Gus: ¿Qué?
Ben: ¿Has oído lo que me dijo? ¡Encienda la pava! ¡No ponga la pava al fuego! ¡No encienda el gas! ¡Pero encienda la pava!
Gus: ¿Cómo vamos a encender la pava?
Ben: ¿Qué quieres decir?
Gus: No tenemos gas.
Ben (asiéndose la cabeza con una mano): ¿Qué hacemos ahora?
Gus: ¿Para qué quería que pusiésemos la pava al fuego?
Ben: Para hacer té. Quiere tomar una taza de té.
Gus: ¡Él quiere tomar una taza de té! ¿Y yo? ¡Toda la noche deseándolo!
Ben (desesperado): ¿Qué hacemos ahora?
Gus: ¿Qué vamos a beber nosotros? (Ben se sienta en la cama, con la mirada fija.) Yo tengo sed también. Me muero de sed y de hambre. ¡Y él quiere una taza de té! Esto colma la medida, ¿no te parece? (Ben deja caer la cabeza sobre el pecho.) No me vendría mal algo que comer. ¿Y tú? Parece que te vendría bien un poco de comida. (Se sienta en el lado derecho de la cama.) Hemos mandado todo lo que teníamos y no está satisfecho. No, en serio, es como para golpearse la cabeza contra la pared. ¿Por qué le mandaste todas esas cosas? (Pensativo.) ¿Por qué las mandé yo? (Pausa.) ¿Quién puede saber lo que tienen allí arriba? A lo mejor tienen una ensaladera llena. Algo deben tener. De nosotros no sacarán más ahora. ¿Notaste que no pidió ensalada? Probablemente tienen allá arriba. Carne fría, radichas, calabaza… repollo… arenques. (Pausa.) Huevos duros. (Pausa.) De todo. A lo mejor, también tienen un cajón de cerveza. Quizás se están comiendo mis papas fritas con un litro de cerveza en este momento. ¿No dijo nada de las papas fritas? No van a pasar hambre, te lo aseguro. No pensarás que se van a quedar allí sentados, esperando que suba comida de aquí, ¿no? La buscarán en otro sitio. (Pausa.) No les faltará nada. (Pausa.) ¡Y ése quiere una taza de té! (Pausa.) A mi juicio, es una broma muy pesada. (Mira a Ben, se levanta y se le acerca.) ¿Qué te pasa? No te veo demasiado animado. ¡Me gustaría tanto tener un Alka-Seltzer!
Ben se incorpora.
Ben (en voz baja): Debe estar llegando la hora.
Gus: Ya lo sé. Y a mí no me gusta trabajar con el estómago vacío.
Ben (harto): ¡Cállate un momento! Quiero darte las instrucciones.
Gus: ¿Para qué? Siempre hacemos las cosas de la misma manera.
Ben: Necesito darte instrucciones. (Gus lanza un suspiro y se sienta al lado de Ben en la cama. Las instrucciones se expresan y repiten automáticamente.) Cuando recibamos la llamada, vas y te colocas detrás de la puerta.
Gus: Me coloco detrás de la puerta.
Ben: Si llaman a la puerta, no contestas.
Gus: Si llaman a la puerta, no contestas.
Ben: Pero no llamarán a la puerta.
Gus: Y yo, por lo tanto, no contestaré.
Ben: Cuando el tipo entre…
Gus: Cuando el tipo entre…
Ben: Cierras la puerta después que haya pasado.
Gus: Cierras la puerta después que haya pasado.
Ben: Sin hacer notar tu presencia.
Gus: Sin hacer notar mi presencia.
Ben: Él me verá y vendrá hacia mí.
Gus: Él te verá e irá hacia ti.
Ben: A ti no te verá.
Gus (distraído): ¿Eh?
Ben: Que no te verá a ti.
Gus: No me verá a mí.
Ben: Pero me verá a mí.
Gus: Te verá a ti.
Ben: No sabrá que tú estás ahí.
Gus: No sabrá que tú estás ahí.
Ben: No sabrá que tú estás ahí.
Gus: No sabrá que yo estoy aquí.
Ben: Yo sacaré el revólver.
Gus: Tú sacarás el revólver.
Ben: Él se parará en seco.
Gus: Él se parará en seco.
