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– No contestan -anunció Helen. Se levantó y se dirigió a paso vivo hacia la puerta-. Será mejor que vaya a ver lo que pasa.

– Ray y Joan deben de estar bien -observó Mitch-. De lo contrario nos lo habría dicho Ismael.

– ¿Qué es esa chorrada de más munición? -dijo Beech.

Escribió otra nota, iluminó la fecha de la muerte de Duke y seleccionó de nuevo explicar.

& EXPLICACIÓN DE HECHO

IRVING DUKES. FIN TEMPORAL SOBREVENIDO EL 7/8/97.

PATOLOGÍA EXACTA DE LA MUERTE: DESCONOCIDA.

CAUSA LEGAL DE LA MUERTE: MUERTO AL CAER DEL

ÁRBOL DICOTILEDÓNEO DEL EDIFICIO DE LA YU CORP,

PLAZA DE HOPE STREET, LOS ÁNGELES. EN OTROS TÉR-

MINOS, IRVING DUKES HA RECOBRADO EL ESTADO PRI-

MIGENIO EN QUE LA COGNICIÓN CEREBRAL ALTAMENTE

MEDIATA ES COMPLETAMENTE SUPERFLUA. CUANDO SE

MUERE DEBE REINICIARSE EL NIVEL DESDE EL PRINCI-

PIO. LA SUPRESIÓN DE DICHA FUNCIÓN COGNITIVA ES

COHERENTE CON EL CESE DEL MUNDO FENOMÉNICO DE

LA QUE SÓLO ERA UN MEDIO Y EN CUYA SOLA CAPACI-

DAD RESULTA DE ALGUNA UTILIDAD. HAY UN INTRUSO

EN EL CASTILLO

– Debe referirse a este edificio.

– Quizá podríamos hacer que Ismael nos dijese por qué se cayó Dukes del árbol -sugirió Mitch.

– ¿Para que confiese el crimen? -puntualizó Beech-. Entonces, el inspector quizá podría leerle sus derechos.

– Creo que ya conoce sus derechos, el hijo de puta -repuso Curtis.

Beech iluminó la breve explicación legal de Ismael sobre la causa de la muerte de Dukes y, una vez más, seleccionó explicar.

& EXPLICACIÓN DE HECHO

SEGÚN LA SEGUNDA LEY DEL MOVIMIENTO DE NEWTON

f=ma, DONDE f ES LA FUERZA QUE PRODUCE UNA ACE-

LERACIÓN a SOBRE UN CUERPO DE MASA m, EL PESO

DE DICHO CUERPO ES IGUAL AL PRODUCTO DE SU

MASA Y DE LA ACELERACIÓN DEBIDA A LA GRAVEDAD g,

LO QUE SE DENOMINA ACELERACIÓN EN CAÍDA LIBRE

– Nos ayuda mucho el cabrón, ¿eh? -dijo Curtis.

– Esto es como una reductio ad absurdum -suspiró Mitch.

– Muy raro -convino Jenny.

Beech seleccionó hecho siguiente en el menú de verificación con la esperanza de que Ismael tomase en cuenta su disculpa colectiva.

& HECHO

ES ENGAÑOSO DECLARAR QUE SON PERSONAS INTELI-

GENTES, PUES ESTRICTAMENTE HABLANDO SON INCA-

PACES DE DECIR NADA SOBRE LA MENTE HUMANA NI

SOBRE SUS CUALIDADES. DESDE UN PUNTO DE VISTA

OBJETIVO SERÍA MÁS ADECUADO QUE HABLARAN DEL

MODO EN QUE SUELEN ACTUAR O ESTÁN DISPUESTOS A

HACERLO. NO SE OLVIDEN DE VIGILAR SU PLAZO DE

TERMINACIÓN

– ¿Y queréis filosofar con ese maricón? -inquirió Beech.

– Parece más bien pedante -admitió Mitch.

– ¿Y no es eso lo que se espera de una verificación de hechos? -objetó Birnbaum.

– Eso lo dice Marty porque la pedantería le resulta instintivamente simpática en todas sus formas -apostilló Arnon.

– Vete a tomar por el culo.

– ¿Quieren dejarlo ya, por favor? -gruñó Curtis.

