua.
En el 52 o 53 el gobierno español le otorga la libertad en razón de una grave enfermedad y viaja para morir en Uruguay.
A su llegada se le hizo una comida de recepción en su modesta casita de la calle Laureles casi Gobernador del Pino, en las inmediaciones del Cementerio de La Teja. En la reunión estaba invitado Boadas Rivas, cosa que desagradó a Egues pues mantenía el recuerdo de sus diferencias con el catalán.
Falleció poco después aún con el gusto amargo de aquel lamentable hecho en la panadería de La Teja.
Gino Gatti
A fines de 1932, Gatti junto a otros importantes “expropiadores”, planea un nuevo túnel. “Esta vez desde un departamento cercano a la Penitenciaría para liberar a Emilio Uriondo, detenido por haber colocado una bomba en la legación de Estados Unidos en Montevideo, y a otros anarquistas.
Va a ser todavía mejor concebido que el de la Carbonería del Buen Trato. Su extensión será de 58 metros, hasta el lavadero del penal. Pero al llegar a los 23 metros de túnel, el trabajo debe suspenderse: todos los hombres complotados están siendo perseguidos de cerca por la policía y, además, los medios escasean.”
En los primeros ocho meses de 1933 el comisario Fernández Bazán golpea definitivamente a los “expropiadores”.
Un día después del operativo en Rosario, donde cae Guidot, el 17 de marzo del 33, es detenido en Córdoba Gino Gatti.
En agosto de ese año es muerto el último “expropiador” en libertad, Juan del Piano, en las proximidades de la localidad de Firmat.
Ya no quedaba gente para planificar fugas desde afuera.
El 7 de octubre de 1933 los anarquistas que están en la cárcel de Caseros intentan una fuga desesperada. Gino Gatti está entre sus promotores. El intento fracasa y los intervinientes son trasladados a Ushuaia.
Allí, Gatti, en los primeros tiempos está totalmente aislado pero luego sus servicios técnicos como ingeniero mecánico son requeridos por la dirección de la cárcel. Con el agotamiento de la leña cercana se hace escaso el combustible y se planifica una usina, pero además los medios de transporte se paralizaban sin que se tuviera técnicos para reparados. El director de la cárcel le ofreció un pacto de mejoras individuales a cambio de su trabajo técnico. Gatti reclamó mejoramiento colectivo. Tácitamente la dirección aceptó el acuerdo aflojando en alguna medida sobre los pedidos. Junto a otros compañeros puso en funcionamiento una biblioteca que estaba abandonada. Entre otros proyectos se encontraba la construcción de un hospital, y con gente de confianza en esa actividad, logró desde allí, fugarse.
Bajo el gobierno de Perón fue indultado y siempre se mantuvo en relación con sus compañeros anarquistas.
Armando Guidot
Gatti concierta su participación -junto a Faccia Brutta- en la ejecución de Pardeiro.
Según un testimonio no confirmado, Guidot, luego del atentado al comisario, se habría ido de inmediato en un vuelo a Chile y desde allí volvió a Rosario de Santa Fe.
El 16 de marzo de 1933 fue detenido con Eliseo Rodríguez en una operación donde es muerto Pedro Espelocín, en la ciudad de Rosario, todos del grupo de Gino Gatti.
Florencio Santiago López
Fue uno de los presos comunes fugados con los catalanes y Moretti. Su detención se produjo muy poco después.
Había cumplido condena por homicidio desde 1909 a 1919. En 1927, en la colonia de alienados de Santa Lucía, mató a un enfermero y dos enfermos.
El 26 de noviembre de 1933, la prensa informaba que se había suicidado en la Penitenciaría.
Se lo encontró en su celda con una lima afilada clavada en el corazón.
Teótimo Maldonado
El pequeño jorobado fue liberado poco después del famoso manyamiento del Cuartel Centenario en junio de 1932. Era íntimo amigo de Domingo Aquino y lo visitó asiduamente durante los 21 años de detención.