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Un miembro de cada pareja recibe el nombre de "psicorientólogo", y el otro el de "operador psíquico". ("Psicorientólogo" se deriva de "psicorientología", palabra que yo acuñé para describir todo lo que hacemos en Control Mental; sencillamente significa orientar a la mente).

El psicorientólogo escribe en una tarjeta el nombre de una persona que conoce, su edad, su ubicación y una descripción de algún padecimiento físico importante que le aqueje. El operador psíquico, en ocasiones con la ayuda de su psicorientólogo, entra a nivel, probablemente por primera y última vez, con una confianza incierta en lo que está a punto de llevar al cabo.

Cuando da la señal de que está preparado (a nivel, en su laboratorio y en presencia de sus consejeros) el psicorientólogo le dice el nombre, la edad, el sexo y la ubicación de la persona cuyo nombre está escrito en la tarjeta. La labor del operador psíquico consiste en descubrir qué es lo que aqueja a esta persona a la que jamás ha conocido y de quien había oído hablar hasta este momento. Examina el cuerpo de esta persona, por dentro y por fuera, en la forma ordenada en la que ha sido entrenada su imaginación, consultando con sus consejeros cuando le resulta necesario, y "hablando" quizá con la persona

El psicorientólogo insta al operador psíquico para que le informe de sus observaciones conforme avanza, y le dice: "siga hablando, incluso aunque crea que está adivinando Típicamente, quien escuchara una sesión como esta oiría esto (lo siguiente está basado en un caso real):

Psicorientólogo: “El nombre de la persona que tengo anotado aquí es John Summers. Tiene cuarenta y ocho años de edad y vive en Elkhart, Indiana. Una, dos, tres… John Summers, de Elkhart, Indiana, está ahora en su pantalla. Percíbalo, siéntalo, visualícelo, imagínelo, créalo, sabe que está allí, da por sentado que está allí. Revisa su cuerpo con tu inteligencia desde el punto en el que sabes que se encuentra su cabeza hasta el lugar en el que sabes que están sus pies, de arriba a abajo, de arriba a abajo, una vez por segundo.

"Mientras examinas su cuerpo de esta manera, deja que tu imaginación seleccione las tres áreas de mayor atracción. Mantén el ritmo de examen a una vez por segundo y menciona las áreas de atracción conforme estas vengan a tu mente. Tendrás la sensación de que lo estás inventando, pero de todos modos dime todo lo que venga a tu mente.

Operador psíquico: "Tiene el hombro derecho ligeramente caído un poco hacia adelante… Todo lo demás parece en orden excepto, quizá el tobillo izquierdo… Vamos a ver dentro del pecho… Todo está tibio… un poco más fresco hacia la derecha… más fresco y más oscuro… Le falta el pulmón derecho… Ahora vamos a ese tobillo… Parece que está bien, tan solo una pequeña línea blanca, quebrada… le duele cuando el clima está húmedo… se lo debe de haber roto en alguna ocasión… Creo que eso es todo… Espera, mi consejero femenino lo está volteando para que yo lo vea, y señala un punto detrás de sus orejas… sí, hay cicatrices terriblemente profundas allí… tuvo una operación de la región mastoidea, muy profunda… Bien, eso es todo".

Psicorientólogo: "Muy bien. Le falta el pulmón derecho y tiene una cicatriz profunda detrás de una oreja. No tengo ninguna información acerca del tobillo. Ahora repasa las sensaciones que tuviste cuando me hablabas acerca del pulmón derecho y la cicatriz detrás de la oreja. Repasa tus sensaciones y usa esto como punto de referencia la próxima vez que realices un caso de rehabilitación".

Después de un momento el psíquico regresa a Beta, sonriente, y dice:

– ¡Vaya! ¡Es fantástico!

Sí, es fantástico. Viola todo lo que hemos experimentado en este mundo sensato. Empero, se vuelve normal y común esta escena que acabo de describir. Algunos tienen unos cuantos errores en su primer caso, otros se equivocan por completo en el primero, el segundo o incluso el tercer caso; pero conforme el día va llegando a su fin, casi todos han acertado en el número suficiente de casos para saber que no se trata de una "simple coincidencia"… algo muy real está en juego aquí.

