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Si usted desea bajar de peso, el primer paso consiste en analizar el problema en el nivel externo.

¿Su problema radica en comer demasiado, en no hacer el ejercicio suficiente, o en ambas cosas?

Muy bien puede suceder que no sea el comer en exceso, sino el comer los alimentos equivocados. Una dieta de alimentos más adecuados a sus necesidades particulares puede ser la respuesta. Su médico puede aconsejarle.

¿Por qué desea bajar de peso? ¿Está tan gordo que su salud se ve afectada, o sencillamente siente que si estuviera más delgado sería más atractivo? Cualquiera de las dos cosas proporciona una buena razón para bajar de peso, pero es preciso que usted sepa de antemano cuál es el beneficio que espera obtener de la reducción de peso.

Si usted ya come los alimentos adecuados en cantidades moderadas, si hace tanto ejercicio como le es posible dentro de un límite razonable, y solamente está un poco excedido de peso, mi consejo sería (a menos que su médico diga lo contrario) que se conforme con su estado. La alternativa constituye un trastorno innecesario para usted. Además probablemente haya problemas mayores y oportunidades más importantes en su vida para que ponga en práctica su Control Mental.

Si está seguro de que en realidad desea bajar de peso y saberla razón, su siguiente paso consiste en analizar todos los beneficios que derivará, no los beneficios generales como "luciré mejor" sino los concretos que impliquen, si fuera posible, la participación de sus cinco sentidos. Ejemplo:

Vista: Encuentre una fotografía suya de cuando estaba tan delgado como le gustaría estar ahora.

Tacto: Imagine cuan tersos se sentirán al tacto sus brazos, sus muslos y su vientre cuando vuelva a estar delgado.

Gusto: Imagine los sabores de los alimentos a los que dará mayor importancia en su nueva dieta.

Olfato: Imagine el olor de los alimentos que comerá.

Oído: Imagine lo que dirán aquellas personas que son importantes para usted acerca de su éxito al bajar de peso!

Ni siquiera los cinco sentidos bastan para lograr una visualización a conciencia. Las emociones también son importantes.

Imagine cuan alborozado y confiado se sentirá cuando esté tan delgado como desea estarlo.

Una vez que todo esté arraigado con firmeza en la mente, póngase a nivel. Dé origen a su pantalla mental y proyecte en ella una visualización del aspecto que tiene actualmente. Ahora deje que desaparezca y desde la izquierda (el futuro) deslice una imagen (acaso sea la vieja fotografía) de sí mismo con el aspecto que desea tener y que tendrá cuando la dieta tenga éxito?

Mientras contempla mentalmente su nueva figura, imagine con todos los detalles que le sea posible, lo que sentirá cuando esté así de delgado. ¿Qué sentirá cuando se incline para atarse las agujetas de los zapatos? ¿Cuando suba las escaleras? ¿Cuando pueda usar su ropa que ahora le queda demasiado ajustada? ¿Cómo se verá en traje de baño? Tómese su tiempo y sienta todo esto. Recorra con los cinco sentidos, uno por uno, cómo se describió arriba. ¿Qué efecto le producirá a sí mismo el haber realizado este objetivo?

Ahora repase mentalmente su nueva dieta, no solamente lo que va a comer, sino la cantidad, y elija algunos bocadillos, ya sean zanahorias crudas o cualquier otra cosa. Dígase a sí mismo que estos son los únicos alimentos que su cuerpo necesitará y que no enviará punzadas de hambre como un medio para pedir más. Aquí llega a su fin su sesión de meditación. Repítala dos veces al día.

Observe que a lo largo de su sesión de meditación no hubo una sola imagen o pensamiento sobre los alimentos que no debe comer. Los come en exceso porque le gustan; el solo hecho de pensar en ellos hará que su imaginación se tambalee en direcciones indeseables.