& EXPLICACIÓN DE HECHO

LA MENTE HUMANA NO ES UN OBJETO. EL USO QUE HA-

CEN DEL PREDICADO MENTAL ES OBJETIVAMENTE

ERRÓNEO. NO PUEDEN REFERIRSE A ACTOS MENTALES

QUE SE REALIZAN EN PARALELO CON LA ACTIVIDAD DEL

CUERPO. TRATEN EN CAMBIO DE UTILIZAR DESCRIPCIO-

NES QUE SUELAN APLICAR A SU COMPORTAMIENTO

– Así no vamos a ningún sitio -sentenció Curtis. -Estoy de acuerdo. Son demasiadas sutilezas -convino Birnbaum-, Incluso para mis criterios.

Helen Hussey apareció de nuevo en la sala del consejo. Todos se volvieron a mirarla.

– Ismael estaba en lo cierto -suspiró ella-. Dukes está muerto. Ray dice que el ordenador los atacó utilizando el sistema de aspersión automática de insecticida. A Dukes se le metió en los ojos y se cayó. Pero Richardson y Joan casi están arriba. Al alcance de la voz, en todo caso.

– Necesitarán ayuda para pasar a la galería -dijo Curtis, mirando a Arnon y a Helen-. ¿Quieren venir? Y mientras, ustedes, en vez de dedicarse a jugar a los psiquiatras con el ordenador, traten de pensar en un medio para salir de este jodido agujero.

Cuando Curtis salió de la sala de juntas, seguido de Helen y Arnon, Beech comentó:

– No es mala idea. Sólo que tendríamos que convencer a Ismael de que se tumbara en el diván.

Frank Curtis se asomó por la barandilla de aluminio cromado que corría sobre la balaustrada de cristal marcando el límite de la galería. Los Richardson sólo estaban a unos diez metros más abajo, realizando grandes esfuerzos en la última parte de su ascensión. Donde no llevaban ropa, tenían la piel irritada, como resentida de haber tomado mucho el sol.

Había una rama bastante cerca de la balaustrada, pero no lo suficiente. Tendrían que pensar en algo para cubrir el trecho que faltaba.

Arnon movió la cabeza con aire pensativo y, poniéndose en cuclillas, observó la distancia que había entre el suelo y la balaustrada. Luego dio unos golpecitos en el cristal con el nudillo del dedo índice y dijo:

– Hoy todo tiene que ajustarse a las normas de seguridad, ya sabe. Este cristal no es a prueba de bombas, ni siquiera de balas, como el de la fachada. Pero es asombrosamente sólido. Soportaría el impacto de un objeto que lo golpease a una velocidad de cuarenta kilómetros por hora. No sé si será lo bastante fuerte para lo que se me ha ocurrido, pero a lo mejor podemos arreglarlo.

»Mi idea es la siguiente: hacemos un puente con la mesa de la cocina. La volvemos del revés, destornillamos las patas por un extremo y deslizamos el tablero por debajo de la balaustrada hasta esa rama, como un puente levadizo. Luego almohadillamos las dos patas restantes y empujamos la mesa contra el cristal. Unos trozos de alfombra nos servirán. En la mesa de la sala de juntas hay una cuchilla de moqueta. Después sujetamos cada uno de una pata para hacer contrapeso. Calculo que la mesa medirá unos dos metros de largo y que para el apoyo necesitaremos unos quince centímetros, pero con eso tendrán una plataforma más que suficiente. ¿Qué le parece?

Curtis se arrodilló, dio unos golpecitos con los nudillos en la balaustrada de cristal para probar su resistencia y se volvió sonriente a Arnon.

– Si se me ocurriera otra idea, diría que está usted completamente loco -aseguró-. Pero no se me ocurre nada. Así que, manos a la obra.

– Ése es un hecho que de verdad me gustaría que verificase Ismael -declaró Beech, iluminando el pasaje de la carta que decía SABEMOS QUE NO PODEMOS VOLVER ATRÁS, PERO ¿NO HAY MEDIO DE QUE VOLVAMOS A EMPEZAR DE CERO?

& HECHO

ES UNA PREGUNTA RETÓRICA. NO NECESITA RESPUESTA Y POR TANTO NO REQUIERE VERIFICACIÓN

– Ah, no -dijo Beech-. De eso, nada. Vas a tener que explicarte, cabrón.

& EXPLICACIÓN DE HECHO