Ben: Si se vuelve…
Gus: Si se vuelve…
Ben: Tú estarás ahí.
Gus: Yo estaré aquí. (Ben frunce el ceño y se aprieta la frente.) Te has olvidado de una cosa.
Ben: Bueno. ¿Cuál?
Gus: De acuerdo con tus indicaciones, yo no he sacado mi revólver.
Ben: Tú has sacado el revólver.
Gus: Y he cerrado la puerta.
Ben. Y has cerrado la puerta.
Gus: Antes nunca olvidaste ese detalle, ¿te das cuenta?
Ben: Cuando te vea detrás…
Gus: Cuando me vea detrás…
Ben: Se sentirá turbado…
Gus: Turbado.
Ben: No sabrá qué hacer.
Gus: ¿Y qué hará entonces?
Ben: Me mirará a mí y te mirará a ti.
Gus: No diremos una palabra.
Ben: Lo contemplaremos.
Gus: No dirá una sola palabra.
Ben: Nos mirará.
Gus: Y nosotros lo miraremos.
Ben: Ninguno dirá una sola palabra.
Pausa.
Gus: ¿Qué haremos si es una mujer?
Ben: Haremos lo mismo.
Gus: ¿Exactamente lo mismo?
BEN: Exactamente.
Pausa.
Gus: ¿No cambiaremos nada?
Ben: Exactamente igual.
Gus: ¡Oh! (Se levanta y se estremece.) Perdóname. (Gus sale por la puerta izquierda. Ben permanece sentado en la cama, quieto. La cadena del baño es accionada una vez afuera a la izquierda, pero el agua no sale. Silencio. Gus vuelve a entrar y se queda parado al lado de la puerta, profundamente abstraído en sus cavilaciones. Mira a Ben y luego camina despacio hasta su cama. Está inquieto. Se queda de pie, pensando. Se vuelve y mira a Ben. Avanza unos pasos hacia él. Despacio, con tono bajo y tenso.) ¿Para qué nos mandó fósforos si sabía que no teníamos gas? (Silencio. Ben mira hacia delante. Gus cruza al lado izquierdo de Ben, delante de su cama, para hablarle al otro oído.) Ben, ¿por qué nos mandó fósforos si sabía que no teníamos gas? (Ben levanta la vista.) ¿Por qué lo hizo?
Ben: ¿Quién?
Gus: ¿Quién nos mandó los fósforos?
Ben: ¿De qué estás hablando?
Gus lo mira fijamente y baja la vista.
Gus (inarticulado): ¿Quién está arriba?
Ben (nervioso): ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
Gus: Bueno, pero ¿quién es?
Ben: ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?
Rebusca su diario en la cama.
Gus: Te hice una pregunta.
Ben: ¡Basta!
Gus (cada vez más agitado): Ya te lo pregunté antes. ¿Quién se mudó aquí? Te lo pregunté. Dijiste que los que estaban aquí se habían ido. Bueno, ¿quién vino en su lugar?
Ben (que ha tenido una corazonada): ¡Calla!
Gus: Te lo he dicho antes, ¿no es cierto?
Ben (de pie): ¡Te pedí que te callases!
Gus (febril): Te dije quién había sido el dueño de esta casa, ¿no es cierto? Te lo dije. (Ben lo golpea con ira en un hombro. Violentamente.) Bueno, ¿para qué está haciendo todos esos juegos? Eso es lo que quiero saber. ¿Para qué lo hace?
Ben: ¿Qué juegos?
Gus (apasionadamente, avanzando): ¿Para qué lo hace? Rendimos nuestras pruebas, ¿no es verdad? Las aprobamos perfectamente, ¿no es cierto? Las dimos juntos, ¿recuerdas? Hemos demostrado que somos capaces. Cumplimos siempre con el trabajo. ¿Para qué hace esto? ¿Qué se propone? ¿Para qué todo este juego? (Detrás de ellos, baja el montaplatos por el hueco. El ruido viene acompañado esta vez por un silbido estridente. Gus corre a la abertura y toma la nota. Leyendo.) "¡Scampi!" (Arruga la nota, toma el tubo, saca el pito, lo sopla y habla.) ¡No nos queda nada! ¡Nada! ¿Entiende?