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La unidad pareció vacilar.

¿Me permite que empiece explicándole lo que hemos descubierto?

Adelante.

Me temo que todo esto debe quedar entre nosotros. Estrictamente confidencial, ¿comprende? dijo la unidad en tono de disculpa. El acceso a la información que he venido a revelarle deberá seguir estando restringido durante un tiempo. En cuanto se lo haya explicado comprenderá el porqué. ¿Puede darme su palabra de que no hablará de esto con nadie?

¿Qué ocurriría si le respondiera con un no?

Me marcharía y ahí habría acabado todo.

Gurgeh se encogió de hombros y quitó un trocito de corteza del dobladillo de la túnica que llevaba puesta.

De acuerdo. Será un secreto.

Worthil ascendió unos centímetros y volvió su parte delantera hacia Ikroh durante unos momentos.

Tardaré un poco en explicárselo. ¿Me permite sugerirle que vayamos a su casa?

Naturalmente.

Gurgeh se puso en pie.

* * *

Gurgeh tomó asiento en un sofá de la habitación principal de Ikroh. Las ventanas estaban opacadas y la holopantalla mural activada. La unidad de Contacto había tomado el control de los sistemas de la habitación. Worthil apagó las luces. La pantalla permaneció sin imagen durante unos momentos, pero no tardó en activarse y mostró la galaxia principal en dos dimensiones vista desde una distancia considerable. La posición de Gurgeh hacía que las dos Nubes quedaran en primer plano y la de mayor tamaño era una media espiral con una cola muy larga que se alejaba de la galaxia. La forma de la Nube más pequeña recordaba vagamente a la de una Y.

La Nube Mayor y la Nube Menor dijo la unidad llamada Worthil. Cada Nube se encuentra a unos cien mil años luz de distancia del lugar donde estamos ahora. Estoy seguro de que las ha admirado en muchas ocasiones desde Ikroh en el pasado. Son fáciles de ver, aunque usted se encuentra en el borde inferior de la parte principal de la galaxia con relación a ellas, y eso le obliga a contemplarlas a través de la masa galáctica. Hemos descubierto lo que creo puede parecerle un juego particularmente interesante…, aquí.

Un puntito verde apareció cerca del centro de la más pequeña de las dos Nubes.

Gurgeh se volvió hacia la unidad.

Eso queda bastante lejos, ¿no? preguntó. Supongo que va a sugerirme que vaya allí.

Está muy lejos y eso es precisamente lo que queremos sugerirle. El viaje exige casi dos años en las naves más rápidas. Es algo relacionado con la naturaleza de la rejilla, que se vuelve mucho más tenue entre los macizos estelares. En el interior de la galaxia un viaje semejante podría hacerse en menos de un año.

Pero eso significa que estaría cuatro años fuera… dijo Gurgeh sin apartar los ojos de la pantalla.

Tenía la boca seca.

Más probablemente cinco dijo la unidad como sin darle importancia.

Eso es… Es mucho tiempo.

Desde luego, y puede estar seguro de que si rechaza nuestra invitación lo comprenderemos perfectamente… aunque creemos que el juego le parecerá muy interesante. Pero antes debo explicarle algunas cosas sobre el entorno, ya que es precisamente eso lo que hace único al juego.

El puntito verde se expandió hasta convertirse en un círculo. La pantalla pasó a la máxima capacidad holográfica y la habitación quedó inundada de estrellas. El tosco círculo verde de soles se convirtió en una esfera aún más tosca. Gurceh experimentó la fugaz sensación de estar nadando que sentía en algunas ocasiones cuando se encontraba rodeado por la inmensidad del espacio o por alguna imitación holográfica de éste.

Estas estrellas dijo Worthil, y las estrellas de color verde (un mínimo de dos mil soles) parpadearon durante una fracción de segundo se hallan bajo el control de lo que sólo podemos describir mediante la palabra imperio. Bien… La unidad se volvió hacia Gurgeh. Worthil flotaba en el espacio como si fuese una nave de dimensiones imposibles, con estrellas delante y detrás de él. El descubrimiento de un sistema de poder espacial tipo imperio es algo bastante raro. Esas formas de autoridad tan arcaicas suelen desvanecerse mucho antes de que las especies relevantes logren salir de su planeta natal y muchísimo antes de que consigan resolver el problema de la hipervelocidad que, naturalmente, es el requisito imprescindible para que un gobierno pueda controlar de forma efectiva cualquier volumen espacial digno de ser tomado en consideración.

»Pero de vez en cuando Contacto levanta un guijarro y encuentra algo especialmente desagradable debajo. Siempre hay una razón, claro está… alguna circunstancia especial gracias a la que esa regla general no ha conseguido imponerse. En el caso del conglomerado que está viendo aparte de los factores obvios, como el hecho de que llevamos poco tiempo moviéndonos por esas coordenadas y la falta de cualquier otra influencia medianamente poderosa en la Nube Menor, la circunstancia especial es un juego.

Gurgeh necesitó algún tiempo para comprender todas las implicaciones de lo que acababa de oír.

¿Un juego? preguntó mirando fijamente a la unidad.

Los nativos lo llaman «Azad», y el juego es muy importante…, lo bastante como para que el imperio haya tomado su nombre de él. Está contemplando el imperio de Azad.

Gurgeh volvió a clavar los ojos en la pantalla y la unidad siguió hablando.

La especie dominante es humanoide pero tiene tres sexos, lo cual no es nada corriente, y ciertos análisis afirman que ése ha sido otro factor que ha contribuido a la supervivencia del imperio como sistema social.

Gurgeh vio aparecer tres siluetas en el centro de su campo visual. Si la escala era correcta su estatura era bastante inferior a la de Gurgeh y los pies de cada una parecían apoyarse sobre la superficie del esferoide compuesto de estrellas. Cada silueta parecía tener alguna peculiaridad que la hacía extrañamente distinta, pero había un par de rasgos comunes presentes en todas: Gurgeh tuvo la impresión de que sus piernas eran muy cortas y sus rostros de nariz achatada y piel muy pálida tenían los rasgos bastante acusados.

La de la izquierda es un macho dijo Worthil, y posee testículos y pene. La del centro está equipada con ovarios y una especie de vagina reversible. La vagina puede volverse del revés para implantar el huevo fertilizado en el tercer sexo… La silueta de la derecha, que posee un útero. La silueta del centro es el sexo dominante.

Gurgeh puso cara de perplejidad.

¿El qué? preguntó.

El sexo dominante repitió Worthil. Los imperios son sinónimos de estructuras jerárquicas de poder centralizado aunque susceptible de sufrir escisiones, donde la influencia queda restringida a una clase con privilegios económicos que conserva sus ventajas mediante un uso moderado de la opresión y la hábil manipulación de los sistemas que diseminan la información dentro de la sociedad y de los sistemas secundarios de poder, que suelen ser nominalmente independientes. En resumen, todo gira alrededor de la dominación… El sexo intermedio o ápice que ocupa la posición central controla la sociedad y el imperio. Los machos suelen ser usados como soldados y las hembras como posesiones. Naturalmente el funcionamiento real del imperio es bastante más complicado, pero supongo que habrá captado la idea general.