Выбрать главу

"Fácil." Malik puso su mano en su brazo. "Él volverá pronto."

"¿Dónde fue?"

"Él fue destrás del lobo. Él creyó vislumbrarle en la maleza hace dos horas."

El alivio la atravesó. No Richard después de todo. "¿En realidad vio a Selbar?"

Malik cabeceó. "¿Y tú también, verdad? Gage notó lo molesta que estabas." Él hizo una mueca. "Vimos lo trastornada que has estado hoy. Era difícil no ser consciente de ello. Él me dijo que te mantuviera ocupada mientras él se deshace del lobo. No quería que intentaras ir detrás de él otra vez esta noche misma después de que nos durmiéramos."

El miedo la desgarró. "¿Qué quieres decir, deshacerse de él?"

"No lo matara," dijo Malik rápidamente. "Simplemente quería espantarlo."

¿Pero qué pasaría si Selbar atacaba a Gage? Uno de ellos moriría. "No debería haberlo hecho. ¿En qué dirección fue?"

Malik sacudió su cabeza. "No te lo diré. Gage no quiere ninguna interferencia en esto."

"No hará daño al lobo, Brynn," dijo Adwen. "Confía en él."

"¿Y debía confiar en Selbar también?" Brynn preguntó. Ella apartó a Malik y corrió hacia los arbustos al lado del asno, donde había vislumbrado a Gage la última vez. Las ramas azotaron sus brazos y cuerpo mientras apartaba la maleza. Habían pasado sólo unos momentos; no podía estar lejos.

Pero Selbar podía estar esperando-

¡Dolor!

Ella se tambaleó y habría caído cuando la agonía la abrumó. Abrió su boca en un grito silencioso.

¡Gage!

Selbar, no, no, no…

Dirección incorrecta. Iba en dirección incorrecta. El dolor estaba ahí. No, estaba por todas partes.

Sin luz. Oscuridad.

Tropezó… en algún sitio, siguiendo solo el instinto.

¡Dolor otra vez!

Se dobló el doble… su espalda.

No, la espalda de Gage… ¡El dolor de Gage!

Delante… Justo delante.

"Bien, que encantador. Has venido a mí. Temía tener que atraerte en mi red," Lord Richard dijo.

Gage yacía encogido a sus pies, una daga en su espalda.

No Selbar. Richard…

Gage herido, Gage muerto… La sangre fluyendo sobre las hojas.

Richard se estiró hacia abajo y sacó la daga del cuerpo de Gage.

La cegadora agonía la atravesó. Fue un momento antes de que ella pudiera oír lo que Richard decía.

"De verdad no esperaba eliminar al Normando tan fácilmente. Estaba tan absorbido en acechar algún juego suyo que no me oyó deslizarme detrás de él." Él se dobló y limpió la daga en la hierba. "Pero él era un fuerte bruto. Tuve que apuñalarle dos veces, y no creo que haya muerto aún."

No aún. Pero cerca, tan cerca.

"¿No quieres ayudarlo?" Richard preguntó suavemente. "Dudo que puedas curarle, pero podrías intentarlo." Él torció su dedo para hacerla señas para que se acercara. "Ven a curarle, Brynn."

Si se acercaba más, él la mataría. Si no se acercaba más, Gage seguramente moriría.

Malik. Malik seguramente la habría seguido. Si pudiera mantener a Richard a raya durante sólo un ratito…

Ella anduvo despacio hacia Gage. Estoy yendo. No mueras, por favor no mueras… "¿Nos siguió desde Selkirk?"

"Desde luego. Tomamos tierra de noche el mismo día que llegasteis."

Oh, Dios, estaba sangrando, la sangre goteando…

Malik, ¿dónde estás?

"No supe que estuvieras detrás de nosotros," Ella dijo de manera aburrida.

"Mantuve una buena distancia entre nosotros. Decidí rastrear mejor que seguiros. Un solo hombre no tenía ninguna posibilidad contra dos guerreros como Dumont y el sarraceno."

"¿No podías tener a tus vasallos contigo?

Él sacudió su cabeza. "Tenían miedo. Tontos. No podían ver que no tienen nada de futuro bajo William."

Gage apenas respiraba. ¿La daga había golpeado sus pulmones? "Coge el tesoro y déjanos solos. No lo queremos."

