A través de las historias que compartimos de nuestro pasado, no morimos.
Alice no cree que pueda expresarlo con palabras. A diferencia de Sajhë, no es una tejedora de historias, una escritora. Se pregunta si no estará tal vez más allá de las palabras. Llámese Dios, llámese fe. Quizá el Grial sea una verdad demasiado grande para ser expresada o amarrada al tiempo, el espacio y el contexto por un instrumento tan resbaladizo como el lenguaje.
Alice apoya las manos en el alféizar y aspira los sutiles perfumes de la tarde. Tomillo silvestre, retama, el recuerdo vibrante del calor en la piedra y el aroma del perejil, la salvia y la hierbabuena en su jardín.
Su fama va en aumento. Lo que comenzó como una sucesión de favores personales, abasteciendo de hierbas a los restaurantes y vecinos de los pueblos cercanos, se ha convertido en negocio rentable. Ahora, muchos hoteles y comercios de la zona, e incluso algunos de Foix y Mirepoix, ofrecen un selección de sus productos, con la distintiva etiqueta Épices Pelletier et Fille. El nombre de sus antepasados, recuperado como propio.
El caserío de Los Seres aún no está en el mapa. Es demasiado pequeño. Pero pronto lo estará. Quizá.
En el estudio de la planta baja, el teclado ha enmudecido. Alice oye a Will moviéndose por la cocina, sacando platos de la alacena y pan de la despensa. Pronto, ella bajará. Él abrirá una botella de vino y beberán mientras él cocina.
Mañana los visitará Jeanne Giraud, una mujer admirable y encantadora que se ha convertido en parte de su vida. Por la tarde, irán al pueblo cercano a poner flores en un monumento que hay en la plaza, erigido en memoria del respetado Audric S. Baillard, historiador de los cátaros y combatiente de la Resistencia. En la placa, hay un proverbio occitano escogido por Alice.
Pas a pas se va luènh.
Después, Alice saldrá a caminar sola por las montañas, hasta el sitio donde otra placa marca el lugar donde él reposa a la sombra de los montes, como siempre deseó. La lápida dice simplemente sajhë.
Es suficiente para que sea recordado.
El árbol genealógico, el primer regalo que Sajhë le hizo a Alice, cuelga de la pared del estudio. Alice ha hecho tres cambios. Ha añadido las fechas de muerte de Alaïs y de Sajhë, separadas por ochocientos años.
Ha escrito el nombre de Will junto al suyo y la fecha de su boda.
Y al final, donde la historia aún sigue abierta, ha añadido una línea: sajhësse grace farmer pelletier, 28 de febrero de 2007.
Alice sonríe al acercarse a la cuna donde su hija se está moviendo. Los dedos de sus pálidos piececitos empiezan a agitarse, mientras se despierta. Cuando su hija abre los ojos, Alice contiene el aliento.
Le planta un sonoro beso en la frente y empieza a entonar una cancioncilla en la antigua lengua, transmitida de generación en generación.
Bona nuèit, bona nuèit…
Braves amics, pica mièja-nuèit
Cal finir velhada
E jos la falsada
Algún día, piensa, Sajhësse se la cantará tal vez a su hija.
Con la pequeña en brazos, Alice vuelve a la ventana, pensando en todo lo que va a enseñarle, en las historias que le contará del pasado y de cómo sucedieron las cosas
Alaïs ya no viene a ella en sueños. Pero cuando Alice contempla a la tenue luz del crepúsculo las antiguas cumbres y las crestas de valles y montañas que se extienden hasta más allá de donde alcanza la vista, siente la presencia del pasado a su alrededor, abrazándola. Espíritus amigos, fantasmas que le tienden las manos y le hablan susurrando de sus vidas, compartiendo con ella sus secretos. Ellos la conectan con todos los que han vivido allí antes que ella (y con todos los que vivían), soñando con lo que puede ofrecer la vida.
A lo lejos, una luna blanca asciende por el cielo moteado de nubes, con la promesa de otro hermoso día para mañana.
BREVE GLOSARIO DE PALABRAS OCCITANAS
agost -agosto.
ambans -galerías de madera construidas alrededor de las almenas como defensa.
ben -bueno, bien
benvenguda -bienvenido (a)
bonjorn -buenos días
cadefalcs -parapetos, antepecho
calèche -un carruaje abierto
calèlh -lamparilla de aceite
coratge -coraje, valor
défora -afuera, fuera
deman -mañana
dintrar -entrar
doçament -suavemente
faitilhièr -bruja
faratjals -pastos
filha -hija
gata -una gata (tipo de máquina de asedio)
graal -grial
janvièr -enero
julhet -julio
libres -libros
Lo Ciutat- la Ciudad
Lo Miègjorn -el Mediodía
març -marzo
menina -abuela
meravelhós -milagroso
mercé -gracias
molin blatier -un molino de trigo
montanhas -montañas
na -señora/sra.
nenon -bebé
noblessa -nobleza
òc -sí
oustâou -casa
paire -padre
pan de blat -pan de trigo
panièr -cesta, canasta
Payre Sant -Padre Santo
payrola -perol, caldero
pèc -idiota
perfin -por fin, al fin, finalmente
perilhòs -peligro
res -nada
sénher -señor/sr.
sirjan d'arms -soldado raso
sòrre -hermana
trouvère -trovador
vuèg -vacío
OTROS TERMINOS
guignolet -aperitivo alcohólico de fabricación casera típico del Languedoc.
manganela, gata, trabuco, catapulta -variaciones de máquinas medievales de asedio.
prima -primera de las horas canónicas diurnas (más o menos al amanecer, alrededor de las cinco de la mañana)
rocade -la autopista que corre alrededor de la ciudad de Toulouse.
terça -a mitad de la tarde.
vésperas -último oficio religioso del día (alrededor de las siete de la noche)
AGRADECIMIENTOS
Muchos amigos y colegas me han ayudado y me han brindado su apoyo y sus consejos durante el proceso de redacción de El laberinto. No hace falta decir que cualquier error, tanto en lo tocante a los hechos como a su interpretación, es de mi exclusiva responsabilidad.
Mi agente, Mark Lucas, ha sido maravilloso de principio a fin, y no sólo me ha ayudado con sus fantásticos comentarios, sino con la infinidad de notitas amarillas intercaladas en el manuscrito. Gracias, también, a toda la gente de LAW por su denodada labor y a todos los de ILA, en particular Nicki Kennedy, que ha sido la paciencia personificada y me ha ayudado a que todo resultara inmensamente divertido.
En Orion, he tenido la suerte de contar con la colaboración de Kate Mills, que con su tacto, eficacia y sensatez ha hecho muy agradable todo el proceso de edición, y de Genevieve Pegg. También quiero dar las gracias a Malcolm Edwards y a Susan Lamb, que dieron el impulso inicial, por no mencionar la perseverancia, el entusiasmo y la energía de los equipos de marketing, publicidad y ventas, en particular de Victoria Singer, Emma Noble y Jo Carpenter.