Con demasiada frecuencia pensamos que la imaginación es creadora irresponsable de tonterías. Con frecuencia lo es. Pero las obras de arte son los productos de imaginaciones entrenadas; los resultados psíquicos también son el producto de imaginaciones entrenadas de una manera muy especial! El estudiante de Control Mental, cuando funciona psíquicamente por primera vez, siente que "solamente está imaginando" lo que ve. Esta es la razón por la cual el psicorientólogo le dice que "siga hablando, incluso aunque sienta que tan solo lo está inventando". Si dejara de hablar su mente lógica podría tentarlo para que empezara a razonar las cosas, reprimiendo sus poderes psíquicos, exactamente como lo hace en la vida cotidiana.

Después de su primer acierto, el estudiante de Control Mental se convence de que no está "imaginando solamente". Está imaginando y aprendiendo a confiar en lo primero que le viene a la mente. Esto se debe a que su don psíquico está surgiendo.

Lo que está en juego son leyes perfectamente naturales. Nuestra mente no está limitada a nuestra cabeza; alcanza más allá. Pero para que lo haga con eficacia, es preciso que esté motivada por el deseo, estimulada por la creencia e incitada por la expectativa.

En su primer caso el estudiante promedio no tiene una expectativa elevada. Si acaso está informado y tiene la mente abierta, sabe perfectamente bien que existe algo llamado PES, pero el entrenamiento que ha recibido a lo largo de su vida le ha "comprobado" que la PES es una habilidad que aparece en otros, no en él. Una vez que descubre lo contrario, una vez que logra su primer acierto, su expectativa salta con ímpetu y se pone en marcha. Unas cuantas horas más tarde, con ocho o nueve casos buenos más en su haber, se convertirá en un graduado de Control Mental.

"Una y otra vez observé estudiantes que diagnosticaban enfermedades correctamente…" escribió Bud Thomas, editor de la revista Midnight en su artículo titulado "Las clases de Control Mental PUEDEN mejorar su poder mental" (19 de noviembre de 1973). Y describe un caso que presenció, mismo que pensó que resultaría especialmente difícil en virtud de que ni él ni nadie sabía de qué enfermedad se trataba.

Ese mismo día, unas cuantas horas antes, había visitado a su hijo que se encontraba en el hospital. Había otro paciente en la habitación. El señor Thomas no se enteró de nada acerca de él, excepto de su nombre.

Aquí tenemos lo que el psíquico descubrió: la pierna derecha estaba "como paralizada", los brazos y los hombros estaban tiesos, y algunas vértebras de la espina estaban fusionadas a causa de una enfermedad. Además de ello, el hombre tenía la garganta irritada y el intestino inflamado. Tenía una estatura de cinco pies y medio y pesaba ciento cinco libras.

De regreso en el hospital, el señor Thomas averiguó que el paciente había sido víctima de la polio durante su niñez. Se había caído de una silla de ruedas y se había roto la cadera derecha, y todo lo demás que había dicho el estudiante de Control Mental estaba correcto, excepto en lo de la garganta irritada y el intestino inflamado. Estos fueron síntomas de su hijo.

Suele suceder que lo que parecen ser equivocaciones, como esta, resultan ser aciertos en otro blanco equivocado. Con la práctica mejoran los aciertos. Cuando la práctica es mayor, el psíquico puede relacionarse con cosas al igual que con personas.

Dick Mazza, un actor y cantante de Nueva York, complementa sus ingresos mecanografiando manuscritos de libros para escritores y editores. Un día perdió un manuscrito y llamó desesperado a un graduado de Control Mental para que lo ayudara a encontrarlo. La última vez que lo había tenido, dijo, había sido al entrar al auditorio de una pequeña iglesia para ensayar una obra de teatro. Estaba saliendo un grupo de estudiantes de funeraria que habían celebrado su ceremonia de graduación. El manuscrito se encontraba dentro de un sobre blanco con el nombre y la dirección de Dick, y la palabra "urgente" escrita encima del sobre.