Un negocio establecido desde el principio con técnicas de Control Mental es Idea Banque, Inc., ubicado en Chicago. Se trata de una cooperativa para graduados de Control Mental con inventos comerciables. Se inició cuando Richard Herró, que está a cargo de las actividades de Control Mental en el área de Chicago, planteó un complejo problema de mercadeo para ver si la clase de intuición estimulada por Alfa y Theta podía conducir a respuestas prácticas. El señor Herró, con el respaldo de diez años de experiencia como asesor de mercadeo, ya tenía una respuesta perfectamente buena… le había llevado diez años elaborarla. Los graduados de Control Mental también obtuvieron igualmente respuestas perfectamente buenas… en diez minutos.
– Esperaba que sucediera algo así, pero no estaba preparado para que las personas sin preparación técnica se desempeñaran mucho mejor en la resolución de problemas técnicos que los expertos. No se encuentran encerrados dentro de la lógica, y pueden explorar más posibilidades.
"Tuve que llegar a la conclusión -dijo- de que la inteligencia combinada de veinte personas que han entrado a nivel, y que hacen uso de su imaginación creativa, es aproximadamente mil veces más efectiva que la inteligencia de veinte personas que tratan de razonar la manera de obtener una solución".
Él mismo utilizó las mismas técnicas para la resolución de problemas, e inventó y patentó una nueva forma de hacer concreto presforzado. Después los graduados de Control Mental empezaron a tener ideas propias, y necesitaban conocimientos en el área de mercadeo.
– Así nació Idea Banque -explica él. En total, Idea Banque, que actualmente se encuentra en su segundo año, tiene dieciocho inventos en el mercado, o listos para salir, y aproximadamente una veintena en proceso. Uno es un "devorador de hojas", un aditamento para podadora de pasto que hace estiércol de las hojas. Una firma que vende productos por televisión compró dos millones y medio de ellas. Otro invento es un remiendo adhesivo para pantallas rotas. En lugar de ser invisible, este atrae la atención. El BUG PLUG es de colores y tiene la forma de un insecto.
La compañía se reúne una vez al mes para resolver sus problemas por medio de la meditación. Sus miembros son personas cuyas ideas tienen un potencial para producir utilidades. Ellos pagan una cuota inicial, además de una reducida cuota mensual y reciben participación de las utilidades.
Otro negocio fundado por graduados de Control Mental en el área de Chicago es, o fue, una asociación de inversionistas. Un corredor de bolsa pensó que su habilidad para desplazarse hacia adelante y hacia atrás en el tiempo se podría aprovechar para la elección de inversiones. Si en una sesión de meditación usted ve que el valor de ciertas acciones se eleva en el futuro, compre ahora y venda en el futuro. El plan atrajo la atención del señor Herró y se formó una asociación. El señor Herró, el corredor de bolsa y otros miembros se sintieron entusiasmados, pero no estaban completamente seguros. Control Mental ha resuelto una extensa gama de problemas, pero nunca, hasta donde se tiene conocimiento, el problema de prever con exactitud las alzas y bajas de los precios en Wall Street.
Con este saludable escepticismo, los miembros se aferraron a su dinero durante los primeros seis meses de ensayos semanales.
Cada semana el corredor de bolsa les proporcionaba los nombres de diez lotes de valores. Los miembros, a nivel Alfa, se visualizaban a sí mismos treinta días en el futuro. Se veían en la oficina de un corredor de bolsa o leyendo un periódico, enterándose de los cambios que habían sufrido los valores de las acciones. Cuando regresaban al presente, a nivel Beta, se contramarcaban sus descubrimientos. Cuando la votación era de 1.5 a 1 en favor de ciertas acciones se hacía una compra… en teoría.