"Tú puedes no quererlo, pero apuesto a que el sarraceno piensa de manera diferente. Pienso que él se opondría enérgicamente a la perdida de tal premio." Él bajó la mirada hacia Gage. "Y valora al Normando. Cuando averigue que lo he matado, tendré que vigilar mi hombro por el resto de mi vida. No, mi plan es mejor. Esperar, liquidar uno por uno, y luego no tendré problemas."

"¿Qué te hace pensar que Malik no irá detrás de usted inmediatamente?"

"Si lo hace, entonces lo tendré a él." Él sonrió. "Ambos sabemos lo buen cazador que soy."

"¿Matarías a Adwen también?"

"Adwen no me tiene ningún amor estos días. No necesito testigos para dañarme a la vista de William y su corte cuando tome mi lugar entre ellos. Sí, ella tendría ir también." Un malhumorado ceño estropeó su hermosa cara. "Te mueves muy despacio. ¿Intentas engañarme?"

"¡No!"

"Pienso que si." Su mano se apretó sobre la empuñadura del cuchillo. "¿Debería apuñalar de nuevo al Normando?"

El pánico se elevó por ella. "¿Por qué? Dijo que había dado un golpe mortal."

"Pero él no está muerto aún. O quizás lo está. Ven y míralo."

Él se estaba poniendo impaciente. No podía esperar a Malik. Tendría que enfrentarse con él ella misma. "Estoy yendo."

"No lo bastante rápido." Él se inclinó sobre Gage, la daga levantada.

"¡Espera!" Corrió las últimas pocas yardas y cayó a sus rodillas al lado de Gage.

"Mejor." Richard se enderezó y bajó la mirada hacia ella. "Así es como siempre te he querido. Sobre tus rodillas delante de mí. Es una pena que no tenga tiempo para disfrutar de ello."

Cuando dejara caer el cuchillo, estaría sin equilibrio durante un instante. Su única posibilidad era estocar hacia arriba y golpearle en el estómago con su cabeza. Quizás si le quitaba el aliento ella tendría una posibilidad para agarrar la daga. Dulce María, una lucha llevaría tiempo, y Gage tenía tan poco tiempo. Le fulminó con la mirada. "¿Qué está esperando? ¡Hágalo!"

"Qué sacrificio. Desafortunadamente el Normando nunca sabrá la dedicaron que le profesas." Su empuñadura cambió sobre la daga mientras él se preparaba para el empuje.

Ella murmuró un rezo y se reforzó para saltar.

La daga se elevó. "Soy feliz de que me mires. Apuñalar al Normando en la espalda fue muy insatisfactorio. No era como si-"

¡Él gritó y cayó hacia adelante!

¿Malik?

Piel gris, ojos amarillos, dientes blancos, hundidos en la parte de atrás del cuello de Richard.

¡Selbar!

"¡Dios!" Richard estaba maldiciendo, el cuchillo en su mano cayó desordenadamente como si fuera en pos de un objetivo.

Pero Selbar estaba detrás de él, gruñendo, sacudiéndole por el cuello como si fuera un conejo.

Entonces el lobo lo liberó un momento y Richard lo derribó, afrontándolo, y repartieron golpes a diestro y siniestro con la daga.

Brynn actuó instintivamente, arremetió hacia adelante y desviando la lámina a un lado.

"¡Puta!" La mano de Richard repartió golpes a diestro y siniestro, tirándola a tierra.

Un gruñido, una rayo de color gris y blanco saltando sobre ella.

El grito de Richard se volvió un gorjeo cuando los dientes de Selbar rasgaron su garganta.

Brynn miró con horror enfermizo como el lobo lo derribaba a tierra.

Sangre. Agonía. Muerte. Casi antes de que hubiera comenzado. Selbar retrocedió lejos del cuerpo de Richard y luego se giró hacia ella.

Ojos salvajes, boca sangrienta, dientes desnudos.

Después se fue, cortando en el bosque.

Ella sacudió su cabeza confusamente. Todo había pasado tan rápido que era difícil de comprender.

Pero podía comprender el hecho de que Richard yacía muerto. ¿Había llegado demasiado tarde para Gage?

No, aún estaba vivo.

Avanzó lentamente los pocos pies que la separaban de Gage y le acunó en sus brazos. "Estoy aquí. Estoy aquí, Gage." Le meció hacia adelante y hacia atrás con agónica ternura, sus manos buscando las heridas sobre su espalda.

Dos, muy juntas. Muy profundas.

"No puede abandonarme. ¿Me oyes? Tienes que quedarte."