Gus (fijándose en la foto): No lo dice.
Ben: ¿Y qué hay del té?
Gus: Todos me parecen un poco viejos. (Se mueve hacia adelante con pasos vacilantes, mira al frente y luego por todo el cuarto.) No me gustaría vivir en esta pocilga. Podría pasar si tuviese una ventana, porque entonces se podría mirar hacia afuera.
Ben: ¿Para qué quieres una ventana?
Gus: A mí me gusta tener un poco de vista, Ben. Ayuda a pasar el tiempo. (Camina por el cuarto.) Quiero decir que uno entra en un sitio cuando aún está oscuro, entra en una habitación que nunca había visto, duerme todo el día, hace lo que tiene que hacer, y luego se marcha de nuevo por la noche. (Pausa.) Me gusta ver un poco el panorama. En este trabajo nunca hay ocasión.
Ben: ¿No tienes días libres?
Gus: Sólo cada quincena.
Ben (bajando el diario): ¡Es el colmo! Cualquiera pensaría que trabajas todos los días. ¿Cuántas veces nos dan un trabajo? ¿Una por semana? ¿Y de qué te quejas?
Gus: Sí, pero tenemos que estar listos, ¿no es cierto? No es posible salir de casa por si llaman.
Ben: ¿Sabes qué es lo que te pasa?
Gus: ¿Qué?
Ben: Que no tomas interés por nada. No tienes aficiones, pasatiempos.
Gus: Tengo aficiones.
Ben: A ver, adivina. ¿Cuál es una de las mías?
Gus: No lo sé. ¿Cuál?
Ben: Yo tengo mis trabajos en madera. Mis modelos de veleros. ¿Me has visto alguna vez sin hacer nada? Nunca estoy ocioso. Sé ocupar mi tiempo en la forma más ventajosa. Y entonces, cuando llaman, estoy listo.
Gus: ¿No te aburres un poco?
Ben: ¿Aburrirme? ¿De qué?
Silencio. Ben lee. Gus palpa el bolsillo del saco, que está colgado en la cama.
Gus: ¿Tienes cigarrillos? Me he quedado sin ninguno. (Ruido del tanque del baño afuera a la izquierda.) ¡Otra vez! (Se sienta en su cama.) No, yo quiero decir… yo digo que la vajilla es buena. Sí. Muy linda. Pero es todo lo que puedo decir de este local. Peor que el de la vez anterior. ¿Recuerdas el último sitio en que trabajamos? La última vez… ¿dónde era? Allí por lo menos había aparato de radio. No, en serio. No parece preocuparle mucho nuestro confort estos días.
Ben: ¿Cuándo dejarás de charlar?
Gus: Vas a pescar un reumatismo si te quedas mucho tiempo en un sitio como éste.
Ben: No nos quedaremos mucho. Prepara el té, ¿quieres? Dentro de un momento ya estaremos trabajando.
Gus toma un maletín que está junto a la cama y saca un paquete de té. Lo examina y levanta la vista.
Gus: ¡Eh! Quería preguntarte una cosa.
Ben: ¿Qué demonios pasa ahora?
Gus: ¿Por qué esta mañana paraste el auto en mitad de esa calle?
Ben (bajando el diario): Creí que te habías dormido.
Gus: Estaba dormido, pero me desperté cuando paraste. Porque paraste, ¿no es cierto? (Pausa.) En mitad de la calle. Todavía estaba oscuro. ¿Te acuerdas? Yo miré hacia fuera. Estaba brumoso. Pensé que a lo mejor querías dormir un poco. Pero estabas muy estirado y quieto en el auto, como si estuvieras esperando algo.
Ben: No esperaba nada.
Gus: Sin duda me he vuelto a dormir. ¿Qué ocurría? ¿Por qué paraste?
Ben (tomando el diario): Era demasiado temprano.
Gus: ¿Temprano? (Se levanta.) ¿Pero qué quieres decir? Nos llamaron, ¿no recuerdas?, y teníamos que ir en seguida. Y lo hicimos. Nos pusimos en marcha inmediatamente. ¿Cómo es posible que fuese muy temprano?
Ben (calmo): ¿Quién contestó la llamada telefónica, tú o yo?
Gus: Tú.
Ben: Llegamos demasiado temprano.