Al principio surgió un problema. Los miembros tuvieron que aprender que una actitud de alegre optimismo, una de las características del graduado de Control Mental, con frecuencia resulta una guía engañosa en cuanto a lo que sucederá en la bolsa de valores. Ellos empezaron viendo que subían los valores de todas las acciones. Empero, aprendieron con rapidez y pronto empezaron a tener "aciertos". La "Cartera de Valores" del grupo empezó a obtener mejores rendimientos que el promedio en el mercado.
Se planteó otro problema. Con creciente entusiasmo, los accionistas psíquicos empezaron a leer acerca de las acciones que habían elegido, informándose cada vez más al respecto. Llevaron esta información objetiva a sus sesiones de meditación y sus ganancias teóricas bajaron.
La respuesta a esto consistió en dar a cada acción un número codificado con objeto de que nadie supiera cuál era la acción que estaba estudiando en forma psíquica. Los resultados mejoraron, una vez más por encima de los promedios en el mercado. Ahora, con seis meses de datos que demostraban que los psíquicos entrenados pueden superar los rendimientos de la bolsa de valores, había llegado el momento de invertir dinero real.
La transición de ensayos a inversiones auténticas se llevó al cabo sin contratiempos. Los miembros acumularon ganancias verdaderas. Cuando había una baja en el mercado, también bajaban sus acciones, pero no en la misma proporción que las del mercado en general. Cuando había un alza en el mercado, sus acciones también subían, incluso más que en el mercado. Sin embargo, al cabo de un año aproximadamente, surgió un contratiempo. El mercado bajó más de lo que subió. La cartera del grupo también bajó, aunque no en forma tan abrupta. Aún así, descendió, y el orgullo que el grupo sentía por haber superado sus rendimientos en el mercado se vio apocado por sus pérdidas.
Cualquier accionista experimentado le dirá que se puede obtener dinero en lugar de perderlo cuando el mercado sufre una baja. Solo se necesita vender a la baja. Usted vende una acción ahora, a pesar de que no la tiene, después la compra y la entrega más tarde, luego de que el precio ha bajado. Esto es perfectamente legal, pero significa obtener un beneficio de las pérdidas de otros o, si lo expresamos de otra manera, tener un interés creado en una mala noticia, cosa que no va de acuerdo con los graduados de Control Mental. La asociación se suspendió.
Al momento de escribir este libro se está presentando un alza en el mercado, y el señor Herró informa que es posible que los miembros vuelvan a empezar.
El interés que él tiene en la aplicación de Control Mental en los negocios se extiende a los deportes, mismos que, dice, equivalen a un negocio, al igual que la distribución de nuevos productos y la inversión en la bolsa de valores. Tal vez usted se haya enterado de que algunos de los miembros del equipo de béisbol White Sox de Chicago tomaron el curso de Control Mental. Se hizo una campaña muy amplia de publicidad al respecto en el verano de 1975, en el programa 60 Minutes de la cadena CBS-TV y en el programa Today, de la cadena NBC-TV. Estas actividades fueron posibles gracias al entusiasmo del señor Herró.
Cuando finalizó la temporada de béisbol, él comparó los promedios individuales de los jugadores, antes de que tomaran Control Mental (1974) y después (1975). Todos mejoraron, la mayor parte de ellos en forma extraordinaria.
Entre los graduados más entusiastas con los que cuenta Control Mental están los vendedores.
– Me pongo a nivel y visualizo una visita exitosa. Los resultados han sido sorprendentes. Cada mes me digo a mí mismo que voy a conseguir X dólares, y me fijo metas cada vez más elevadas. Y constantemente las alcanzo.
Lo anterior lo dijo un vendedor de una de las firmas más prestigiadas de Wall Street. El vicepresidente de una pequeña compañía acerera dijo:
– Me digo a mí mismo: «Voy a venderle a este tipo», y da resultado. Ahora les estoy recomendando [Control Mental] a mis vendedores, mis socios, incluso a mis hijos. Pienso que todo el mundo puede obtener beneficios de él, y no solamente en su trabajo sino también en su vida personal.