En el diario Mercury News (13 de octubre de 1974), de San José, Cal., se citaron las siguientes palabras de Alexis Smith, actriz de Hollywood: “Los pensamientos positivos funcionan de maravilla en una dieta para bajar de peso. No piense una sola vez en lo que está rechazando, concéntrese en lo que está obteniendo”. Con frecuencia le dicen que luce más atractiva ahora que cuando filmó algunas de las películas de la Warner Brothers que se exhiben hoy día por televisión. Ella atribuye gran parte de esto a Control Mental. "La gran diferencia", dice ella, según la cita del diario: "es que ahora estoy más equilibrada y tengo un mayor control sobre mí misma".

En su programa para reducir de peso, asegúrese de elegir una meta razonable para la reducción de peso; de lo contrario destruirá la credibilidad de su proyecto. Si tiene 25 kilos de exceso, no puede esperar razonablemente que lucirá como Audrey Hepburn o Mark Spitz la semana entrante. Pocos serán los beneficios que obtenga si se visualiza así.

Es posible que reciba viejos mensajes corporales durante los primeros días, mismos que le recordarán las delicias de los bombones. A lo largo de sus actividades diarias, cuando posiblemente no cuente con tiempo para meditar, respire profundamente, una sus tres dedos, y recuérdese a sí mismo, con las mismas palabras que usó durante la sesión de meditación, que su dieta es lo único que su cuerpo necesita y que no sentirá punzadas de hambre. Un vistazo rápido a una vieja fotografía suya con el aspecto que le gustaría tener, le dará apoyo.

Conforme progrese con su Control Mental en esta y otras áreas, su estado mental en general mejorará y esto a su vez contribuirá en forma más importante al funcionamiento apropiado de su cuerpo y con una pequeña ayuda mental, su cuerpo buscará con más gusto su peso adecuado.

Existen múltiples variaciones de esta técnica, que usted puede emplear y se le pueden ocurrir en el transcurso de una sesión de meditación. Un obrero de una fábrica de Omaha, se dijo a sí mismo durante sus meditaciones:

– Apeteceré y comeré tan solo aquellos alimentos buenos para mi cuerpo.

De pronto descubrió que tenía un nuevo interés en las ensaladas y los jugos de verduras, y que su interés en los alimentos ricos en calorías iba disminuyendo. Resultado: perdió 20 kilos en cuatro meses.

Una mujer de Ames, lowa, utilizó la misma técnica. Unos cuantos días más tarde compró unas donas: tres para sus hijos y tres para los amigos de ellos.

– Me olvidé por completo de comprar una para mí. Casi lloré. ¡Control Mental estaba dando resultado!

Un granjero de Masón City, lowa, compró un traje de 150 dólares que, por no ser de su talla, le quedaba muy mal. No podía cerrarse el pantalón ni abotonarse el saco.

– El dependiente pensó que yo estaba loco -dijo-. Pero con la técnica de la pantalla mental perdió casi veintitrés kilos en cuatro meses.

– Y ahora el traje parece hecho a mi medida.

No todos los resultados son tan espectaculares. De hecho, no es preciso que todos lo sean. Sin embargo, Caroline de Sandre, de la ciudad de Denver y Jim Williams, quien está a cargo de las actividades de Control Mental en el área de Colorado, emprendieron un programa experimental que demuestra la efectividad de las técnicas de Control Mental para aquellas personas que genuinamente quieren bajar de peso.

Ella organizó un grupo experimental de 25 graduados de Control Mental, quienes se reunirían una vez a la semana a lo largo de un mes. Entre las 15 personas que asistieron a todas las reuniones, la pérdida promedio de peso fue de un poco más de dos kilos y medio. ¡Todos bajaron de peso!

Un mes más tarde, ella se entrevistó con estas 15 personas y se enteró de que 7 habían seguido bajando de peso, y 8 se habían mantenido en su peso. ¡Ninguno había subido de peso!

Caroline reporta que esta no solamente fue una experiencia exenta de sacrificio para estos graduados, sino que resultó agradable, pues no solo bajaron de peso sin punzadas de hambre o ningún otro malestar, sino que reforzaron diversas habilidades adquiridas por medio de Control Mental.