Gus: ¿Demasiado temprano para qué? (Pausa.) ¿Quieres decir que alguno tenía que salir antes de que nosotros entrásemos? (Examina la ropa de cama.) Ya me parecía que estas sábanas no estaban como es debido. Están bastante sucias. Esta mañana, cuando entré, me sentía muy cansado y no me di cuenta. Esto es tomarse algo de libertad, ¿no es cierto? Yo no quiero que mis sábanas se usen en otras camas. Ya te dije que las cosas van de mal en peor. Antes, las sábanas siempre estaban limpias. Ahora me doy cuenta.
Ben: ¿De dónde sacas que no están limpias?
Gus: ¿Qué quieres decir?
Ben: ¿Cómo sabes que no estaban limpias? Has pasado el día entero metido entre ellas, ¿no es así?
Gus: ¿Cómo? ¿Quieres decir que la suciedad es mía? (Huele las sábanas.) Sí. (Se sienta despacio en la cama.) Tal vez sea eso, sí. Es difícil comprobarlo. En realidad no sé qué olor despido… eso es lo malo.
Ben (refiriéndose al diario): ¡Uuff!
Gus: ¡Eh, Ben!
Ben: ¡Uuff!
Gus: ¡Ben!
Ben: ¿Qué?
Gus: ¿En qué ciudad estamos? Me he olvidado.
Ben: Ya te lo dije. En Birmingham.
Gus: ¡Sigue! (Observa el cuarto con interés.) Viene a quedar en la región del centro. En importancia, la segunda ciudad de Gran Bretaña. Nunca lo hubiese adivinado. (Chasquea los dedos.) Eh… ¿Es viernes hoy? Mañana será sábado. Ben: ¿Y qué?
Gus (emocionado): Podríamos ir al club Villa, a ver el partido.
Ben: Juegan fuera de su cancha.
Gus: ¡Oh! ¿De veras? ¡Uff! ¡Qué lástima!
Ben: De todos modos, no hay tiempo. Tendríamos que estar de vuelta en seguida.
Gus: En otras ocasiones lo hicimos, ¿no es así? ¿Acaso no nos quedamos a ver el partido? Debemos descansar un poco.
Ben: Las cosas se están poniendo más difíciles, muchacho. Más difíciles.
Gus ríe para sí.
Gus: Vi al Villa caer derrotado en un campeonato una vez. ¿Con quién era? ¡Ah!… Sí, unos de camisas blancas. Al terminar el primer tiempo, estaban uno a uno. Los otros ganaron por un penal. ¡Y luego hablan de drama! Sí, un penal discutido. Discutido. Perdieron por dos a uno a causa del penal. Tú estabas también allí.
Ben: Yo, no.
Gus: Sí, estabas. ¿No te acuerdas del penal discutido?
Ben: No.
Gus: El jugador cayó al suelo justo en el área. Luego dijeron que estaba mandándose la parte. Yo no creía que el otro tipo lo hubiera tocado. Pero el referee reclamó la pelota en seguida.
Ben: ¡Que no lo tocó! ¿Pero qué estás diciendo? Lo tiró en el suelo cuan largo era.
Gus: No, el Villa, no. El Villa no juega así.
Ben: ¡Vamos, por favor!
Pausa.
Gus: ¡Oh! Debió ser aquí, en Birmingham.
Ben: ¿Qué debió ser?
Gus: El partido del Villa. Sin duda fue aquí.
Ben: Estaban jugando en otro sitio.
Gus: ¿Lo dices porque sabes cuál era el otro equipo? Eran los Spurs. Los Hotspurs de Tottenham.
Ben: ¿Y qué hay con eso?
Gus: Nosotros nunca hemos trabajado en Tottenham.
Ben: ¿Cómo estás tan seguro?
Gus: Si hubiera sido Tottenham, lo recordaría.
Ben se vuelve en su cama para mirarlo.
Ben: No me hagas reír, ¿quieres?
Se vuelve y lee. Gus bosteza.
GUS (hablando en medio del bostezo): ¿A qué hora llamará? (Pausa.) Sí, me gustaría ver otro partido de fútbol. Siempre fui hincha de fútbol. Oye, ¿qué te parece si vamos a ver a los Spurs mañana?
Ben (monótonamente): Juegan fuera de su cancha.
Gus: ¿Quiénes?
Ben: Los Spurs.
Gus: Entonces podrían jugar aquí.
Ben: No seas estúpido.
Gus: Si juegan fuera de su cancha pueden jugar aquí. Podría ser que jugasen con el Villa.