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"¡Lo harías!"

Tenía que escapar. Ella se giró y corrió el largo pasillo hacia la escalera.

"¡Adwen!"

Él la seguía, pasándola. Estaba de pie sobre la escalera superior, prohibiendo su camino.

"¡Sal de mi camino!"

"Nunca otra vez." Él bajó su mirada hacia sus ojos. "Escúchame. Atesoraría a tu niño por encima de todas las cosas, pero hay otros milagros en este mundo. Hay risa y pasión y envejecer juntos. Hay días tras días que vivir con una esposa que amas y te preocupará de mis necesidades como yo lo haré contigo. Hay muchos milagros y no seré engañado por ellos. Te casarás conmigo, Adwen."

"No."

"Sí."

"¿Y qué harás si te rechazo?" Ella dijo insolentemente.

Él inclinó su cabeza como si considerara el asunto. "¿Me tiraré escaleras abajo?"

Sus ojos se ensancharon cuando miró el suelo de piedra de más de treinta pies. "¿Qué?"

" Si me rechazas, mi vida habrá acabado. ¿Qué más me quedaría?"

"Bromeas."

"Tu pensaste que bromeaba al situarme sobre tu umbral en Selkirk."

Y sobre la cicatriz de su cara con la ramita ardiendo. "No lo harías," ella susurró.

"¿Me desafías?"

"No." Los lágrimas de repente caían otra vez. "No, loco. Me casaré contigo." Ella voló a sus brazos y lo sostuvo con toda su fuerza. "Pero no debes arrepentirte. Prométeme que no lo lamentarás más tarde."

"Desde luego que no lo lamentaré." Él la sostuvo con cariñosa ternura mientras susurraba, "Tienes mi promesa, Adwen. Ninguna excusa y cada milagro imaginable."

"Posible, " ella enmendó.

Él sonrió. "Aún no conoces a tu marido."

Epílogo

6 de Mayo de 1068

Gwynthal

"NO SÉ donde poner la mesa de reunión," dijo Brynn con un ceño. "Después de que traigamos la cama, allí no habrá espacio para ella."

"Tírala en el establo," Gage dijo. "Es solamente un montón de basura rota."

"Hevald no piensa así." Brynn le miró con el ceño fruncido. "Y yo tampoco. No seas irrespetuoso."

Él se dobló burlonamente. "Mis disculpas y a ti y Hevald."

"Te perdonaré cuando encuentres un lugar para la mesa."

Él suspiró. "¿Qué tal el dormitorio bajo el pasillo? Si eso no es demasiado distante para tu Hevald."

"Adivino que tendrá que serlo."

"Sabes que esto es absurdo, desde luego," Gage dijo. "Hay mucho dormitorios en este castillo. ¿Por qué tener el niño en esta cámara?"

"Porque es adecuado." Ella se dio la vuelta hacia los dos soldados que esperan pacientemente en la puerta. "Tomad aquellos pedazos para el dormitorio bajo el pasillo." Ella les miró quitar la mesa y luego estuvo de pie delante del tapiz de Hevald. "Y porque quiero tener a tu hijo aquí en esta habitación."

"Puede ser una hija." Él se movió a través de la habitación para estar de pie detrás de ella. Deslizó sus brazos alrededor de ella, sus manos con cuidado acariciaban su abultado vientre. "No lo sabremos durante otros dos meses."

"Será un hijo. Lo siento." Ella le sonrió sobre su hombro. "¿Pero te decepcionarían si fuera una niña?"

Él rió en silencio. "Una pregunta peligrosa y sería un idiota al contestar."

"¿Lo serías?"

"Yo la amaría como hago con su madre."

"Dídelo."

Él fingió pensar. "No si me dejas enseñarte destreza con la espada y tiro con arco y-"

"¡No lo haré!"

"Temo que será necesario," él bromeó. "Un hombre necesita a un aliado fuerte a su lado cuando entra en batalla."

La risa de Brynn se descoloró. "¿Tendrás que entrar en batalla? ¿William va a intentar quitar Redfem a Malik y Adwen?"

"Siempre hay esa posibilidad. No estaba complacido cuando di Redfern a Malik. La idea de un sarraceno propietario de un rico chollo no era nada popular entre sus barones."

"No tiene utilidad para ti que tuvieras Gwynthal y Bellerieve. William te lo dio y era tuyo para hacer lo que desearas."

"Mientras lo mantenía mío."

"Adwen era la esposa del sajón que sostuvo el título con ello. Seguramente esto significa algo."

"Nada." Él frunció el ceño. "Me sentiría mejor si Malik y Adwen volvieran de Oriente y tomaran posesión. La presencia de LeFont allí es una fuerza disuasoria formidable, pero el asunto tiene que asentarse. Una vez que la confrontación termine, no tendremos más problemas."

"Él dice que los médicos Orientales saben muchas cosas que nosotros no conocemos," dijo Brynn. "Está buscando un milagro para Adwen."

"Rezaré a Dios para que lo encuentre."

"Pienso que lo hará. La felicidad en si misma es una medicina poderosa, y nunca he visto a Adwen tan feliz." Casi tan feliz como ella era, Brynn pensó. No, nadie podría acercarse a aquel esplendor. "Después de que nuestro bebé nacaz, me gustaría ir con ellos. Quiero estar con Adwen cuando me necesite."

"Creo que comienza a gustarte moverte de un lado a otro."

"Es posible." Ella había encontrado la corte de William interesante, pero no sería capaz de aguantarlo durante largos períodos. Bellerieve, por otro lado, era casi tan hermosa como Gwynthal, aún tan empapada en la mundanería que ella constantemente estaba desafiada a usar su regalo. "Mientras pueda volver a Gwynthal."

"¿Nosotros no estamos aquí?" Sus labios acariciaron su oído. "Mantengo) mi promesa, Brynn."

"Sí, lo haces." Ella alzó la vista hacia el tapiz. ¿Hevald se reía de ella? Era probablemente un truco de la luz o la imaginación; el mundo entero parecía sonreír estos días. "He pensado. Pienso que deberíamos llamar a nuestro hijo como él."

"Si es un niño."

"Te dije que lo será, Confía en mí. ¿Sería bueno que le diéramos su nombre?"

"¿Hevald? Si te gusta."

"No, no Hevald. Es un nombre demasiado pesado e importante. Realmente nunca me ha gustado. Pensaba que le llamaríamos Arthur."

"Pero pensaba que querías llamarlo Hevald."

"Era conocido como Arthur cuando era un guerrero. Te dije que, él y sus guerreros se deshicieron de toda parafernalia de su antigua vida cuando vinieron aquí."

"¿Incluidos sus nombres?"

Ella cabeceó. "Debía ser una vida nueva."

Él frunció el ceño pensativamente. "Creo que me he oído hablar de ese Arthur."

"Desde luego que lo has hecho. Te dije que era enormemente conocido."

"Pero Gran Bretaña no es el mundo entero. ¿El antepasado suyo, su consejero principal, Bentar? ¿Él también cambió su nombre?"

Ella lo miró con sorpresa. "Sí, desde luego. Era muy leal. Hizo lo que Hevald deseaba."

"¿Y cuál era su nombre antes de venir a Gwynthal?"

Ella se inclinó contra él, mirando distraídamente hacia arriba al tapiz de aquellos días pasados y sintió la conmoción de la nueva vida entro de ella. "Bueno, su nombre era Merlin."

Iris Johansen

***